16/1/14

Cartuja de San Martino, Nápoles

La Cartuja de San Martino en Nápoles es uno de los lugares más fascinantes de la capital de Campania. Como sabrás, me encanta Italia. No me canso de volver una y otra vez, de repetir lugares, de descubrir otros nuevos y de recomendarla a cualquiera que quiera viajar y no tenga claro el destino, o que, teniéndolo claro, no se acabe de decidir. 

Visitar la Cartuja de San Martino en Nápoles



Nápoles fue mi descubrimiento de 2012 y en este apartado de arte no podía faltar la magnífica Cartuja de San Martino.


Cartuja de San Martino vista
Vista desde el centro de la ciudad de la Cartuja de San Martino.


Lo que llama la atención desde el inicio de la visita es el lugar donde se encuentra situada, en el barrio de Vomero, al que se puede acceder en funicular desde el centro de Nápoles. Una vez allí hay que seguir subiendo y pasando el Castel Sant'Elmo se llega a la Certosa (Cartuja en italiano).


Antes de entrar en el recinto ya podemos maravillarnos con la vista que tenemos desde la entrada, preludio de lo que veremos. Nápoles se extiende a nuestros pies y desde aquí podemos distinguir perfectamente lugares como el Monasterio de Santa Chiara, el Museo Arqueológico Nacional, el parque de Capodimonte y, por supuesto, al fondo, el Vesubio.


Nápoles desde la Cartuja de San Martino


La construcción de la Cartuja se inició en 1325 por orden del duque de Calabria. Fue dedicada a San Martín, San Bruno, la Virgen y a Todos los Santos. La primitiva iglesia gótica sufrió distintas transformaciones durante los siglos XV y XVI, pero fue en el XVII cuando se produjo la mayor intervención, desapareciendo prácticamente las trazas góticas originales bajo el enorme conjunto de frescos, mármoles y estucos barrocos que cubren la iglesia desde entonces.



Iglesia de la Cartuja de San Martino




Saliendo de la iglesia y a través del Claustro de los Procuradores se accede a distintas galerías, estancias y salas en las que se expone una interesante colección dedicada a la historia de Nápoles, una sección dedicada a la navegación y otra al arte napolitano del siglo XIX.


El Claustro Grande es uno de los más bellos espacios de la Cartuja. Cuenta con 64 columnas de mármol y fue proyectado por Giovanni Antonio Dosio a finales del siglo XVI, siendo remodelado después por Cosimo Fanzago quien realizó las intervenciones barrocas en toda la Cartuja, siendo destacables las siete puertas en ángulo del Claustro Grande adornadas por altorrelieves de santos cartujos.

Me llamaron especialmente la atención las calaveras, que a modo de "memento mori", adornan las balaustradas de la parte central del Claustro. Atravesando este recinto se accede a los Aposentos del Prior. El prior era la única persona que tenía contacto con el mundo exterior a la Cartuja y regía la vida de la misma desde sus Aposentos. Su residencia contrastaba con las celdas de los demás monjes por su suntuosidad, estaba llena de obras de arte y contaba con varias terrazas que se abrían sobre Nápoles y su bahía.

Cartuja San Martino vistas de la bahía




Una de las cosas más interesantes de la Cartuja, a mi modo de ver, es la colección de belenes (presepi) napolitanos que contiene. Hay escenas navideñas completas, figuras individuales, tipos peculiares vestidos al modo del siglo XVIII, como el "Mendigo con cataratas" realizado en 1780 por Giuseppe Samaritano, cuya obra más conocida también se encuentra en Nápoles, en esa joya que es la Capilla de San Severo, el "Cristo Velado".


Destaca sobre todo el Pesebre Cuciniello, llamado así por el coleccionista que donó al Estado su colección de más de ochocientas figuras y que siguió personalmente su montaje allá por 1879. Es sin duda uno de los belenes napolitanos más importantes del mundo, junto a los del Palacio Real de Madrid y el del Museo Salzillo de Murcia. 

A través del recorrido por la Cartuja y sus estancias, haremos un recorrido paralelo por la historia de Nápoles, desde el siglo XV hasta el XIX. Junto a esta riqueza artística, la excepcional localización en la colina de Vomero, hace de esta visita algo inolvidable e imprescindible.


Dato curioso: en la Cartuja de San Martino podemos encontrar la imagen de la Virgen María recién dada a luz, tumbada en el lecho y cubierta por una manta. Es una talla del siglo XIV y es realmente excepcional por lo raro que es encontrarnos con este tema en la Historia del Arte.

Cartuja San Martino Virgen Puérpera
Virgen puérpera.



Datos prácticos de la Cartuja de San Martino:

Horario de apertura: todos los días de 8:30- 19:30. Cerrado los miércoles.
Precio: 6€ billete entero
            3€ billete reducido
            gratuito para ciudadanos de la Unión Europea menores de 18 años y con más de 65.

1 comentario :

  1. No dejaré de ir! Extraña imagen esa talla de la virgen. En cuanto a los belenes seguro que merece la pena verlos, este año pasado vi el que ponen en navidad en el MET de NY y realmente era precioso. Sigo leyendo tus entradas napolitanas, me encantan.

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