2/5/16

Curiosidades de las calles de Sevilla

Sevilla está llena de curiosidades y detalles en sus calles. Sólo hay que ir con los sentidos dispuestos a dejarse deslumbrar, con la mente abierta a la sorpresa y con los ojos pendientes de rincones insospechados más allá de las grandes visitas (o dentro de ellas).


En nuestra última visita a la capital hispalense paseamos mucho, curioseamos bastante y pudimos descubrir con otra mirada monumentos que desconocíamos hasta entonces, como los magníficos Hospitales de la Caridad y de los Venerables y regresar a otros ya sabidos pero siempre únicos.



Hoy, a través de cuatro motivos: la literatura y demás artes, las puertas, los animales y el color, hago un paseo simbólico por algunas de las curiosidades que te puedes encontrar de paseo por Sevilla. Sólo es cuestión de abrir los ojos y dejarse enamorar.

- Sevilla es literatura y es ópera, es dar la vuelta a la esquina y encontrarse con la Hostería del Laurel que frecuentaba Don Juan Tenorio o ver lugares tan cervantinos como las Gradas de la calle Alemanes, que se llenaban de pícaros y truhanes como Rinconete y Cortadillo.


Sevilla es saber y conocer, y poder encontrarte por la calle estatuas tan curiosas como la dedicada a Clara Campoamor. Una niña leyendo representa el acceso de la mujer a la cultura en igualdad de condiciones. Bonita estatua ésta y llena de simbolismo.



En Sevilla la poesía está al alcance de la mano, como estos versos de Blas Infante, político padre del "andalucismo" y escritor que dejó textos tan hermosos como la "Plegaria del pájaro"que se unió a la advertencia que había a la puerta de los colegios (como en este caso) y que aún se conserva en muchos lugares de la ciudad según una ley de 1896 pionera en ecologismo.


Sevilla es música y es ópera. Te puedes encontrar con localizaciones operísticas en el Barrio de Santa Cruz en alusión a "Carmen" o "Don Giovanni"; Sevilla es inspiradora de músicos de todo el mundo y de muchas épocas distintas y es en sí misma el mejor de los escenarios posibles.

En Sevilla, incluso, te puedes alojar en un hotel tan musical como el Amadeus en el que las llaves tienen forma de instrumento y las habitaciones nombre de compositor.



En Sevilla los personajes reales se hacen literarios y los literarios cobran forma como en la figura única y singular de don Miguel de Mañara, prototipo del Barroco y de la redención después de una vida disoluta, benefactor del Hospital de la Caridad frente al que se encuentra su estatua portando a un enfermo en sus brazos y vestido al modo del Siglo de Oro, el XVII.




- Sevilla es color: colores albero y grana en las calles, verdes en los jardines y azules en los azulejos. Las fachadas alegran el paseo al visitante y la vista se complace ante tonalidades sureñas que echamos de menos en otras zonas de España. Las casas se marcan con baldosas de delicados tonos y motivos ondulantes y al torcer la esquina un mirador contempla la plaza en una fachada de color sangre.



Los azulejos del Hospital de la Caridad nos narran historias con enseñanzas moralizantes en medio de la exquisitez del dibujo.




¿A que llama la atención este número en una casa?




- Los animales en Sevilla son cotidianos. Los caballos trotan por el centro histórico, por la orilla del río Guadalquivir y se adentran en el Parque de María Luisa para regocijo de grandes y pequeños. En la Feria también pasean por la ciudad. Pero no sólo de caballos y toros se enorgullece Sevilla, sino que otros animales, menos vistosos pero singulares llaman la atención del paseante.


En la calle Puente y Pellón te sorprenderá un caracol de bronce que repta por su fachada. Obra del escultor Chiqui Díaz, anima el edificio en el que ha decidido quedarse.


El Bacalao de la calle Argote de Molina, conocida como Cuesta del Bacalao, recuerda la antigua tienda de coloniales o ultramarinos en la que se vendía en salazón y que se encontraba en dicha calle. Hoy llama la atención del visitante de la zona antigua porque lo que menos te esperas es un bacalao en una esquina sevillana.



En los mágicos jardines del Alcázar, hay leones de piedra en alusión a grandes reyes y emperadores y los pavos reales se pavonean a sus anchas (nunca mejor dicho), mientras hacen brillar sus colores increíbles.




- Las puertas de Sevilla esconden arte y sorpresas. Dan ganas de asomarse a esas bellas puertas del Barrio de Santa Cruz que guardan patios de infancia y sombras, aromas de azahar y geranios. ¡Cómo me gustan las puertas sevillanas!


Puertas como esta de azulejos en el Palacio de la Marquesa de Lebrija, puro arte.


Puertas enmarcadas por un arco de herradura y un alfiz árabe y guardada por San Pedro y San Pablo, casi nada. Y ya de paso, al fondo el Patio de los Naranjos, mezcla de dos mundos en la Catedral hispalense.


Puertas con volutas barrocas o puertas que dan paso a maravillosos patios como la que se abre al de las Doncellas en el Alcázar, lugar único de arte y belleza.



Con esta puerta misteriosa y artística termina este pequeño recorrido que quiere ser homenaje a una ciudad única y fascinante. Una ciudad de muchas facetas, como todas las que además de hermosura guardan historia.

Te animo a visitarla mirando más allá de lo típico y de los tópicos.

7 comentarios :

  1. ¡Me ha encantado esta entrada! Aunque no soy de aquí, llevo viviendo en Sevilla más de 13 años, y me has hecho descubrir sitios que desconocía. De hecho, me has dado una idea para crear una entrada en nuestra web (mapa de fotografías curiosas de la ciudad de Sevilla).

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  2. vaya vaya si hay cosas curiosas por Sevilla, ya he estado pero en el caracol por ejemplo no me fijé o no lo vi

    como tengo que ir en octubre estaré pendiente

    lo de los azulejos si que me di cuenta, son preciosos

    buen post sobre cosas distintas de Sevilla

    chaoooo

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  3. Precioso post. Me encanta. Lo comparto 😀

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  4. Que entrada más bonita Cristina! te has superado a ti misma felicidades!
    Un abrazo
    Carmen

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  5. Un post muy interesante, enhorabuena.
    Curioso es que a pesar de haber estado cerca de un año por la capital, aún siga aprendiendo cosas sobre ella... Me fascinó, una pena no poder seguir paseando por sus calles llenas de color y arte. algunas de las curiosidades que comentas, pude conocerlas poco antes de volverme, durante un free tour por Sevilla que contrató un amigo que vino visitarme. Nunca había realizado algo semejante, pero la verdad que nos lo pasamos muy bien y echamos unas risas.
    Espero poder volver pronto, y quien sabe, quizás sea para quedarme :P
    Saludos!!

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