28/2/19

Qué ver en Valdera, la Toscana más desconocida

Cuando hace un mes tuve la ocasión de visitar Valdera, en la Toscana, no imaginaba la gran variedad de lugares, experiencias gastronómicas, lugares de arte que íbamos a poder ver en Valdera y su capital, Pontedera.

La Oficina de Turismo de la zona promociona esta comarca menos conocida de Toscana a través de un sinfín de actividades de divulgación, como nuestro viaje. Sin duda, la facilidad de viajar desde Pisa, a apenas media hora en coche o tren, hace que visitar Valdera sea muy sencillo. Además, descubriremos una Toscana desconocida y llena de atractivos. Aquí te cuento qué ver en Valdera, una zona muy diversa.



Paisaje de Valdera







Diez cosas para ver y hacer en la Valdera, la Toscana más desconocida







1. Visitar Pontedera: una ciudad moderna volcada en el arte contemporáneo

En Pontedera cualquier rincón es bueno para una instalación artística. Nuestra visita fue a finales de enero y aún estaban colocadas algunas luces navideñas muy originales en las calles principales. Me recordaron por momentos a las turinesas "luces de artistas".

A la salida de la estación de trenes había una instalación de arte contemporáneo que ya nos llamó la atención de camino al restaurante nada más llegar ,y es que Pontedera es una ciudad moderna, con pocos edificios históricos que, sin embargo, se ha volcado con el arte más actual. 

Luces navideñas singulares en Pontedera


A través de los detalles más sorprendentes en los lugares más insospechados se puede hacer un recorrido por el arte actual. Diferentes formatos y soportes en exposiciones, instalaciones, etc. que se difunden desde la Oficina de Turismo. Pontedera es una de las sedes del festival cultural internacional llamado "Sete Sóis, Sete Lúas" en homenaje a Saramago, que tuvo mucho que ver en el origen del Festival.





2. Aprender de primera mano cómo se busca y se procesa la trufa, tesoro gastronómico


Cuando se llega a Savini Tartufi, una empresa internacionalmente reconocida, ya huele a trufa al bajar del coche. Ese olor inconfundible y sabroso que aporta un aroma increíble y un gusto exquisito en el plato al que se añada.

En Savini Tartufi, de la mano de Luca, tuvimos la oportunidad de conocer cómo se realiza la "caza de la trufa" en las mañanas húmedas de los bosques de Valdera. Los preciosos perros de raza romagnola crecen entrenados desde que son cachorros para encontrar estos tesoros culinarios.

Trufas recién cogidas


Antes eran los cerdos los que buscaban la trufa, pero pronto se vio que se comían lo que encontraban en demasiadas ocasiones, así que se cambió por los canes. Ellos desde muy pequeños conocen el olor y el sabor de la trufa, y ya mayores buscan en la tierra el preciado tesoro.

La trufa de Savini se ha internacionalizado a través de innumerables recetas que elabora el cabeza de familia y descendiente de los fundadores. Yo no tenía ni idea de que supiera tan rica combinada con miel y queso, sin ir más lejos. 

Con Giotto buscador de trufa




3.  Descubrir Lari, uno de los pueblos con más historia y belleza de la Valdera

Lari es de esos pueblos soñados de la Toscana. Se eleva sobre un montículo, desde el que su Castillo vigila todo el entorno desde siglos atrás. Sus calles empedradas están en cuesta y los colores de casas y negocios son de tonos ocres. Vamos, la típica imagen toscana de paisajes verdes con cipreses y pueblos en lo alto.

Plaza en Lari

En Lari tuvimos la oportunidad de visitar diversos negocios locales singulares y tan tradicionales como una carnicería o un "pastificcio" donde aún se hace la pasta de manera artesanal. Además subimos y bajamos sus cuestas, nos asomamos a algunos miradores y, como no, visitamos su espectacular castillo.

En el Castillo de Lari


Quizás sea este uno de los monumentos más importantes que ver en Valdera. El Castillo de Lari, llamado dei Vicari, sirvió de morada a los llamados "vicarios" o gobernadores de la zona, muchas veces dependientes del gobierno de la dominante Florencia. En el patio del Castillo se pueden ver los emblemas de las familias que rigieron esta zona, entre ellos los todopoderosos Médici. Algunos son del taller de Luca della Robbia.

El Castillo se encuentra adecuado para las visitas, y entre sus estancias destacan las mazmorras, la sala de juicios donde tenían lugar diversos procedimientos penales y civiles, y la bonita sala llamada "Pietro Leopoldo di Toscana" en la que preciosos frescos decoran sus paredes y se celebran un sinfín de ceremonias y fiestas.



Sala del Castillo de Lari




4. Conocer cómo se hace la auténtica pasta italiana a la manera tradicional


En Lari, como antes he dicho, pudimos visitar el taller de pasta artesanal o "pastificcio" de Martelli. Desde luego la pasta que tomamos habitualmente en España no tiene nada que ver con la auténtica y artesanal pasta italiana. 

La producción de estas empresas es mucho menor que las de pasta industrial pero el proceso es más auténtico, las harinas que se utilizan están muy seleccionadas y se elaboran a través de moldes de bronce. 


Elaboración de pasta


Nos mostraron el grano utilizado, las harinas y el proceso de elaboración en una estancia repleta de maquinaria en la que el vapor daba mucho calor. La rugosidad de la pasta, el color y la poca variedad, -sólo cinco exquisitas clases de pasta- son símbolos de la calidad que después probamos, recién "salida del horno" en la Bottega di Canfreo, un restaurante de Lari.


Pasta de Martelli cocinada





5. Pasear por Lajatico, el pueblo de y para Andrea Bocelli

Entre todos los pueblos que ver en Valdera destaca Lajatico por dos razones.  Por un lado se trata de  un pueblo tranquilo, regular en sus edificaciones y repleto de arte urbano. Y por otro, su hijo predilecto, el famoso tenor Andrea Bocelli, se ha convertido en el referente cultural y económico del lugar.

Negocios con su nombre, una impresionante tienda-restaurante-bodega, y sobre todo el llamado Teatro del Silenzio, construido al aire libre a modo de teatro clásico, convierten a Lajatico en un lugar en el mapa cultural de Toscana.

Cada verano se celebran en el Teatro del Silenzio una o dos actuaciones de Bocelli junto a otros artistas en un espectáculo único y a precio algo astronómico.

Merece la pena acercarse a contemplar esa singular obra que es el Teatro, con un entorno natural envidiable. Se llama del Silenzio porque salvo esas noches de verano, el resto del año permanece callado. Bonito nombre, sin duda.



Plaza en Lajatico





6. Visitar museos singulares como el Museo Piaggio en Pontedera


De entre todo lo que hay para hacer y ver en Valdera destaca sin duda la oferta cultura y artística de Pontedera. Esta ciudad no puede ser competencia arquitectónica y bella de las cercanas Pisa y Florencia, pero desde luego llama la atención que se mueva tanto en el mundo del arte y de los museos, tal y como hemos dicho antes.

Entre los museos de Pontedera destacan dos: el Museo Piaggio y el PALP. El Museo Piaggio muestra la historia de esta marca de vehículos que ya a finales del siglo XIX se estableció en Pontedera y supuso un revulsivo económico en la ciudad, donde llegaron a trabajar para ella más de doce mil personas.

Hoy podemos disfrutar de las míticas Vespas, ver motos de Aprilia o motocarros de Ape. Sin lugar a dudas, un lugar muy interesante.


Vespas


En el PALP o Palazzo Pretorio de Pontedera podemos asistir periódicamente a exposiciones programadas de todo tipo. Hasta el 28 de abril de 2019 se expone una buena muestra del arte modernista de Galileo Chini, uno de los representantes más importantes de este movimiento en Italia. Colores orientales, figuras delicadas que recuerdan a Mucha o cerámicas y biombos se exponen en el PALP en un recopilatorio del singular artista.


Biombo de Galileo Chini




7. Parar en pueblecitos sorprendentes como Peccioli

Hay muchos pueblos interesantes que ver en Valdera, pero si hacéis parada en Peccioli te sorprenderá la combinación de iglesias, instalaciones contemporáneas y una localización que domina todo el valle. Cuentan con arte en el gran vertedero que ha dado riqueza a la localidad. Realmente algo muy singular. 


Iglesia en Peccioli




8. Ver cómo se realiza una armadura a través del trabajo de un "armaiolo" en Lari


Si uno busca una armadura basada en modelos renacentistas para el Palio de Siena, tiene que acudir al taller del maestro Giorgio Salvadori.

El señor Salvadori, encantado de sus orígenes españoles, nos mostró el delicado proceso de realización de una armadura. Desde los diseños sacados de pinturas renacentistas, pasando por los bocetos, la datación histórica o los detalles grabados en empuñaduras o yelmos. Todo un mundo singular que lleva muchos siglos atrás en el tiempo y que muy poca gente sigue siendo capaz de realizar manualmente.

Da pena pensar que este oficio se termine con los artesanos que hoy en día quedan. Le lleva más o menos tres meses realizar una armadura y el coste de la misma asciende a unos 7000 euros. Desde luego, viendo todo el proceso, no está pagado con dinero. Sus armaduras se utilizan habitualmente por los miembros de las contradas del Palio sienés.


Armaiolo Giorgio Salvadori






9. Comer pero que muy bien

¡Qué voy a decir de la gastronomía italiana y en concreto de la Toscana! En pocos países, a parte del nuestro, se come tan estupendamente. Y dentro de Toscana, en Valdera hemos podido disfrutar de una gastronomía tradicional y contundente. Pasta al ragú o alle vongole (con almejas); pepposo que es un rico guiso de carne; patés, polenta, delicias realizadas con setas y aroma de trufa, schiacciata o pan con aceite y sal, etc. Hay mucho y bueno donde elegir en la gastronomía de la zona. Para estar comiendo todo el día y siempre con ingredientes saludables y naturales.



Qué ver en Valdera patés



Qué ver en Valdera pasta





10. Llevarse en la retina los paisajes toscanos de ensueño que en Valdera se hacen realidad


Si hay algo que a mí me gusta de Toscana, además de su arte y gastronomía, es el paisaje. Lo podrás ver y disfrutar en Valdera. Sería ideal alquilar un coche y recorrer sus suaves colinas circundadas por cipreses con tranquilidad.

Parar donde uno quiera, tomar un rico café y visitar una iglesia. Seguir la marcha hasta el pueblo siguiente y admirar el paisaje o quizás descubrir un castillo con o sin fantasma. Y luego, al atardecer, volver al hotel, que bien puede ser el Casale Le Torri, un agradable alojamiento con decoración suave, buenas vistas y piscina de verano. Así seguiremos disfrutando cada mañana al abrir los ojos de ese paisaje que no debemos olvidar. 

¿Qué ver en Valdera? Pues como habréis visto, muchas cosas y muy buenas.


Muchas gracias a Marco, Chiara, María, Giulia, Simona, Daria por mostrarnos la belleza de vuestra tierra con tanta pasión. Y a Cristina, Mar y Carmen por las risas, la compañía, las charlas y hasta las medicinas. 

1 comentario :

  1. ¡Qué bien lo pasamos en este viaje! Esta zona ha sido todo un descubrimiento, que me ha dejado con ganas de más. Estaría genial volver para disfrutar de una ruta en coche y, ampliar lo que vimos.
    Ha sido un placer compartir este viaje contigo. Espero repetir.
    Un beso.

    ResponderEliminar

Muchas gracias por dejar tu comentario en Ida y Vuelta.

COLABORACIONES