La Habana es de esas ciudades míticas a las que todos soñamos con ir algún día. Siempre me ha llamado la atención y espero poder conocerla quizás antes que tarde. Hoy repaso las razones que me llevarían a viajar a La Habana.
Por qué viajar a La Habana
1. Por su color
Cuando pienso en La Habana me vienen a la mente los colores que veo en cine, revistas o la web. Colores vívidos y caribeños que también me recuerdan sin querer otras ciudades de este lado del Océano y que tan vinculadas están con Cuba.
2. Por los paseos
Ese Malecón soñado, con el agua que rompe justo al lado y que tantos paseos promete. Mencionado en canciones, en literatura y símbolo indiscutible (junto al Capitolio) de la ciudad de La Habana.
3. Por su localización y climatología
No nos engañemos, ahora que empezamos a notar los síntomas del invierno europeo apetece mucho, mucho viajar a latitudes más amables. Con una humedad alta, el periodo de tiempo entre noviembre y abril se sitúa entre los 21 y 28 grados, lo que la convierte en destino ideal para no pasar un calor excesivo y huir del frío incipiente. En verano la temperatura sube y la humedad también, con lo que quizás es buena idear ir fuera de la temporada habitual de viajes.
4. Por su decadencia atractiva
Ciudades como Nápoles u Oporto tienen ese toque decadente que adivino en La Habana tras décadas de cierto abandono que no deja de tener su atractivo para el visitante.
Si para los habitantes a lo mejor no es tan agradable tener edificios algo dejados, la sensación debe ser la de estar en un lugar vivo y en el sus gentes dan lo mejor de ellas mismas para sobrevivir en medio de dificultades.
5. Por los sabores
Sin duda debe ser una delicia probar los sabores cubanos en La Habana. Si ya me han fascinado en diversos restaurantes en España, probarlos in situ, hará que el disfrute sea el doble. El pollo grillé, la ropa vieja o la malanga que acompaña tantos platos son sabores que quiero probar allí.
6. Por los hoteles
Muchos son los establecimientos que han abierto en los últimos años. Sin duda alguna, buscaré alguno de los hoteles en el centro de La Habana para tenerlo todo a mano. Recientemente han abierto establecimientos estupendos de los que casi no apetece salir, pero hay que hacerlo, La Habana tiene mucho que ofrecer al visitante.
7. Por su arquitectura
En La Habana hay un buen puñado de edificios singulares que incluso han merecido ser destacados por la UNESCO. Así nos encontramos con el antiguo Hotel Nacional de Cuba, edificado en los años 30 del siglo XX. Tampoco podemos perdernos el Edificio Bacardí o los Teatros Fausto y América. ¡Ah! Y el imponente Capitolio.
En el barrio de El Vedado podremos disfrutar también de la arquitectura colonial de mansiones que nacieron en época de esplendor.
8. Por los símbolos
A a todos nos suena la imagen mural y escultórica del Ché Guevara en la Plaza de la Revolución de La Habana que hemos visto mil veces en cine o televisión. Y es que La Habana está llena de símbolos que recuerdan y hacen que la Revolución esté muy presente.
Esta mítica plaza ha sido escenario de acontecimientos importantes en la historia del país en las últimas décadas. Allí Fidel Castro daba sus interminables discursos y allí se le despidió por parte del pueblo cubano. También allí el Papa Francisco ofició una misa multitudinaria impensable hace no tanto tiempo.
Los tiempos cambian, pues, pero hay símbolos revolucionarios de lo más curiosos en La Habana; así la llamada tribuna antiimperialista, que lleva el nombre de José Martí y que se sitúa cerca de la embajada de USA. ¡Puro atrevimiento cubano!
9. Por los atardeceres
Me encantan los paseos a esa hora del día y he podido ver imágenes que han abierto mi imaginación a lo que debe ser disfrutar de ese momento mágico en una ciudad tan singular. Poco más hay que decir ya que son de una belleza increíble; solamente que no olvides llevar la cámara contigo, posiblemente no querrás parar de dispararla una y otra vez.
10. Por la cultura
Cultura cubana de música y literatura; de exilio y realidades diversas pero que se reflejan de una manera u otra en La Habana.
Los libros hablan de ella con nostalgia de los que se tuvieron que marchar y que transmiten su sabor especial a través de las hojas. Allí en La Habana los míticos sonidos del Floridita o el moderno espacio llamado Fábrica de Arte Cubano (FAC) reciben al visitante que siente curiosidad no sólo por lo que se ve sino también por lo que se puede escuchar. Y eso en esta ciudad es mucho.
Tras este recorrido, ¿a que apetece viajar a La Habana y empaparse de lleno en sus colores, olores y sonidos?
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