Cuatro buenos hoteles para ir a Madrid con niños

Nos gusta Madrid. Solemos ir un par de veces al año, aparte de las que pasamos y no paramos cuando vamos a Salamanca o cogemos un avión desde Barajas. Y dentro de Madrid, nos gusta especialmente el centro. Ese centro tan grande y variado (se nota que soy "de provincias" ¿eh?), ese centro de Gran Vía, de Palacio Real y barrio de las Letras o del Retiro.

Como además solemos viajar con Javier, buscamos alojamientos por estas zonas del centro y sitios que sean receptivos de niños, es decir, con cama supletoria incluida en el precio, o mejor aún, habitaciones triples; cercanos de todo lo que queremos ver y con buenos desayunos que ayuden a cargar pilas para una larga jornada madrileña.


Aquí os propongo, teniendo en cuenta todo lo anterior, cuatro hoteles que nos han gustado especialmente en los últimos tres años. ¡Alguno de ellos hasta lo hemos repetido! Espero que esta selección de hoteles en Madrid os sirva para próximas visitas.

- Aparto Suite Jardines de Sabatini: he aquí un hotel al que no hemos ido con Javier, pero que es ideal para ir con peques por su situación y porque los niños no pagan hasta los 12 años. Además todas las habitaciones son grandes: suites con cocina, salón y dormitorio amplio, lo que da mucha independencia al viajar con niños.

Estuvimos el pasado mes de septiembre con motivo de una boda que iba a celebrarse en la Casa de Campo, de la que está a apenas 6 minutos en taxi. También está muy próximo a la estación de Príncipe Pío y justo frente a los jardines de Sabatini que dan nombre al alojamiento.

Las magníficas vistas del Palacio Real y sus alrededores desde la terraza merecen la recomendación por sí solas. Si además el lugar es tranquilo, está bien decorado y cuenta con un personal de lo más agradable, no puedo dejar de recomendarlo y de pensar en ir con Javier en una próxima ocasión.

- Room Mate Laura: junto a la bonita plaza y monasterio de las Descalzas Reales. Pertenece a la cadena Room Mate que sitúa hoteles bien diseñados en el centro de las ciudades haciendo suya la famosa máxima atribuida al hotelero Ellsworth Statler: "location, location, location". El Teatro Real se encuentra a apenas 25 metros y está en una zona de libreros de viejo, tascas y restaurantes por un lado, y por otro El Corte Inglés de Callao, la Puerta del Sol, etc. Vamos, más céntrico imposible.

Tiene habitaciones amplias: en las dos ocasiones en que nos hemos alojado, una con Javier siendo un bebé de año y medio, y otra ya más mayor, con cuatro años, estuvimos en habitaciones con dos plantas. Tenían zona de estar y un pequeño aseo en la parte de abajo, y dormitorio grande con baño arriba.

Decorado por Tomás Alía, los cabeceros de las camas son la impresión tridimensional del retrato de la infanta doña Juana, fundadora del Monasterio cercano. Se descansa bien, es muy céntrico como digo,  y el personal es amable. Además el desayuno está siempre incluido en el precio de la habitación.


- Radisson Blu Prado: en pleno barrio de las Letras, junto al paseo del Prado, frente al Museo homónimo, se encuentra este cuidado hotel de la cadena escandinava Radisson. Está situado en una zona bulliciosa, con muchos bares, restaurantes y panaderías chic. Estuvimos en marzo de 2012 para visitar la exposición del "Hermitage en el Prado", así que el sitio no pudo ser más conveniente.

La decoración es serena, en tonos blancos y negros. Invita al descanso. Escogimos una habitación grande, con salón, a un precio bastante aceptable. El desayuno, estupendo, estaba incluido en el precio y contaba, como aliciente especial, con un pequeño spa y piscinas de cromoterapia, muy relajantes para después de un día agotador.


- Petit Palace Lealtad Plaza: con motivo de Fitur fuimos el pasado mes de enero, y en esta ocasión buscábamos un hotel en la zona del centro para dejar a Javier con unos amigos mientras nosotros visitábamos la feria. Escogimos este hotel por su cercanía a Atocha (15 minutos andando), su buen precio (115€ con desayuno incluido a través de Booking) y por estar en una zona tranquila y señorial, justo al lado del Retiro y a pocos metros de la Puerta de Alcalá.

El edificio en el que se sitúa está bien restaurado, conservando los estucos y las chimeneas antiguas. La habitación, exterior, era amplia y tenía un sofá cama grande para el peque. El desayuno se sirve en una sala del sótano. Es correcto y en algún momento algo escaso, ya que se acabaron cosas imprescindibles que posteriormente repusieron.