Oriente vs Occidente

Kris de Kris por el mundo y yo somos viajeras impenitentes, pero con distintos destinos favoritos. Para nuestro segundo reto decidimos confrontar los lugares en los que estamos más cómodas, en los que aprendemos más y en los que más sentimos: Asia y Europa. Yo no he estado nunca en Asia (si exceptuamos Estambul) y lo mismo cuando vaya me cautiva tanto como a Kris; ella es una enamorada de Oriente, allí viaja con frecuencia, de hecho ahora anda regresando de esas tierras. Yo no me canso de moverme por la vieja Europa e intento hacer todas las escapadas que puedo por nuestro continente. Hoy nos retamos a contar por qué preferimos viajar por Asia y por Europa. ¿Con qué continente os quedáis?

Kris: Oriente

Hace algunos años subí a un avión que sobrevolando tierras y mares me llevó hasta Asia, un continente que desde el primer contacto me fascinó y se convirtió en mi destino preferido. Tailandia, Japón, India o Myanmar me han regalado momentos especiales por muchos motivos. Os voy a dar una serie de razones para llevaros al bando de los que pensamos que Oriente tiene cientos de razones para enamorar al viajero.

Estas son las mías:

* Por esos mercados donde huele a canela, cúrcuma y clavo.

* Por las sonrisas espontáneas que regalan al viajero niños y mayores.

* Por esas playas de aguas cálidas y transparentes. 

* Por los colores que tiñen los saris de las mujeres del norte de India, tonos casi imposibles de imaginar en nuestro gris occidente.

* Por la humildad con la que solamente los monjes budistas podrían salir a la calle a pedir comida.

* Por esos monumentos magníficos que salpican toda la geografía asiática.

* Por el placer de andar descalzo y sentir bajo tus pies el contacto de las piedras de tantos templos, algunos de ellos centenarios.

* Por esos amaneceres frente a paisajes donde montañas o volcanes cubren la linea del horizonte.

* Por sentirte distinto y a la vez darte cuenta de que eres tan parecido a cualquier persona que se cruza en tu camino

* Por esa cocina tan distinta a la nuestra que hace que comer sea cada día una aventura.

Cris: Occidente

Desde muy joven soy viajera por Europa. Desde aquellos primeros viajes con mis padres, pasando por el viaje de novios, el primero con Javier siendo un bebé y muchas escapadas más o menos largas en años sucesivos. Conozco otros lugares del mundo, pero la atracción que me provoca nuestro continente con su enorme variedad no la causan otros lugares. Aquí os dejo mis razones para quedarme con Occidente y más concretamente con Europa.

Son éstas:

* Por la inmensa variedad de sus paisajes: desde el Mediterráneo luminoso hasta los fiordos noruegos.

                                  

* Por la riqueza inmaterial que tenemos en los posos dejados por todas las culturas diferentes que la poblaron.

* Por la gran variedad de sus ciudades, tan distintas. ¿Qué tiene que ver Oslo con Palermo?

* Por la abundancia de referentes arquitectónicos icónicos a lo largo y ancho de su extensión: del Kremlin a la Torre de Bélem.

* Porque en Europa, en la antigua Grecia, nació la civilización occidental  entendida como fuente de saber común y de nexos de unión a veces olvidados.

* Por su gastronomía rica como ninguna otra, precisamente porque ha tomado elementos de tantos lugares.

* Porque el Renacimiento cultural, de mentalidades y de religiones tuvo lugar aquí.

* Por sus gentes y su historia, de la que hay tanto que aprender a través de los lugares, los libros y el arte.

* Por la cercanía: a dos horas de avión, lugares totalmente distintos al nuestro.

* Por el aroma a buganvillas de Sicilia, el esplendor de París o la melancolía de Escocia.