22/10/15

Tipos viajeros

Hoy ha llegado el día de reflexionar sobre los diferentes "tipos viajeros" que me he ido encontrando a lo largo de mis años de viajera... ya unos 25 o así. Todos tenemos múltiples facetas que nos hacen ser mejores o peores compañeros de viaje, según las circunstancias de cada uno, el momento vital, o sencillamente el carácter de cada cual.

Echando la vista muy atrás, simplemente unos años antes o incluso mirando a anteayer, veo que he viajado con gente muy variopinta a la que puedo clasificar, siempre con humor,  en unos cuantos tipos viajeros.

Al final del post te diré con qué tipología me siento más identificada. Aquí van:


1. El listo que todo lo sabe: este tipo viajero es el primero que me ha venido a la mente pensando en los personajes curiosos (o más bien, cansinos) que uno se encuentra. El listo lo sabe todo, o eso cree él y además no tiene pudor a la hora de recomendarte restaurantes en los que no ha comido y que cuando llegas están cerrados después de haber dado mil vueltas, o en decirte que Praga tiene dos ríos, el Moldava y el Vlatava (que son el mismo).

El listo no suele ser humilde y le cuesta reconocer que se ha equivocado. Además es reincidente y si topas con él en otro viaje, posiblemente la vuelva a armar porque no se da cuenta de que nadie nace sabiendo... excepto él, claro está.


2. El quejica: éste quizá es el peor tipo de compañero de viaje que uno puede encontrar, ya que "te mina la moral" y te va agotando hasta que estallas. Al quejica le molesta todo y siempre tiene un pero. El clima suele ser motivo de protesta, pero también las colas, su salud, la comida o uno que pasaba por allí.

De vez en cuando tiene arrebatos de ánimo y quiere salir del hotel aunque llueva a cántaros, para acordarse poco después de que tiene reúma y claro, quejarse.


Pequeño viajero quejoso
El pequeño Javier, viajero quejoso a veces. Eso sí, tenía dos años.


3. El "notas": este ejemplar suele darse más en los viajes grupales y en autobús. El peligro que tiene es que arrebata el micrófono para contar chistes (sin gracia), reírse (de los demás y no de sí mismo) y dar la brasa sin dejar a los demás en paz. 

Como en los últimos años hago pocos viajes de este estilo, digamos que me he librado de este sujeto pesado que suele "autonombrarse" animador de festejos.


4. El tardón: voy a ser clara, el tardón me pone muyyyyy nerviosa. Porque no desperdicia su tiempo, sino que tira por la borda el mío (y me pone muy borde). Eso de estar esperando en la puerta del hotel rural y que llegue y diga tras veinte minutos de paciencia que "aún se tiene que lavar la cabeza", es una falta de respeto de las gordas.

Eso sí, el tardón lleva en el pecado la penitencia, y la gente que le rodea se vuelve tardona cuando se trata de él. Si tú vas tarde siempre, yo más.


5. El organizado: este tipo adora preparar el viaje. A veces disfruta tanto o más haciéndolo y se documenta hasta la saciedad resultando a veces pesado. Sobre todo si hay poco tiempo, suele hacer una planilla con horarios, transportes y aquello que se le ocurra, y se pone un poco nervioso si las cosas no salen como estaban previstas.

Cuando se deja llevar y no organiza tanto, se siente un poco como si perdiera el tiempo y piensa: "la próxima vez, todo bien pensado y colocado".


Guías de viaje
Guías y más guías para organizar viajes.
(
Imagen de Timothy Valentine con licencia
Creative Commons)

6. El hambriento: el pobre hambriento sufre; sufre mucho en cuanto nota algo de hambre a media mañana, a la hora de comer o por la tarde... ya que tiene el mal hábito de comer varias veces en el día. El hambriento se pone nervioso al sentir el rugido estomacal y es capaz de salir disparado por Covent Garden buscando un restaurante sin reparar en que ya os va a tocar sentaros en el que estáis esperando, o de decir delante de las Pirámides "muy bien, pero yo tengo hambre y más que comer, quiero engullir". En fin...

Con el hambriento os recomiendo una cosa: cacahuetes o frutos secos a mano, que van muy bien para un apretón de los que le suelen dar.


7. El hiperactivo: el viajero hiperactivo nunca tiene suficiente, es lo opuesto al "slow-travel" que tanto me gusta. Para este tipo viajero, Florencia se visita en un día y ya antes de marchar está pensando en lo que puede visitar en los alrededores, porque tres días en la capital toscana se le hace muchísimo. 

Este tipo tiene que soltar energía por todas partes, habitualmente corriendo, así que se levanta a las seis de la mañana para correr esté donde esté (cosa muy loable y que yo sería incapaz de hacer), y claro, a las ocho levanta a todo el mundo para ponerse en marcha. Oye, ¡que estamos de vacaciones! 

Ese es el peligro de este tipo de viajero, que te arrastra a una vorágine en la que acabas agotado y de mal humor, ya que uno no tiene ni la mitad de su energía.

Piazza della Signoria en Florencia
Como un león enjaulado se siente el viajero hiperactivo
 si no se mueve mucho. Aunque esté en Florencia.

8. El auténtico: este tipo es genial, es intrépido, es aventurero, es... "perfecto". Ha recorrido el mundo sagazmente, con multitud de anécdotas que te dejarán anonadado al escucharlas (una tras otra) y si además se da cuenta de que existes y te pregunta algo del tipo "¿cuál es el viaje más largo que has hecho en autobús o tren? y tú, pensando le dices Salamanca-Praga, él te dirá "yo más, hice Deaquí-Paraallá, que son 1000 kilómetros más".

Efectivamente, le digas lo que le digas, él será más y sobre todo mejor, con más conocimiento, más sentido de la aventura, del viaje y ¡de todo! Porque él es perfecto con su mochila, o su maleta, o lo que sea. Vamos, el tipo viajero que me gustaría tener... bien lejos.


9. El desorientado: el viajero desorientado es un tipo amable y feliz que se deja llevar. No suele poner objeciones sobre dónde ir o qué hacer, lo cual es estupendo. Como no tiene ningún sentido de la orientación, pues si tú le dices es por allí o por aquí él va tan contento.

Lo malo es que a veces, sólo a veces, los que hacen de guía del desorientado se despistan o se pierden y entonces, se enfada este tipo viajero, arrebata el plano e intenta orientarse y oye, fíjate tú que hasta lo consigue.


Brújula
Brújula para el viajero desorientado.
(Imagen de nicholasjon con licencia de Creative Commons)

10. El desmemoriado: yo en algunos casos cercanos veo que suele ir unido al tipo de viajero desorientado, pero este tiene además la particularidad de descubrir todo de nuevo, aunque ya haya estado varias veces en un lugar.  ¿Ventajas? Muchas porque se sorprende de nuevo, la sensación de descubrir un lugar la tiene presente una y otra vez, y todo le hace ilusión. 

Por contra, puede desesperar que uno le intente recordar ya de vuelta "aquel sitio tan bonito que había cerca de tal lugar" y ¡nada! Menos mal que siempre nos quedarán las fotos como testigos de que él estuvo allí.


11. El "como en casa en ninguna parte": la verdad es que este tipo, más que de viajero, es de no viajero. El que dice "qué mal se come en Italia", "qué antipáticos son los franceses" o "los norteamericanos son todos unos creídos", mejor que se meta en su ciudad, su pueblo, su aldea o lo que sea y no salga en su vida. Es tirar el dinero, y él pasa por los sitios pero no los sitios por él.


12. El perfecto compañero de viaje: éste es sin duda el más difícil de encontrar, pero cuando se halla, es un gusto. Suele ser gente de buen carácter y de fácil convivencia en general, empáticos con los demás y asertivos si algo no les gusta. Lo ponen todo extremadamente sencillo y con ellos viajar es un placer. Si encuentras a este tipo viajero, no lo sueltes y aprovéchalo.


Encuentro entre Stanley y Livingstone. ¿Serían buenos compañeros de viaje?


Estos son, pues, mis tipos viajeros. Creo que todos tenemos parte de alguno de ellos, aunque también pienso que hay gente que yo enmarcaría en una definición claramente. Yo por ejemplo soy del tipo "organizado" y siento a veces ser un poco pesada con tanta preparación. 

ADVERTENCIA: estos tipos viajeros están basados en hechos reales, aunque se han cambiado lugares y fechas. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia,  pero hay que tomarlo con humor.

Y tú, ¿qué tipo de viajero eres?

12 comentarios :

  1. Me ha encantado, que real todo lo que dices. Yo tengo que confesar que soy una mezcla entre el organizado (aunque ultimamente me estoy relajando un poco y dejando ciertas cosas a la improvisación) y el hiperactivo (pero de este no es que quiera hacer todo super deprisa, lo que me pasa como me dijo mi amiga Vituka cuando la visité en Bruselas es que no me canso nunca cuando estoy de viaje.. yo voy, vengo, subo, curioseo... Quiero sacar el máximo provecho a todo, pero luego pasarme casi tres horas para dar la vuelta a la muralla de Dubrovnik)
    Un abrazo y gracias por haberme arrancado una sonrisa en un día un poco gris.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias tocaya. En la visita que hicimos a Oxford hace un mes me dio un "stendhalazo" (como digo yo). ¡Qué agobio! tuve que respirar hondo varias veces y relajarme porque quería salir pitando a ver "todos los colleges" ese día. Claro, imposible pero la intención y la sensación de no llevármelo "bien preparado" fue tremenda.

      De todo se aprende y más si viajas habitualmente con un tipo tan tranquilo como mi marido. Me alegra que te haya hecho sonreír...De eso se trata.

      Un beso.

      Cristina.

      Eliminar
  2. Has abierto la caja de Pandora Cristina....
    Yo soy una mezcla entre organizada y hambrienta jajaja
    Y aprendiendo a ser una "imperfecta compañera de viajes"... porque creo que la perfección es un ideal.
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Gracias María...¡qué bueno lo de la caja de Pandora! Si es que todos somos de distinta manera con un toque maniático que sobresale de un modo u otro. Yo soy muy organizada (a veces demasiado) y aunque soy tranquila a veces me ha dado un "mal de Stendhal" de esos de agobiarme con querer ver mucho en poco tiempo....

    La clave para ser un buen compañero de viaje, salvo que uno vaya solo, creo que es la empatía y el saber ceder. Con la edad se va aprendiendo.

    Un beso.

    Cristina.

    ResponderEliminar
  4. Puff pues si que hay tipos aunque el peor es el "como en casa en ninguna parte" como bien dices, mejor que no gasten dinero.
    Creo que soy un mix entre el imperativo y organizado aunque cada vez más me dejo llevar por el momento y lo que surja. Y esto lo reconozco pero con la voz pequeñita que soy un poco quejica cuando estoy super cansada, me pongo un poco impertinente, pero es el cansancio, no soy yo :P

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja, ja...Silvia, muy bueno lo de la voz. Todos cuando estamos cansados sacamos lo peor, yo particularmente me pongo seria, seria y me quedo sin hablar. ¡Ya ves!

      Un abrazo.

      Cristina.

      Eliminar
  5. ¡Qué buen post Cristina! Me ha gustado mucho, y cuánto me he reído recordando algunas experiencias de viaje. Coincido contigo en casi todo: yo también llevo muy mal el viajar con los quejicas y los tardones y los tacho de la lista inmediatamente. En lo personal, creo que soy una mezcla entre organizada e hiperactiva, por lo que asumo que nunca podré ser la compañera de viaje perfecta jajaja pero lo seguiré intentando. Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué bien Mauxi! me alegro de que coincidamos y por lo que te conozco pienso que debe ser un gusto viajar contigo. Además, como dijo aquel "nobody´s perfect".

      Eliminar
  6. Pues sí que hay tipos de "compañeros de viaje", parece una guía de esas de animalitos donde se muestran multitud de especies.
    En serio, me ha gustado el relato, es divertido y original.
    En mi caso diré que cada vez preparo menos los viajes, leo porque me gusta conocer la cultura del lugar al que viajo pero no para organizar el viaje. Al contrario, cuanto más te dejes llevar, más divertido es... Para mí lo que más valor tiene son esas cosas inesperadas que ocurren (cierto que no siempre son buenas, pero sí casi siempre)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también improviso más cada vez, aunque cuando viajamos con el peque lo tenemos todo más organizado. Eso sí, en los viajes, como en el resto de la vida las manías de cada cuál están muy presentes.

      Un saludo.

      Cristina.

      Eliminar
  7. Gracias Eva: yo soy la organizada nerviosa (si no me organizo) aunque muy amante del slow travel...yo un buen café en una calle histórica y bella no lo dejo pasar por nada del mundo.

    Un abrazo.

    Cristina.

    ResponderEliminar
  8. Ja, ja, ja Muy bueno el artículo. Hay que ver las cosas originales que se te ocurren, Pilar es como tu, muy organizada pero no perdona pararse a tomar un café cerca de los sitios emblematicos, yo (Paco) sin embargo soy del tipo que llamas "desorientado" jajaja. Saludos

    ResponderEliminar

Muchas gracias por dejar tu comentario en Ida y Vuelta.

COLABORACIONES