La exposición de El Bosco que podemos ver en el Museo del Prado hasta el próximo 25 de septiembre es para mí una de las más impresionantes de todas las que se han realizado en los últimos años en nuestra pinacoteca principal.
Lo importante de esta exposición estriba en poder ver en un mismo espacio la mayor parte de la obra de El Bosco. Con polémicas incluidas, ya que en los meses precedentes desde el extranjero se cuestionó la autoría de tres de ellas, y aún y todo querían que fueran prestadas a otros museos en este año Bosco por excelencia.
Tenemos la suerte de contar en el Museo del Prado con algunas de las principales obras del pintor de Bolduque: "El Jardín de las Delicias", o el tríptico de la "Adoración de los Magos" se encuentran aquí siempre, así que si tenéis a mano Madrid, no perdáis la paciencia en obras tan "próximas" ya que podréis verlas con calma en su espacio expositivo habitual.
Jheronimus van Aken, o sea El Bosco, fue un pintor importante y apreciado ya en su misma época. Enseguida creó escuela que colaboraba con él en la realización de los encargos y posteriormente tuvo bastantes seguidores e imitadores.
Uno de los mayores coleccionistas de la obra de El Bosco fue Felipe II quien reunió todas las pinturas que pudo localizar, ya bastantes años después de la muerte del artista. El monarca sentía predilección por este pintor de universos extraños y realmente innovador en los planteamientos iconográficos.
En nuestro museo madrileño contamos con seis importantes tablas, pero en esta exposición se ha logrado traer desde museos extranjeros, el grueso del resto de la obra (que autenticada no alcanza la treintena): el Museo Nacional de Arte Antiga de Lisboa, el Museo del Louvre o la Galeria de la Academia de Venecia son sólo algunos museos que han cedido sus "Boscos" para la conmemoración del quinto centenario de su muerte.
De manera excepcional, de hecho, se ha ampliado hace un par de días el tiempo dedicado a esta exposición. Iba a terminar el próximo día 11 y ahora estará hasta el 25, con visitas nocturnas incluidas en fines de semana. Esto me permitirá que vuelva a visitarla, después de haber tenido la suerte de ir el primer día, allá por el 31 de mayo.
Como en muchas de las exposiciones con obras de formato pequeño e intermedio, a veces se arremolinan demasiados espectadores delante de las obras, de manera que, por ejemplo "El Jardín de las Delicias" se disfruta francamente mal. Os recomiendo dedicaros a las grisallas de la parte de atrás de los trípticos, que, como se muestran abiertos, se pueden observar perfectamente y que también sorprenden por su riqueza sensorial a pesar de su monocromía.
El mencionado "Tríptico de las Tentaciones de San Antonio" es quizás la obra más impresionante de todas las que han venido de fuera. La imaginación de El Bosco se soltó a la hora de crear demonios imposibles y únicos hasta ese momento, aunque basados en figuras medievales.
Llama la atención que en una época tan temprana, un pintor tan innovador no fuera tachado incluso de hereje al tratar de ese modo temáticas religiosas. El Bosco pertenecía a la Cofradía de Nuestra Señora de Bolduque, que velaba por el recto proceder religioso de sus componentes, aunque no estaba lejos de la llamada Devotio Moderna, que buscaba una vuelta a los orígenes de las órdenes religiosas fuera de los excesos propios de la época. En ese contexto, las heterodoxas pinturas de El Bosco casaban perfectamente al ser capaces de enseñar valores morales a los ciudadanos de la época, aunque fuera por lo que pudiera suceder si uno se dejaba arrastrar por el pecado.
El imaginario de El Bosco fascina a grandes y pequeños con su multitud de detalles sorprendentes, por lo que recomiendo esta exposición para llevar a los niños de la casa y acercarlos de esta manera a uno de los genios más curiosos de la historia del arte.
Si estáis en los próximos días en Madrid, intentad pasaros por El Prado para visitar esta exposición llena de belleza, historia y curiosidades. No os decepcionará. Eso sí, llevad comprada la entrada para aseguraros que entráis en la franja horaria de vuestro interés.
Que suerte estar cerquita. Esta ha sido una oportunidad única de reunir tantos cuadros del Bosco juntos. Gracias por comentar la expo!
ResponderEliminarYo ya he ido dos veces, porque es uno de mis pintores favoritos. De hecho, siempre que iba al Prado me pasaba a ver su fantástico Jardín de las delicias. Es un buen consejo ese de que nos centremos en las obras que se encuentran fuera del Prado. Por desgracia, había demasiada gente y no era fácil ver los detalles.
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