Vista de Belmonte. |
Como los combates no empezaban hasta después de comer, decidimos subir a visitar el Castillo. Al igual que me había gustado a mi en marzo, no decepcionó ni a mi marido ni a mi hijo. Javier, en concreto, estaba entusiasmado con las almenas, y la vista que desde allí hay, con los corredores y las imponentes salas.
Vista de la palestra, del estrado principal y del público ya preparado,desde las almenas del Castillo. |
Lo mejor de la lucha medieval es que es una combinación de deporte y recreación histórica. Se intenta ser riguroso al máximo con la ambientación en cuestión de armas y ropajes, ciñéndose a aquellos elementos utilizados durante los siglos XIV o XV.
Miembros del equipo sueco en la palestra. |
En el aspecto deportivo, cabe señalar que no se trata en ningún momento de una lucha coreografiada y preparada, sino de un combate en el que cada participante aporta lo mejor de sí mismo, eso sí, con una normativa estricta, como en todo deporte. La lucha entre dos bandos, puede ser como duelo -entre dos combatientes- o melés de grupo, que son espectaculares. Destaca la fiereza de los luchadores que cargan con armaduras de más de 30 kilogramos de peso, además de las armas: espadas, mazas, hachas... todas ellas romas. En cuanto un oponente es derribado, se queda quieto en la palestra y ya no es objeto de lucha, con lo cual, es fundamental resistir lo más posible para mantener todos los elementos humanos del equipo y así ganar.
De la fuerza que se emplea con las armas y los cuerpos, nos dio cumplida cuenta el árbitro cuando se acercó a las personas que estábamos en la zona de prensa y nos dijo "you're in danger", pues corríamos el riesgo de que alguna parte de las armas se pudiera soltar y caer allí. No soy especialmente arriesgada, así que me retiré prudentemente para intentar hacer fotos sin mayores problemas.
Escudero polaco descansando a la sombra. |
Quizás esto fue lo que menos nos gustó en general a los asistentes, hubiera estado bien colocar más zonas de sombra y gradas o asientos entre el pinar. La asistencia de público fue más grande de lo esperada por la organización y así adolecía de zonas a cubierto que se hicieron necesarias en un día inusitadamente caluroso.
Aún y todo, el día fue interesante y muy diferente de lo habitual. Javier disfrutó con los combates, con el mercado medieval y con los animales que allí se exponían, como las aves rapaces.
Hasta los más avezados guerreros necesitan descansar y quitarse su armadura un rato. |
En definitiva, un día muy bien aprovechado con lucha medieval, visita al Castillo, paseo por el pueblo de Belmonte y sobre todo la oportunidad de hacer algo muy distinto a lo habitual y de conocer un deporte que trasciende el mero ejercicio físico y es capaz de trasladarnos a tiempos muy, muy lejanos.
Lo mejor del día de Combate Medieval en Belmonte: el ambiente logrado con el Castillo, los caballeros, escuderos, damas y estandartes.
Lo peor del día de Combate Medieval en Belmonte: el calor y la falta de más zonas de sombra.
Vaya! Nunca había oído hablar de este evento!! Muchas gracias por compartir :-)
ResponderEliminarGracias a ti, la verdad es que es un acontecimiento muy curioso y además desarrollado en un castillo de la época muy bien conservado. Sin olvidar el pueblo de Belmonte, lleno de historia y con una colegiata muy bonita.
EliminarAlgo diferente para un fin de semana.
Un saludo.
Cristina.
Este año, en la fiesta del pueblo de Montblanc, pudimos apreciar este tipo de combate durante la Semana Medieval. Es increíble la fuerza y la habilidad que se requiere para manejar estas armas. Estaré pendiente del calendario de fiestas de Belmonte, por si acaso me acerco el próximo año.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Saludos,
Hely
Hola Hely: la verdad es que es un deporte muy original y complicado (en cuanto a fuerza y destreza). Además lo curioso de la ambientación histórica hace que mucha gente se anime a verlo.
EliminarMe alegro de que te haya gustado el post.
Un saludo.
Cristina.