30/11/14

Hotel des Grands Hommes, París

El Hotel des Grands Hommes es una joya muy cuidada en el centro de París. Se sitúa en la plaza del Panteón, en el corazón del Barrio Latino y frente al monumento que acoge los restos de los Grandes Hombres de Francia a los que se refiere su nombre.

Edificio del hotel
Desde el Panteón, vista del Hotel des Grands Hommes.
Es el edificio del medio.


Según la "Viuda Dupré", quien lo dirigió hace muchos años, era el hotel "mejor aireado de París". Era el lugar elegido por aquellos años finales del siglo XIX por los pacientes que acudían al Instituto Pasteur para ser vacunados contra la rabia.

Fue en este hotel histórico propiedad del grupo hotelero Paris Rive Gauche donde nos alojamos durante el puente de la Constitución del año 2011, cuando viajamos por primera vez con Javier a París. Como siempre, lo elegimos en función de tres factores fundamentales: la situación, el precio y las buenas reseñas que leímos.

Recepción
La recepción con muebles directorio.

El lugar es magnífico, un edificio del siglo XVIII acoge las dependencias del hotel, 31 habitaciones que según la época del año y las ofertas disponibles pueden variar bastante de precio, ya que desde los 140 euros se puede encontrar habitaciones, lo cual para ser París, en un hotel muy cuidado y en esa localización excepcional no está nada mal. Aunque como siempre, la elección de las fechas es fundamental.


La decoración interior rinde homenaje a la época de la construcción: el estilo Directorio. Paredes de piedra, pilastras que soportan composiciones florales y cierto toque masculino, todo ello en las zonas comunes, pequeñas pero acogedoras. Las habitaciones son más femeninas, con telas que empapelan las paredes y que pueden resultar un poco agobiantes según la temática que nos toque, todo muy francés.

Habitación
Nuestra habitación en el Hotel des Grands Hommes.


La nuestra estaba decorada en tonos marrones con molduras de escayola dieciochescas, una cama francesa en una esquina dispuesta para para Javier, una fila de armarios en la entrada y un baño algo espartano, no muy grande, más feo que la habitación aunque con todo lo necesario para ser completo. Lo mejor sin duda era despertarse, quitar el vaho de las ventanas empañadas y asomarse a ver el magnífico Panteón al alcance de la mano.



Desde la ventana
Vista desde una de las ventanas de la habitación.


Como en muchos otros edificios hoteleros de París se utilizan las antiguas bodegas del subsuelo como salón de desayunos. Un desayuno continental con zumo, bollería, café y tostadas, quizás algo descompensado de precio, sobre todo si no entra en la tarifa de la habitación y hay que pagarlo aparte.

En la pequeña entrada destaca una placa que nos recuerda que aquí inventó André Breton, el padre del Surrealismo, junto con Philippe Soupault la llamada "escritura automática".

Placa
Placa recordando la estancia de André Breton.


La profesionalidad del personal de recepción está fuera de toda duda, nos ayudaron con algunas dudas que teníamos y fueron muy amables en todo momento.

Detalle
Detalle al hacer la cama de Javier.

Por todo esto que os he contado, este pequeño e histórico hotel es un lugar ideal para alojarnos en un lugar céntrico, tranquilo y con encanto en pleno centro de París y a un precio razonable.


Lo mejor del Hotel des Grands Hommes: su situación junto al Panteón.
Lo peor del Hotel des Grands Hommes: la decoración con telas, tan francesa, puede agobiar en algún momento.



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