Desde el Panteón, vista del Hotel des Grands Hommes. Es el edificio del medio. |
Según la "Viuda Dupré", quien lo dirigió hace muchos años, era el hotel "mejor aireado de París". Era el lugar elegido por aquellos años finales del siglo XIX por los pacientes que acudían al Instituto Pasteur para ser vacunados contra la rabia.
Fue en este hotel histórico propiedad del grupo hotelero Paris Rive Gauche donde nos alojamos durante el puente de la Constitución del año 2011, cuando viajamos por primera vez con Javier a París. Como siempre, lo elegimos en función de tres factores fundamentales: la situación, el precio y las buenas reseñas que leímos.
La recepción con muebles directorio. |
Nuestra habitación en el Hotel des Grands Hommes. |
La nuestra estaba decorada en tonos marrones con molduras de escayola dieciochescas, una cama francesa en una esquina dispuesta para para Javier, una fila de armarios en la entrada y un baño algo espartano, no muy grande, más feo que la habitación aunque con todo lo necesario para ser completo. Lo mejor sin duda era despertarse, quitar el vaho de las ventanas empañadas y asomarse a ver el magnífico Panteón al alcance de la mano.
Vista desde una de las ventanas de la habitación. |
Como en muchos otros edificios hoteleros de París se utilizan las antiguas bodegas del subsuelo como salón de desayunos. Un desayuno continental con zumo, bollería, café y tostadas, quizás algo descompensado de precio, sobre todo si no entra en la tarifa de la habitación y hay que pagarlo aparte.
En la pequeña entrada destaca una placa que nos recuerda que aquí inventó André Breton, el padre del Surrealismo, junto con Philippe Soupault la llamada "escritura automática".
Placa recordando la estancia de André Breton. |
La profesionalidad del personal de recepción está fuera de toda duda, nos ayudaron con algunas dudas que teníamos y fueron muy amables en todo momento.
Detalle al hacer la cama de Javier. |
Por todo esto que os he contado, este pequeño e histórico hotel es un lugar ideal para alojarnos en un lugar céntrico, tranquilo y con encanto en pleno centro de París y a un precio razonable.
Lo mejor del Hotel des Grands Hommes: su situación junto al Panteón.
Lo peor del Hotel des Grands Hommes: la decoración con telas, tan francesa, puede agobiar en algún momento.
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