12/3/15

Acuario de Gijón, una estupenda visita para ir con niños

La visita al Acuario de Gijón durante el verano de 2014 fue una de las cosas que más recuerda Javier de nuestros días en Asturias. 

Como viajamos con un niño de 8 años hay que amoldarse un poco a sus gustos y necesidades. Estas últimas son sencillas de cubrir, ya que se adapta muy bien porque está acostumbrado a moverse desde pequeño. Sin embargo ya va reclamando hacer algunas visitas que sean de su agrado.


Así, en la negociación del viaje le propusimos acercarnos hasta Gijón con el fin principal de pasear por la ciudad y visitar su Acuario; por supuesto, él estuvo totalmente de acuerdo.



Acuario Gijón vista


Tras un viaje no muy largo desde Llanes (donde teníamos el hotel), llegamos al centro de la ciudad y desde allí, dando un paseo, enseguida estábamos en la Playa de Poniente, junto a la que se encuentra el Acuario. 

Hacía un día espléndido de agosto, con bastante calor, así que agradecimos la buena temperatura del edificio del Acuario. No había mucha cola y enseguida comenzamos la visita, a la que dedicamos unas dos horas.

El Acuario de Gijón se inauguró en 2006 y por fuera no es un edificio especialmente atractivo, aunque por dentro (que es lo importante) la cosa cambia. 


Anémonas
Fondo de erizos de mar.

Los más de 2.000 metros cuadrados de exposición se reparten en 60 tanques de agua que a su vez se dividen en zonas de la Tierra.

La visita se inicia con las aguas de los ríos cantábricos, se continúa por el mar del mismo nombre y el Océano Atlántico y después se va pasando por los mares fríos, los arrecifes de coral, los mares templados, el Pacífico y el Índico y se vuelve a terminar en un puerto asturiano.

Volvimos un par de veces sobre nuestros pasos para buscar algún animal que se nos había pasado en un principio: así hicimos con la nutria, que nadaba como loca en su espacio dedicado en los ríos cantábricos.

Me gustó mucho la posibilidad que había en algunos tanques de meterse en unas burbujas  de cristal para observar de cerca el fondo, eso sí era un poco incómodo llegar por debajo hasta ellas.


Burbujas para observar

Javier mirando los esturiones desde su "burbuja" de observación.


Había también unas instalaciones acuáticas (la llamada zona "toca-toca") con anémonas y otros seres vivos que tenían muy poca profundidad y se podían apreciar desde muy cerca, como en una pecera casera. Unos carteles avisaban para que la gente no tocara, ya que se podía tener la tentación al estar tan accesibles.

 
Cabezas de morenas
Cabezas de morenas.

Un gran tanque central contiene la fauna de los oceános como los tiburones, tortugas enormes, meros o rayas. 

En la zona de las aguas frías están los pingüinos de Magallanes, pequeños y simpáticos (a mí siempre me parecen simpáticos estos animales), muy vivaces y "charlatanes"; estaban nerviosos porque llegaba la hora de su comida, y esperando un poco pudimos ver cómo entendían a las cuidadoras que les daban su ración diaria de pescado. Un exitazo entre los niños presentes.




Los corales de los arrecifes se muestran con toda la belleza de sus colores y animan los tanques en los que nadan los animales. 

Una de las ventajas del Acuario de Gijón es la enorme variedad de fauna submarina que hay. Se pueden observar ecosistemas muy variados en un espacio no muy grande, con lo que la visita no se hace pesada a los peques de la casa.


Fondos de coral
Fondos de coral.

Como se nos echó encima la hora de comer decidimos hacerlo en el restaurante del Acuario. El menú no era una maravilla, aunque bastante aceptable, con carne y pescado; y sobre todo pudimos disfrutar desde la terraza de la vista de la Playa de Poniente con el azul brillante del cielo. Destacaría sobre todo la simpatía y amabilidad del personal del restaurante, acostumbrados a tratar con niños y encantadores todos ellos.


Si tenéis la suerte de ir a Gijón y podéis acercaros, no dejéis de pasar por el Acuario de Gijón, interesante para peques y para grandes. 

Los acuarios son una excelente opción para conocer la biodiversidad marina, apreciarla y aprender a cuidarla.


Medusas
Tanque de medusas.

Datos prácticos del Acuario de Gijón:
Dirección: Playa de Poniente, s/n


Horario: todos los días de 10:00 a 19:00. En fines de semana y hasta mediados de julio, hasta las 20:00. Desde mediados de julio y agosto: todos los días hasta las 22:00.

Precios:  adultos 15€; niños entre 3 y 14 años 7,5€; menores de 3 años gratis.


3 comentarios :

  1. Yo estuve hace un par de años (sin niños, jejeje) y las medusas me encantaron!!

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    1. El tanque de las medusas es espectacular, efectivamente. Y todo el lugar es estupendo tanto para ir con niños, como sin ellos y disfrutar de los fondos marinos .

      Un saludo.

      Cristina.

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  2. Yo he visitado dos acuarios, Valencia y Osaka. Y me parecen sobre todo relajantes... Es una forma genial de acercarse al fondo del mar. Lo de las zonas toca-toca como dices que también hay en Gijón al principio dan un no se que... pero luego te animas y ya no puedes parar.
    Un abrazo

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