Si hay un tipo de espacio artístico que
me emocione especialmente, ese es el claustro. El claustro de iglesias,
conventos, abadías o palacios, porque los hay de todo tipo y cada cual más
bello o sorprendente.
El claustro aparece definido en el
"Diccionario visual de términos arquitectónicos" de la editorial
Cátedra como un "patio cuadrangular rodeado de una galería de arcos que
se apoyan sobre columnas o dobles columnas, generalmente anexo a un
edificio religioso y desde el que se accede a varias dependencias". Pero para mí son más que eso, son
espacios atractivos por su habitual belleza y lugares de recogimiento y
sosiego.
Hoy os traigo una selección de
claustros, 15 para ser exactos, elegidos por cinco bloggers amantes de los
viajes y del arte y que con su selección nos llevan de paseo artístico por
alguno de los más bellos.
¡Feliz paseo por los claustros!
1. Mar Vara de A un clic de la aventura nos lleva hasta Francia y luego nos muestra dos claustros en Burgos.
- Claustro de la Catedral de Burgos
Decir que la totalidad de la Catedral de Burgos es una maravilla, no es decir nada nuevo. Tengo la suerte de tener en casa esta joya del gótico español, así que de vez en cuando hago una visita sin prisas y deleitándome en sus mil y un detalles.
El claustro de la catedral es una de las zonas más bellas del templo, sobre todo desde la última restauración en la que le han sacado los colores, restaurando la policromía que tenía en su origen. El claustro consta de dos pisos y es un placer pasear tanto por el interior como por el exterior del mismo. Los días en los que luce el sol es un placer contemplar el espectáculo que provoca el reflejo de las vidrieras, que adornan los ventanales góticos, sobre el suelo del claustro. Me gusta pararme a contemplar la decoración de las puertas de acceso a las salas y la de las tumbas que se encuentran a lo largo de las paredes de los claustros. Podría estar toda la vida descubriendo detalles nuevos.
El claustro de la catedral es una de las zonas más bellas del templo, sobre todo desde la última restauración en la que le han sacado los colores, restaurando la policromía que tenía en su origen. El claustro consta de dos pisos y es un placer pasear tanto por el interior como por el exterior del mismo. Los días en los que luce el sol es un placer contemplar el espectáculo que provoca el reflejo de las vidrieras, que adornan los ventanales góticos, sobre el suelo del claustro. Me gusta pararme a contemplar la decoración de las puertas de acceso a las salas y la de las tumbas que se encuentran a lo largo de las paredes de los claustros. Podría estar toda la vida descubriendo detalles nuevos.
- Claustro de la Abadía de Gellone (Francia)
La Abadía de Gellone se encuentra en el
pequeño pueblo medieval de Saint-Guilhem-le-Désert, en la región de Languedoc,
Francia. Es el primer ejemplo de arte románico de Languedoc y forma parte del
Camino de Santiago.
Tiene un claustro románico de dos pisos,
que se usaba para separar a monjes y devotos, la parte inferior carece de
decoración en sus capiteles, y desconozco si era así en origen o si ha
desaparecido. La superior, que era la destinada a los monjes, si que tenía
capiteles decorados, por lo que he podido ver en fotografías, ya que esta parte
fue desmontada en 1905 y vendida. Actualmente, como pasa con muchos claustros
españoles, se encuentra en el museo The Cloisters de Nueva York.
La visita a este claustro en un día
luminoso de verano me produjo una sensación de paz que me invitaba a pensar, a
pasar un rato allí sentada, sin hacer nada más que contemplar la bonita
combinación de la piedra con el verdor del jardín central.
Pero al ver la falta del piso superior y
conocer su destino, sentí la misma rabia que siento en España ante tantos
claustros que han sido expoliados o vendidos al mejor postor.
Claustro de la Abadía de Gellone. |
- Claustro del Monasterio de Rioseco
El Monasterio de Santa María de Rioseco
es un monasterio cisterciense situado en el Valle de Manzanedo, Burgos.
Se trata de un monasterio en ruinas, que
desde el año 2008 se está empezando a consolidar y recuperar, gracias a la
labor de numerosos voluntarios.
El monasterio cuya construcción comenzó
en el siglo XIII, sufrió una serie de reformas, entre ellas la del claustro, ya
que el que se puede ver actualmente es del siglo XVII, de la época barroca.
Su imagen hoy en día es la de unas
ruinas con aire romántico, que muestran parte de la belleza que tuvo en su época
de esplendor. Me encanta pasear por estas ruinas e imaginarme cómo sería cuando
estaba totalmente en pie, y cómo sería la vida de los monjes que lo habitaban.
Claustro del Monasterio de Rioseco (Burgos). |
2. Florencio Moreno Anega de Mundandy nos conduce por tres
claustros espectaculares: uno español, otro francés y el tercero portugués.
Sin duda, tres países en los que se pueden encontrar magníficos ejemplos de
estos espacios.
- Claustro del Silencio (Monasterio de
Alcobaça, Portugal)
Construido a comienzos del siglo XIV, el
denominado Claustro del Silencio del monasterio de Alcobaça (Portugal) hace
honor a su nombre, dado por la prohibición que tenían los monjes de pronunciar
palabra en este lugar. Fue encargado por el rey Dom Dinis, de quien se afirma
que era el primer monarca luso que sabía leer, y doy fe de disfrutar, aunque
solo sea por unos momentos de la calma que allí reina, engrandece el intelecto.
Arquitectónicamente se relaciona con el
estilo gótico habitual de la época, aunque el piso superior es posterior y se
entronca ya con las tendencias renacentistas predominantes en el siglo XVI.
Claustro del Silencio en Alcobaça (Portugal) |
- Claustro de Saint Salvi (Colegiata de
Saint Salvi, Francia)
Anterior es el claustro de Saint Salvi,
que ocupa un lugar preeminente en la colegiata homónima de la ciudad gala de
Albi. Construido en la segunda mitad del siglo XIII muestra un estilo de
transición del románico al gótico, como puede apreciarse en los capiteles que
coronan sus delicadas columnas. Lamentablemente, fue mutilado durante la
Revolución Francesa y hoy día tan solo perdura el ala sur que, de todos modos,
es suficiente para apreciar el reposo del alma que debían sentir los
monjes en lugar tan excepcional.
Claustro de Saint-Salvi en Albi (Francia) |
- Claustro de Silos (Monasterio de Santo Domingo de Silos):
Y terminamos con "el
claustro", la construcción más extraordinaria de este estilo que jamás mis
ojos tuvieron la oportunidad de contemplar. Construido en el monasterio burgalés
de Santo Domingo de Silos durante la segunda mitad del siglo XI y la
primera del siglo XII, el claustro de Silos consta de dos plantas, que se
disputan el honor de ser escultóricamente más relevante que su vecina. Sus
capiteles son auténticas obras maestras del románico y muestran diferentes
escenas bíblicas. Pero que hace a este lugar realmente único es su
habitante más ilustre, el famoso ciprés a quien Gerardo Diego compuso un famoso
soneto y que allí sigue, todavía y espero que por siempre "acongojando al
cielo con su lanza".
Claustro de Silos, paradigma de todos los claustros. |
3. Con Kris por el Mundo cruzamos el charco para ir hasta Perú, nos vamos a Lisboa y también nos acercamos a la bonita ciudad de Soria.
- Monasterio de los Jerónimos (Lisboa):
En la mayoría de los claustros que conozco
no me ha costado nunca imaginar a monjes o monjas paseando bajo sus arcadas o
cuidando su jardín, pero en el de los Jerónimos solamente me vienen a la mente
nobles y capitanes de barco recién llegados del otro lado del Océano. Y es que
este claustro parece más un palacio que un lugar que pertenezca a un
monasterio. Su decoración en estilo manuelino está llena de detalles
decorativos (esfera armilar, cabos marineros, temas religiosos, hornacina,
medallones) que podrían hacerle resultar recargado y que, sin embargo, le dotan
de equilibrio y uniformidad. Me encanta pasear por este claustro lleno de luz y
que sin duda me trae a la mente aquella época en la que el mundo era casi un
mapa en blanco que empezaba a tomar forma.
El claustro manuelino del Monasterio de los Jerónimos en Lisboa. |
- San Juan de Duero (Soria):
Al borde del río que le da nombre, el
claustro del monasterio románico de San Juan de Duero es un lugar que recuerda
a Bécquer y sus leyendas. A pesar quedan partes del claustro, este es sin duda
uno de los más emblemáticos de la capital soriana y pasear bajo sus crujías es
hacerlo bajo la historia y el arte de esta capital castellana. Sin duda su
peculiaridad, unida a ser las ruinas de un monasterio, radica en los diferentes
estilos que en él se pueden contemplar. Arcos románicos en uno de sus lados que
se apoyan sobre parejas de columnas, en otro de los lados. Y en los otros
dos laterales arcos entrecruzados. Un lugar impresionante que parece la suma de
tres diferentes y que si se visita en invierno puede tener un aspecto
misterioso rodeado de la niebla que llega del cercano Duero.
Claustro de San Juan de Duero en Soria. (Imagen de Borjaanimal con licencia Creative Commons BY-SA-3.0.es) |
- Monasterio de Santa Catalina
(Arequipa):
Este monasterio es como un ciudad dentro
de otra, un lugar pensado como residencia para monjas de buena familia. Allí
tenían espacios que iban desde grandes baños a plazas que funcionaban como
zocos. Pero sobre todo llaman la atención los diferentes claustros que hay en
el recinto, cada uno de ellos de un color más llamativo que el anterior. Todo
allí es luz, vegetación, arcos y celdas de las monjas y novicias. Merece la
pena ver cada una de ellas ya que no hay dos iguales puesto que era la familia
de la joven (o no tan joven) la que además de la dote al monasterio se
encargaba de construir lo que serían las habitaciones de la futura monja. Cada
una de ellas tenía una cocina, una sala para su sirvienta y por supuesto una
gran estancia que hacía las veces de dormitorio y sala de estar. Y al abandonar
esas cómodas habitaciones fuera estaba el claustro al que también se abrían los
confesionarios o el refectorio. Uno no puede imaginar a unas monjas sobrias y
serías en este lugar... más bien todo lo contrario.
4. Jordi, de Mil Viatges nos conduce hasta Reino Unido y Portugal, además de acercarse a Sevilla con un claustro muy especial.
- Catedral de Salisbury (Reino Unido):
Colorista claustro del Monasterio de Santa Catalina en Arequipa, Perú. |
4. Jordi, de Mil Viatges nos conduce hasta Reino Unido y Portugal, además de acercarse a Sevilla con un claustro muy especial.
- Catedral de Salisbury (Reino Unido):
La Catedral de Salisbury no es solo una
de las más bonitas del gótico inglés, si no que además, tiene el mayor de los
claustros que se pueden encontrar dentro de las catedrales del Reino Unido. Fue
añadido en 1284 y su bellísima tracería gótica lo sitúa también entre los más
bellos. Entre las estancias que se abren al claustro destaca, en gran medida,
la Sala Capitular, de estructura poligonal y con una preciosa cúpula que
descansa sobre un único pilar central. Antaño sala de reuniones del cabildo
catedralicio, en la actualidad es la custodia de una de las 4 copias de la
Carta Magna Británica (y además, la mejor conservada), uno de los documentos más
importantes del estado.
El impresionante claustro de la Catedral de Salisbury. |
- Claustro del Patio de las Doncellas del Alcázar de Sevilla:
El Real Alcázar de Sevilla, cuya primera
construcción se pierde en la memoria del tiempo, pues se construye sobre un
antiguo asentamiento romano, empieza a tomar la forma actual a partir del siglo
VIII tras la conquista árabe. Sin embargo, algunas de sus más espectaculares
estancias corresponden ya al periodo cristiano. Entre ellas, destaca el Patio
de las Doncellas, del siglo XVI, de forma rectangular y con dos claustros
superpuestos en la planta baja y en el primer piso. Las dobles columnas de mármol
sustentan unos preciosos arcos de medio punto, pero no góticos, si no de
evidente inspiración morisca, que suponen una de las obras culminantes del mudéjar
andaluz.
Claustro del Patio de las Doncellas en el Alcázar de Sevilla. |
- Catedral de Oporto (Portugal)
La Catedral de Oporto, popularmente
conocida como La Se, es un edificio iniciado en el siglo XII en estilo románico,
como atestigua su fachada, pero cuya evolución y ampliación posterior se sitúa
ya en tiempos del gótico. El claustro de la Se, construido en granito local,
pertenece ya al estilo gótico, como podemos comprobar con su bella tracería,
sustentada en dobles columnas con capiteles o sus bóvedas de crucería. Sin
embrago, si por algo llama la atención este claustro, es por la bellísima
decoración dispuesta en la práctica totalidad del corredor interior, ya del
siglo XVIII, donde se utilizaron azulejos que representan la vida de la Virgen
y otras escenas religiosas. Es una muestra más de este arte, el azulejo, tan
presente en Portugal, y que supone una auténtica seña de identidad del país
luso.
5. Termino el paseo yo misma con una selección que pasa por Italia, Francia y acaba en mi ciudad, Salamanca, con uno de sus más bellos y menos conocidos claustros.
- Claustro de la iglesia de Los Jacobinos (Toulouse)
El espacio conventual de Los Jacobinos se encuentra en todo el centro de la bonita ciudad de Toulouse. Si la iglesia de una única nave es paradigmática en el gótico meridional francés, el claustro (por el que merece la pena pagar la entrada) es una joya de silencio y delicadeza. Edificado durante los siglos XIII y XIV con el material tolosano por excelencia, el ladrillo, tiene un color especial y y las columnas pareadas de piedra alternan dándole un toque claro. En los capiteles se encuentran animales, vegetales y figuras más o menos grotescas, mientras que en el centro se elevan varios árboles rodeando el brocal del habitual pozo.
El conjunto es espectacular ya de por sí con la iglesia; si además le añadimos este espacio de paz y serenidad, la experiencia será completa. En esta iglesia se encuentran enterrados los restos del filósofo dominico (orden a la que perteneció el templo) Santo Tomás de Aquino.
- Claustro del monasterio de Santa Chiara (Nápoles)
En mitad del bullicio napolitano, justo en plena Spaccanapoli, como llaman los lugareños al decumano que atrevesaba el barrio antiguo, se sitúa el Monasterio de Santa Chiara. La primera piedra del lugar se puso en 1310 por Roberto de Anjou y en principio estaba destinado a ser última morada de los monarcas de la dinastía angevina. En Santa Chiara se celebraban ceremonias y juntas del reino de Nápoles. Mientras que la iglesia sorprende por su austeridad franciscana, la voluptuosidad del claustro llama la atención.
Los arcos son sencillos y proceden del siglo XIV, mientras que el jardín se renovó por completo en el XVIII y fue diseñado por Vaccaro, quien colocó pilares octogonales que se unen mediante bancos, y todo se cubre con azulejos de mayólica pintados a mano que le proporcionan esa sensación inigualable de jardín mediterráneo, de naranjos y belleza, de colorido y canciones.
Parece mentira que en el centro de la bulliciosa Nápoles se encuentre este remanso de paz y olores que es el bello claustro de Santa Chiara.
- Claustro del Convento de las Dueñas (Salamanca)
Si tuviera que elegir un solo claustro en mi ciudad natal, y es mucho decir, elegiría éste. Es pequeño, discreto y está algo escondido, situado frente a la maravillosa mole de los Dominicos. Pues bien, es de obligación para el visitante o el lugareño entrar por lo menos una vez aquí.
El claustro, al que se pasa después de atravesar algunas dependencias, se levanta en dos alturas (que se pueden visitar) y tiene una curiosa forma pentagonal irregular, ya que el convento se edificó donde antes había una mansión mudéjar (de la que quedan algunos arcos de azulejos). El piso inferior está formado por arcos rebajados mientras que el superior son arcos mixtilíneos. La decoración plateresca típica del renacimiento salmantino se explaya en la planta baja con medallones y capiteles que en la planta de arriba se retuercen en curiosísimos personajes fantásticos que parecen saltar desde las alturas al jardín dejando poco espacio vacío de ornato.
Esta ha sido nuestra selección, quince claustros, quince rincones de arte para el sosiego, la lectura o el paseo de los religiosos que los han disfrutado, de los nobles que los han patrocinado y de los visitantes que nos acercamos a ellos siempre que podemos.
Claustro de la Catedral de Oporto. |
5. Termino el paseo yo misma con una selección que pasa por Italia, Francia y acaba en mi ciudad, Salamanca, con uno de sus más bellos y menos conocidos claustros.
- Claustro de la iglesia de Los Jacobinos (Toulouse)
El espacio conventual de Los Jacobinos se encuentra en todo el centro de la bonita ciudad de Toulouse. Si la iglesia de una única nave es paradigmática en el gótico meridional francés, el claustro (por el que merece la pena pagar la entrada) es una joya de silencio y delicadeza. Edificado durante los siglos XIII y XIV con el material tolosano por excelencia, el ladrillo, tiene un color especial y y las columnas pareadas de piedra alternan dándole un toque claro. En los capiteles se encuentran animales, vegetales y figuras más o menos grotescas, mientras que en el centro se elevan varios árboles rodeando el brocal del habitual pozo.
El conjunto es espectacular ya de por sí con la iglesia; si además le añadimos este espacio de paz y serenidad, la experiencia será completa. En esta iglesia se encuentran enterrados los restos del filósofo dominico (orden a la que perteneció el templo) Santo Tomás de Aquino.
Claustro de Los Jacobinos en Toulouse. |
- Claustro del monasterio de Santa Chiara (Nápoles)
En mitad del bullicio napolitano, justo en plena Spaccanapoli, como llaman los lugareños al decumano que atrevesaba el barrio antiguo, se sitúa el Monasterio de Santa Chiara. La primera piedra del lugar se puso en 1310 por Roberto de Anjou y en principio estaba destinado a ser última morada de los monarcas de la dinastía angevina. En Santa Chiara se celebraban ceremonias y juntas del reino de Nápoles. Mientras que la iglesia sorprende por su austeridad franciscana, la voluptuosidad del claustro llama la atención.
Los arcos son sencillos y proceden del siglo XIV, mientras que el jardín se renovó por completo en el XVIII y fue diseñado por Vaccaro, quien colocó pilares octogonales que se unen mediante bancos, y todo se cubre con azulejos de mayólica pintados a mano que le proporcionan esa sensación inigualable de jardín mediterráneo, de naranjos y belleza, de colorido y canciones.
Parece mentira que en el centro de la bulliciosa Nápoles se encuentre este remanso de paz y olores que es el bello claustro de Santa Chiara.
Claustro de azulejos y colorido en el Monasterio de Santa Chiara, Nápoles. |
- Claustro del Convento de las Dueñas (Salamanca)
Si tuviera que elegir un solo claustro en mi ciudad natal, y es mucho decir, elegiría éste. Es pequeño, discreto y está algo escondido, situado frente a la maravillosa mole de los Dominicos. Pues bien, es de obligación para el visitante o el lugareño entrar por lo menos una vez aquí.
El claustro, al que se pasa después de atravesar algunas dependencias, se levanta en dos alturas (que se pueden visitar) y tiene una curiosa forma pentagonal irregular, ya que el convento se edificó donde antes había una mansión mudéjar (de la que quedan algunos arcos de azulejos). El piso inferior está formado por arcos rebajados mientras que el superior son arcos mixtilíneos. La decoración plateresca típica del renacimiento salmantino se explaya en la planta baja con medallones y capiteles que en la planta de arriba se retuercen en curiosísimos personajes fantásticos que parecen saltar desde las alturas al jardín dejando poco espacio vacío de ornato.
Planta superior del claustro de las Dueñas en Salamanca. |
Esta ha sido nuestra selección, quince claustros, quince rincones de arte para el sosiego, la lectura o el paseo de los religiosos que los han disfrutado, de los nobles que los han patrocinado y de los visitantes que nos acercamos a ellos siempre que podemos.
Me iba a cualquiera de ellos, son el lugar perfecto para un paseo calmado y sobre todo para ir con tiempo y sentarse a disfrutarlos. Geniales cualquiera de los elegidos.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo también iría ya mismo a pasar un largo rato a cualquiera de ellos, especialmente a los que no conozco en persona y por eso me atraen aún más.
EliminarUn abrazo y mil gracias por tu participación.
Cristina.
Fenomenal conjunto de claustros y de estilos bien variados. Uno no sabe con cuál quedarse, aunque confieso que el de los Jerónimos de Lisboa, es para mi gusto, el más bonito del mundo. Un abrazo y gracias por incluirme en la lista!
ResponderEliminarGracias, Jordi. Doblemente por tu participación y por tus palabras. Los Jerónimos es magnífico pero me atrae mucho el de Oporto con sus azulejos, y el del Alcázar de Sevilla y su embrujo andaluz....No sé, cada uno es una maravilla y todos merecen un rato en paz y tranquilidad.
EliminarUn abrazo.
Cristina
Muchas gracias por haber podido colaborar en este post tan especial, me encantan los claustros, son sitios muy especiales y que me encanta descubrir. Conozco varios de ellos y a los demás ya les he incluido en la lista de pendientes. En la provincia de Burgos tenemos muchos de ellos que son verdaderas joyas y otros cuantos que fueron vendidos y que ya no podemos contemplar, esperemos que sea algo que no vuelva a pasar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a ti Mar, ¡qué bonitos son los claustros que has sugerido! el de la catedral de Burgos me ha cautivado y no lo recuerdo de la vez que estuve por allí. Razón de más para volver a tu tierra.
EliminarUn abrazo.
Cristina.
Santa Chiara es escandalosamente original! Mira que he ido a Italia, pero no he estado en Nápoles nunca, tomo nota para el futuro. En España no nos podemos quejar, desde luego: Burgos, Soria, y todo lo que es mudéjar es una obra de arte. Los Jerónimos de Belén me impactó muchísimo, tanto por fuera como por dentro. Habéis hecho una compilación estupenda!! Excelente post!
ResponderEliminar¡Oh! Nápoles te encantará, si te gusta Italia no te decepcionará y Santa Chiara es como el paraíso en mitad del bullicio del centro histórico napolitano.
EliminarMe alegro de que te haya gustado el post. Cuando gente de valía tiene cosas que aportar salen estos resultados tan estupendos.
Un abrazo.
Cristina.
Maravillosos todos, tanto los que he visitado como los que no. Me parece un post con un concepto muy original y un resultado excelente. Muchas gracias por contar conmigo.
ResponderEliminarMuchas gracias Florencio...La idea surgió este verano, precisamente visitando las Dueñas...y pensando que con todos los que hay sería buena idea que entre varias personas diéramos sugerencias de estos espacios tan especiales....Mil gracias por participar y me alegro de que te guste el resultado.
EliminarUn abrazo fuerte.
Cristina.
Una gran recopilación! Yo también opino que el claustro es una de las partes más bonitas de los grandes edificios. Es difícil elegir uno, pero me quedo con el claustro del Monasterio de los Jerónimos de Lisboa.
ResponderEliminarGracias Meraviglia, es que tengo debilidad por ellos y creo que es por las sensaciones que suelen transmitir. El de los Jerónimos es desde luego una preciosidad.
EliminarUn saludo.
Cristina.
Me gusta lo del sosiego, casi que lo aprecio más que el valor arquitectónico propiamente dicho. Nos quedamos con el de la Catedral de Salisbury y el del convento de las dueñas en Salamanca. Un post muy original! Saludos!
ResponderEliminarIgual me pasa a mi, casi es más las sensaciones que transmiten que el propio valor del edificio....¡que es mucho en estos casos! El de Salisbury no lo conozco pero el de las Dueñas lo disfruto de vez en cuando y no puede ser más bello. Además, las monjas hacen unos dulces buenísimos y artesanales.
EliminarUn abrazo.
Cristina.
Pues nada, ya tienes buenos motivos para visitar los demás y quedarte admirada. Pero, ¿a que esos dos visitados ya son mucho en cuanto a belleza y paz?.
ResponderEliminarUn saludo.
Cristina.
¡Qué pasada! Hay muchos que no conozco, pero me los apunto todos porque me han parecido maravillosos todos!
ResponderEliminarQué buena entrada, un saludo
Carmen
Muchas gracias Carmen. Efectivamente, son todos preciosos, hay unos cuantos que no conozco y no tengo perdón (como el de Silos, por ejemplo). Gracias al buen hacer de los compañeros que han participado ha quedado tan hermoso este post.
EliminarUn saludo.
Cristina.
Preciosos todos.
ResponderEliminarEnhorabuena! Pero creo que te has olvidado una de las joyas góticas: el claustro de San Juan de los Reyes en Toledo. Para mí, el más bello d todos. Un saludo y gracias por este paseo.
ResponderEliminarNo soy especialmente creyente o practicante, pero caminar por esos claustros venerables y tan llenos de historia me emociona desde siempre. No cabe duda de que son auténticas joyas, muchas de las cuales las tenemos a tiro de piedra. Quedan apuntadas, muchas gracias.
ResponderEliminarMuy interesante y didáctica esta entrada. Añadiría el claustro del monasterio de Ripoll. Saludos blogueros, LoBo BoBo
ResponderEliminarAún no conozco Ripoll, aunque ahora añadiría otros cuantos claustros más. Quizás para un próximo post. Un saludo.
Eliminar