Es una historia pequeña, mínima como decía aquella película argentina, pero que tiene un componente humano que me ha conmovido y que hace que quiera compartirla.
Una historia mínima y viajera
Pocas veces soy consciente de quién lee lo que escribo, amigos y familiares aparte. No me suelo imaginar a los lectores que están detrás de una pantalla de ordenador, un móvil o una tablet. Pero el pasado lunes tuve la oportunidad de ponerle cara, edad e incluso circunstancias vitales a uno de ellos.
Estaba yo de "resaca" post-primera comunión, con el peque comprando en el súper a última hora de la tarde, cuando vi en el móvil un montón de mensajes seguidos que llegaban al Facebook del blog. Me sorprendió y miré por encima, ya que estaba con la cesta de la compra y en la caja para pagar.
Ya en la calle leí que contactaba conmigo una persona acerca de unas fotos que había visto en un post y que me preguntaba si tenía más. Tras llegar a casa y sentarme con calma a ver los mensajes, no pude dejar de sorprenderme un montón: un niño en el año 2004 que tocaba en el viaducto de La Polvorilla se había reconocido en una foto que puse en el artículo dedicado al Tren a las Nubes y quería saber si le podía facilitar más imágenes.
Busqué en los cd de fotos y me encontré con la foto que él buscaba: la de los cuatro hermanos tocando en 2004 y además un pequeño vídeo en el que también aparecen.
Los hermanos de Jonatan y él mismo tocando en San Antonio de los Cobres, año 2004. |
Inmediatamente le contesté al mensaje y me contó su historia que, con su permiso, paso a explicaros.
Es la historia de Jonatan Romaldo, que en 2004 (año de las fotos y de nuestro viaje a Argentina), tenía 11 años y solía ir a las paradas del "Tren a las Nubes" en el Viaducto o en San Antonio de los Cobres para ganar algo de dinero.
Nunca tuvieron cámara de fotos ni de vídeo con la que dejar testimonio de esos días y "sólo nos queda hablar de esos lindos momentos cuando nos reunimos". Tiene dos hermanos pequeños que siguen haciendo música y según dice "al mostrarles esas fotos demuestra nuestra niñez y se sentirán orgullosos de lo que fuimos desde niños".
En la foto se puede ver a Jonatan tocando el siku, con capucha azul; su hermano mayor toca el charango, el menor el bombo y su hermanita, un instrumento llamado patitas o chas-chas.
Ahora se encuentran separados por motivos laborales pero "siguen guardando el amor por la música" y el recuerdo de los días que pasaban juntos en el Viaducto.
Esta es la foto en la que Jonatan se reconoció. |
Y ésta es la historia, pequeña y sencilla de un chico que se descubrió en internet, mientras se buscaba para guardar su imagen de niño y poder mostrársela a sus hermanos pequeños.
Una historia que sin la red de redes y sin "Ida y Vuelta" no hubiera existido, una historia de encuentros a través de los años y de las imágenes.
Divina historia! Q lindo! 😊 Emocionante
ResponderEliminarQue emocion y que alegría tan grande saber de alguien tantos años despues
ResponderEliminarQué gran historia Cris! Me imagino lo emocionante que tuvo que ser leer esos mensajes y para Jonatan encontrar esas fotos!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
Qué hermoso, qué increíble cuando suceden estas cosas!
ResponderEliminarPermitime la anécdota: "también en el norte argentino, en Humahuaca, Jujuy estuve fotografiando a un grupo de niños en la celebración del pesebre. Pasó el tiempo, y una señora me escribe agradeciéndome por las fotos y el relato de esa tarde. Era la mamá de uno de esos niños y organizadora de aquel evento!
Te dejo un abrazo y el deseo de que sigan los buenos rumbos!!!