13/6/16

Monasterio de La Rábida, Huelva

Durante nuestra estancia en el Algarve nos acercamos un día a visitar algunos lugares de Huelva cercanos y que no conocíamos. Entre ellos estuvo el Monasterio de Nuestra Señora de la Rábida, lugar colombino por excelencia ya que desde él partió Colón con las tres naves en su viaje a lo que pensaba eran las Indias.


Visitar el Monasterio de La Rábida en Huelva



Fue una visita interesante y didáctica aunque con el calor húmedo propio de un mes de agosto. El monasterio, aunque realmente es un convento, se sitúa en el municipio de Palos de la Frontera y sorprende al visitante que recorre su explanada delantera, con su fachada andaluza de cal.

Llegamos a primera hora de la tarde con un cielo blanquecino de puro bochorno y agradecimos enormemente el grosor de los muros conventuales que parecía nos protegían del calor.

Monasterio de La Rábida fachada


El monasterio, de la Orden Franciscana, se divide en tres grandes partes: la iglesia, el claustro de la hospedería y el claustro de la comunidad. En éste vivía una comunidad de 12 frailes en memoria de los 12 apóstoles de Jesús.

Fue fundado en 1261, a tan sólo 13 kilómetros de la ciudad de Huelva y en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel. Llama la atención que con tanta antigüedad en estos muros haya elementos barrocos en su construcción y es que el fatídico terremoto de Lisboa de 1755 hizo estragos en esta zona de Andalucía y el monasterio tuvo que someterse a obras en estilos muy posteriores a los de su fundación.

Cristóbal Colón llegó aquí en el año 1485 y puso en conocimiento de la comunidad su sueño de alcanzar las Indias Orientales a través de una ruta no demasiado explorada anteriormente. Desde ese momento contó con la ayuda de dos frailes: fray Juan Pérez y fray Antonio de Marchena quienes facilitarían, entre otras muchas cosas, el contacto del almirante con marinería de la zona. 

Sin ir más lejos, de Palos de la Frontera fue Martín Alonso Pinzón, armador que puso medios económicos y humanos para la empresa colombina. Llegó gravemente enfermo del primer viaje y murió en el Monasterio, donde se encuentra enterrado.

Monasterio de La Rábida, fresco de Vázquez Díaz


En el Monasterio te facilitan una audioguía bastante interesante que te va relatando de modo ameno la historia e historias del lugar y de los protagonistas de la misma que pasaron por allí.

Una de las estancias que llama la atención al poco de entrar es la que alberga los monumentales frescos de Vázquez Díaz con una alegoría del Descubrimiento. De modo cuasi idílico transmite el pintor la relación de los españoles con el Nuevo Mundo y distintos momentos previos al primer viaje colombino. Fueron realizados por interés personal de Alfonso XIII a partir del año 1927.

La iglesia es un espacio de confluencia de estilos. Un arco almohade, un artesonado neomudéjar o la imagen de Cristo que la preside, del siglo XV, son algunos de los elementos de interés. En una capilla se encuentra la imagen que da nombre al Monasterio: Nuesta Señora de la Rábida- Virgen de los Milagros.

El espacio "estrella" del lugar es sin duda el llamado "claustro mudéjar". Está lleno de encanto, quietud y sosiego y los azulejos del patio le confieren esa mezcla única que hay en Andalucía y que te lleva a tierras orientales en detalles así.

Se trata de uno de los pocos espacios originales del siglo XV que sobrevivió al terremoto y que fue ampliado con un segundo piso siglos después para dotarlo de carácter defensivo ante posibles ataques piratas.

En varios de sus lados podemos ver original decoración mudéjar pintada al fresco y completada siglos después. En un lateral se sitúa la llamada Sala de Conferencias y el refectorio. En la primera, dice la tradición, se encontraba Colón con fray Juan Pérez y allí le contaba en secreto sus proyectos viajeros.

Monasterio de La Rábida claustro mudéjar


En la Sala Capitular, también llamada celda del Padre Marchena, se han situado otras conversaciones importantes entre Colón y dicho fraile y con Martín Alonso Pinzón.

Como suele suceder hay poca exactitud a la hora de relacionar enclaves físicos con situaciones históricas y de las pocas cosas de las que hay constancia real es la oración de Colon y sus marinos ante la imagen de la Virgen antes de partir. Dicha escultura, de pequeño tamaño y realizada en alabastro, procede posiblemente de Francia y está fechada en el siglo XIV. Se le atribuyen muchos milagros y, como curiosidad, se trata de la única imagen mariana coronada por Juan Pablo II en territorio español. Dicha coronación tuvo lugar en 1993.

Muy cerca del Monasterio se encuentra el llamado "Muelle de las Carabelas" con reproducciones realizadas para 1992 y que son interesantes de visitar para ver que el tamaño de las mismas no era tan grande como uno imagina y que la vida a bordo en esa época era realmente dura. Parece mentira que se pudieran llevar a cabo viajes así de largos y sobre todo que los marinos sobrevivieran a unas condiciones de salubridad, alimentación y vida en general realmente terribles a ojos del siglo XXI.

Y hasta aquí el recorrido de este Monasterio. Un lugar singular para ir con niños, ellos disfrutarán de la historia y de la oportunidad de subirse a las reproducciones. Así soñarán con viajes tan lejanos como los de Colón. 

Monasterio de La Rábida, Muelle de las Carabelas


Datos prácticos del Monasterio de La Rábida en Palos de la Frontera.

Tarifas:

Precio individual: 3,50€
Unidad familiar: 8€
Niños hasta 5 años gratis.

Horarios:

Lunes: cerrado
Martes-sábado: 10:00- 13:00 y de 16:00-18:15 en invierno. En verano hasta las 19:00
Domingos y festivos: apertura a las 10:45, el resto es igual.


2 comentarios :

  1. Hace unos meses trajeron al puerto de Alicante una de las tres carabelas de Colón. Era una exhibición itinerante o algo así. Me pareció impresionante cómo con un trozo de madera que parece tan endeble se atrevieran a cruzar el atlántico. Me he quedado con ganas de visitar más lugares relacionados como este monasterio.

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  2. Bonito monasterio con gran historia, y lo de las audioguías, si son entretenidas, me parecen la solución perfecta para visitar gran parte de los monumentos por los que pasamos.
    Un abrazo

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