Merece la pena alejarse del centro histórico (solamente un poco) para acercarnos a esta joya del arte. Aquí os cuento por qué.
Visitar San Zeno, la joya románica de Verona
El paseo desde el centro histórico es de los más agradables y en poco más de 15 minutos, si no te entretienes o llegas dando un rodeo como nosotros, estarás ante la fachada principal.
San Zeno fue construida entre 1123 y 1135 para acoger los restos del patrón de Verona que le da nombre. Destaca por su estilo románico ornamentado. La fachada oeste, que llama tanto la atención aunque se entra por una puerta lateral, está dividida en tres cuerpos.
En el central la portada está precedida por un baldaquino cuyas columnas son sostenidas por leones y en los alquitrabes del mismo aparece la serie de los meses del año. A ambos lados del arco que lo forma las estatuas de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista parecen guardarlo.
Sobre la puerta se encuentra un relieve de San Zeno venciendo al demonio. A ambos lados de la imponente portada hay dieciocho bajorrelieves esculpidos en torno a 1140, en mármol, con escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
Algunas de estas escenas se atribuyen al Maestro Nicolò quien también trabajó en la catedral de Ferrara. Estos bajorrelieves realizados en mármol se encuentran muy bien conservados y permiten hacer un recorrido con mirada medieval de las Sagradas Escrituras.
Conviene fijarse en la puertas de la basílica, protegidas por otra de madera oscura, se pueden ver tranquilamente desde la nave central del templo y merece la pena ya que están realizadas con entrepaños de bronce y divididas cada una de ella en 24 escenas.
En estas puertas, iniciadas en época románica y terminadas en el gótico, se pueden ver momentos de la vida de San Zeno y escenas bíblicas. Son tremendamente originales y sorprendentes en su expresividad para una época tan temprana.
El acceso a la basílica de San Zeno está en un lateral de esta fachada de impresión. Tras pagar la entrada se pasa al claustro y desde este a la iglesia. El claustro merece un paseo tranquilo alrededor. Es bastante grande y como todos los claustros es capaz de proporcionar serenidad al visitante más estresado con su hilera de columnas pareadas de fuste liso y grácil.
Los arcos poco a poco se van apuntando, según se iba avanzando en la construcción ya en época gótica. Un pequeño edículo sobresale hacia el interior del espacio ajardinado, también grácil y atractivo, como todo el lugar.
Por uno de los lados del claustro se pasa al interior de la basílica, sencilla de líneas e impresionante en los detalles artísticos. De tres naves e inspirada en las basílicas romanas, cuenta con varios elementos de interés.
Así el techo de la nave central impresiona al visitante con su forma de quilla. Fue realizado en 1386 cuando se realizó una reconstrucción del ábside.
Se divide la iglesia en tres espacios claramente diferenciados: la parte dedicada a los fieles, en una altura intermedia, el presbiterio que está elevado y la cripta.
La sencillez de formas del templo se rompe súbitamente con el impresionante colorido de los frescos que aparecen a mano derecha, en la parte dedicada al pueblo.
Los frescos de las iglesias siempre me han llamado la atención cuando viajo a Italia y me encuentro con tesoros semejantes. Aquí somos mucho más sobrios en la decoración interior, basada con frecuencia en la estatuaria.
Estos frescos datan de los siglos XIII y XIV y entre todos los que podemos ver destacan la Virgen entronizada, la Virgen con donantes o un gran San Cristóbal (tan frecuente en todos los templos medievales).
Las pinturas al fresco continúan en la pared de la escalera por la que se sube al presbiterio. Aquí podemos ver escenas de la muerte y resurrección de Lázaro, a San Jorge y el dragón y otras imágenes de la Virgen en el trono.
La alternancia de los elementos constructivos que forman líneas de diferente color es típica de los edificios románicos de Verona. El ladrillo y la toba de color marfil enriquecen estos interiores ya de por sí atractivos.
Una de las obras de arte más importantes de San Zeno preside el presbiterio. Se trata de un tríptico de Andrea Mantegna que muestra a la Virgen con el Niño rodeada de santos. Fue realizado entre 1457 y 1459. Las pinturas de la predela sustituyen a las originales (también de Mantegna) que fueron saqueadas en época de Napoleón y se encuentran en Francia.
No obstante, aquí podemos disfrutar de tres obras del maestro renacentista del Quattrocento y que tanto contrastan por su colorido y movimiento con los frescos que adornan las paredes del templo.
A modo de iconostasio bizantino las estatuas que representan a Cristo y los Apóstoles se levantan mirando a la iglesia baja desde el presbiterio.
Merece la pena asomarse entre ellas para apreciar la nave central, la cubierta de madera y la construcción bícroma de toda la iglesia.
No podemos terminar la visita sin bajar a la cripta. Está abovedada y en ella se guardan los restos de San Zeno, quien fue el primer obispo de Verona allá por el año 362 y que murió en el 380.
Todo un bosque de columnas con capiteles historiados que sostienen los arcos apuntados y las bóvedas de crucería dotan a este espacio de recogimiento de un carácter casi místico.
Como en tantas iglesias italianas el campanario o campanile se encuentra exento y se eleva hasta los 72 metros de altura. Su construcción se inició en el año 1045 y fue terminado en 1178.
Horario de apertura de la basílica de San Zeno:
Invierno (noviembre-febrero)
Domingo: de 12:30 a 17:00
Resto de la semana: 10:00 a 13:00 y de 13:30 a 17:00
Verano (marzo-octubre)
Domingo: 12:30 a 18:00
Resto de días: 8:30 a 18:00
hola!
ResponderEliminarvaya preciosidad de Basilica no? no habia visto nada sobre ella hasta este post
cuanta historia tras sus paredes, y cuanto arte, frescos, paredes preciosas, bovedas, arcos, etc...
bonitas fotos! si visitamos Verona seguro que nos dejamos caer!
chaooo
Verona es una ciudad con una iglesias preciosas, me gustan todas. Pero esta me parece muy especial y en tus fotos se ven perfectamente todos los detalles que la hacen única. Un abrazo.
ResponderEliminarPues Cristina gracias por presentarme esta lindísima e imponente Basílica. Bien vale la pena alejarse un poco del centro de Verona para conocerla. Es bellísima. Ese fresco de la Virgen Entronizada me ha resultado mágico. Y esas estatuas de los apóstoles maravillosas.
ResponderEliminarItalia es especial hasta en sus Iglesias.
Gracias por este post.
Un beso.