Dormir en el Hyatt Regency de Tokio
En nuestra primera semana de estancia en Tokio estuvimos en el distrito de Akasaka, en un alojamiento estupendo con habitaciones muy amplias. Nos quedamos con ganas de estar en Shinjuku, así que como teníamos una última noche en la capital tokiota, no dudamos en buscar un hotel en esta zona única.
Además, fue esencial que contara con una parada del bus limusina que va al aeropuerto de Narita, para quedarnos en él. Este medio de transporte no es el más rápido para ir desde el aeropuerto al centro de Tokio (y viceversa) pero, a cambio, permite ir directamente a muchos hoteles. A la ida nos dejó a apenas 10 minutos andando, y a la vuelta, tenía parada en la misma puerta.
El Hyatt Regency se encuentra justo al lado del imponente edificio del Gobierno Metropolitano, en la parte denominada Nishi-Shinjuku. Además cuenta con la ventaja de tener traslado gratuito desde la estación de Shinjuku, una vez que encuentras la salida adecuada. Nos vino muy bien, porque ese día llovió y un par de veces lo usamos para acercarnos al corazón del distrito, que, por otra parte, está a unos 10 minutos andando despacio.
Tened en cuenta que este servicio es del hotel y no tiene nada que ver con el bus limusina antes mencionado, que es un servicio independiente que va parando en diferentes establecimientos hoteleros y va sólo a los (o desde) aeropuertos.
El Hyatt Regency es un hotelazo en el más amplio sentido de la palabra. Es enorme y ocupa un rascacielos de esos que marean cuando miras para arriba. Tiene innumerables servicios, y esperar un rato en el hall, en sus mullidos sofás, es de lo más entretenido por toda la animación que hay.
Vamos, si no quieres salir del hotel puedes pasar tan ricamente el tiempo en él porque hay un montón de cosas para hacer.
Nuestra habitación estaba en el piso 14 y era amplia para ser una doble. La cama supletoria de Javier era un sofá cama abierto, bastante cómoda y las "individuales", como se ve en la imagen, suficientemente grandes.
Lo mejor de todo era asomarse al gran ventanal desde el que veíamos muchos de los característicos rascacielos de Shinjuku.
No debemos confundir este Hyatt con el más famoso Park Hyatt, también en Shinjuku, y protagonista en parte de "Lost in Translation".
El Park Hyatt es más modesto frente a su hermano más lujoso, pero no está nada mal y las vistas que teníamos desde nuestro cuarto eran magníficas. Teníamos justo delante los jardines del Shinjuku Central Park que daban un toque de frescor a tanto asfalto.
Albornoces, zapatillas, cafetera o productos de acogida con olor a limón de la marca Pharmacopia aportaban confort a una habitación que no disfrutamos demasiado tiempo pero que nos gustó mucho.
Si quieres comer en el hotel puedes elegir entre una gran cantidad de restaurantes. Desde el italiano Caffè en el que nos tomamos unas ricas pizzas al llegar, hasta Cuisine(s) de Michel Troisgros, pasando por el Omborato, de cocina japonesa contemporánea, o el Jade Garden, de comida de Shangai y Pekín.
Una estupenda piscina cubierta, un gimnasio y un spa (todo esto de pago) están a disposición de los clientes con un amplio horario.
También hay una pastelería con una bollería riquísima abierta casi todo el día, y además muy bien de precio para un hotel de estas características. Nos vino genial para comprar tentempiés para el viaje.
¡Ah! y no olvidemos que en la planta baja hay un supermercado 24 horas. ¡Ideal para compras de última hora!
El desayuno lo tomamos en el restaurante italiano y fue posiblemente el mejor de todos los que hicimos esos 15 días en Japón. Muchísima abundancia y calidad en los productos, y también posibilidad de elegir desayuno occidental o japonés.
Gracias a la colaboración de Central de Reservas, nos alojamos en este estupendo hotel, así que, desde aquí, muchas gracias.
Además, y como regalo inesperado, la mañana del último día del viaje, tuvimos el privilegio de contemplar, a lo lejos, desde nuestro ventanal, el Monte Fuji que se levantaba imponente despidiéndonos. Casi no lo divisamos por las nubes, pero sí, allí al fondo estaba por fin asomando entre ellas.
Lo mejor del hotel Hyatt Regency: su localización en una zona tranquila de Shinjuku, pero con todo a mano, y el tamaño de la habitación.
Lo peor del hotel Hyatt Regency: su descomunal tamaño, que puede ser algo abrumador.
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Fabulosa recreación de viaje al Japon
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