Alojarse en el Hotel Convento de La Magdalena en Antequera
Cuando conocí las llamadas Ciudades Medias del Centro de Andalucía quedé enamorada de Antequera y decidí volver pronto. Así hice, junto a mi familia, esta Semana Santa. El Hotel Convento de la Magdalena es un lugar ideal para descansar alejados del mundanal ruido y a 10 minutos en coche del centro de la ciudad.
La historia del Convento se conoce por el hallazgo de un manuscrito que la narra y que procede del siglo XVIII. En él se cuenta que un comerciante arruinado, en torno al 1570, llamado Ildefonso Álvarez, se refugió en las cuevas del entorno del actual hotel, con su última posesión: un pequeño retablo dedicado a María Magdalena.
Poco a poco pudo pagar sus deudas y con la ayuda de una comunidad que fue creciendo alrededor suyo en 1585 comenzó la construcción de una capilla que fue el germen del Convento de la Magdalena.
Mucho después, ya muerto Ildefonso, el lugar adquirió fama de milagroso tras la peste que asoló Sevilla. Ya en torno a 1691 y de la mano de los franciscanos se inició la construcción del nuevo convento. Fue abandonado en el siglo XIX y no fue hasta 2009 cuando se empezó su restauración.
Sorprende el claustro, que también fue restaurado y en el que se ven frescos dieciochescos; también destaca sobremanera la antigua iglesia, hoy desacralizada, con motivos decorativos que podemos encontrar en otras iglesias de Antequera.
Las dependencias del Hotel Convento de la Magdalena son amplias, como puede pensarse de un edificio que recuerda por su singularidad a la cadena Paradores. El claustro sirve para repartir la zona del restaurante, la de recepción y las distintas habitaciones.
La nuestra se encontraba en el primer piso del patio acristalado en el que habitaban pájaros de trino mañanero y alegre. Era una suite distribuida en en varios espacios: el dormitorio amplio, con armario, dos ventanales que se podían cerrar muy bien para evitar la luz y muchos puntos de luz. La cama era cómoda y el silencio sólo se interrumpía por el kikirikí del gallo.
Entre nuestra habitación y la de Javier había un pequeño pasillo donde se encontraba un baño amplio, con ducha y bañera de hidromasaje separadas. También con ventana a la fachada del Hotel la Magdalena.
El salón, con sofá cama, y buen tamaño hizo de alojamiento para Javier, que cada vez ocupa más y valora que las supletorias sean cómodas. Esta lo era.
El desayuno se servía entre las siete y las diez y media de la mañana en el restaurante, que cuenta con unas vistas impresionantes. De esas que dan ganas de no levantarse de la mesa y quedarse allí todo el día, admirando las estimaciones del Torcal, con nubes y los campos de olivos y llenos de verde.
Esa es una gran baza del Hotel la Magdalena y se podría mejorar la calidad del jamón y cuidar que algunos platos estén calientes. Por lo demás bastante buena calidad y oferta de todo tipo.
El spa del hotel también es una buena opción para descansar tras un día de turismo por Antequera y, además, también tiene una vista de impresión por lo que da mucho gusto estar rodeado de verde mientras te das un buen baño.
¡Puro descanso en el Convento de La Magdalena!
Si estáis pensando en viajar a Antequera, cosa que yo os recomiendo mucho, no dejéis pasar la oportunidad de quedaros en el Hotel Convento de la Magdalena: historia, confort y paisaje en una de las ciudades más bonitas de Andalucía.
Lo mejor del Hotel la Magdalena: su localización y decoración cuidada y adecuada para el lugar.
Lo peor del Hotel la Magdalena: en días de lluvia da un poco de pereza tener que coger el coche para ir a la ciudad.
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