Alrededores de la Catedral
1. La Catedral, Stephansdom: es el corazón de la ciudad; iniciada en el siglo XIII fue reconstruida varias veces a lo largo de los sucesivos siglos. Destaca en ella su espectacular tamaño, su aguja gótica y el tejado de azulejos con el emblema de los Habsburgo. El interior también merece una visita reposada.
2. La Haas Haus: se trata del moderno edificio que está frente a la catedral, todo de cristal y que refleja el templo principal. Contrasta fuertemente con el entorno y su terraza del ático, además de restaurante, permite unas vistas magníficas.
3. Peterkirche: es una de las magníficas iglesias barrocas de Viena. De planta oval, destaca su rico interior, su púlpito y los frescos de la cúpula.
4. Las calles del centro histórico: algunas como Domgasse tienen un encanto especial y te hacen mirar atrás, al siglo XVIII donde personajes como Mozart habitaron aquí (en la Figarohaus). La Sonnenfelsgasse también cuenta con interesantes casas del siglo XVI, en general construidas para comerciantes y gentes de alcurnia.
5. La Haus der Musik: museo dedicado a la música de apertura más o menos reciente, del año 2000 y que pone la innovación al servicio de las bellas artes. Recuerdo que me impresionó la supuesta "foto" de Mozart que se ha realizado teniendo en cuenta retratos, posibles medidas, etc.
6. El Reloj Anker: de la plaza de Hoher Markt. Está realizado en bronce y cobre, y cada hora desfilan por él personajes como Marco Aurelio o Haydn.
La zona del Hofburg
7. El mismo Hofburg, el palacio imperial del centro de la ciudad, abierto a la Michaelerplatz y convertido en el corazón histórico de la capital. Por fuera es una belleza y alberga varias visitas tan interesantes como los propios Aposentos reales, la Biblioteca Nacional o la Escuela Española de Equitación.
8. La Columna de la Peste (Pestsäule), erigida a finales del siglo XVII, es una buena muestra (quizás la mejor) de las columnas barrocas que se edificaron en distintos lugares con motivo del final de la epidemia.
9. El Graben: una de las calles más famosas de Viena, en la que se sitúa la Columna y que nos lleva directamente por un lado hacia la Catedral y por otro hacia el Hofburg. La calle Kohlmarkt termina en el Palacio y es el complemento perfecto a la anterior para admirar lo señorial de esta ciudad.
10. La Casa Loos: obra del gran arquitecto Adolf Loos, fue emblema en su momento porque huyó de todo lo que suponía el Modernismo y su exceso de ornato. Hace esquina entre Michaelerplatz y Kohlmarkt.
11. La Cripta de los Capuchinos: sencilla iglesia que acoge la Cripta Imperial donde están enterrados grandes emperadores de la familia Habsburgo. Desde María Teresa hasta Francisco José o Sissi.
12. La iglesia de los Agustinos: en ella se guardan los corazones de los Habsburgo y además acoge el magnífico monumento funerario que esculpió Antonio Canova en memoria de María Cristina, hija favorita de la emperatriz María Teresa.
Rodeando el Anillo
13. La Casa de Freud: siempre que os guste la figura del padre del psicoanálisis. Guarda mobiliario y documentos de la época. Entre otras cosas su sombrero y su bastón pueden verse allí.
14. La iglesia Votiva (Votivkirche): llama la atención por su altura y se trata de una construcción de finales del siglo XIX, neogótica. Fue ofrenda por el fallido atentado al emperador Francisco José.
15. Edificios institucionales a lo largo del Ring: como el Ayuntamiento y el Parlamento. En el verano de 2008 tuvimos la suerte de asistir, entre puestos de comida y de cerveza, a un espectáculo de ópera (grabado y en pantalla grande), de noche y en la plaza del Ayuntamiento. Todo estaba a rebosar de gente entusiasmada con la música y la comida.
La Ópera y sus alrededores
17. La Ópera de Viena: fue el primer edificio que se acabó en el Ring y se inauguró con una representación del "Don Giovanni" de Mozart en 1869. Bellísimo modelo de teatros de todo el mundo, merece una visita al interior y, aún mejor, asistir a una representación.
18. Hotel y Café Sacher: emblema vienés. En la calle de la Filarmónica se encuentra este hotel de lujo que ha sido casa de tantos personajes. Su café y pastelería sirven la original y riquísima Tarta Sacher.
19. Edificio de la Sezession: construcción emblemática del movimiento modernista vienés, llama la atención por su contraste con los edificios que la rodean, por su cúpula de hojas doradas y por los detalles decorativos que la adornan.
El Belvedere y las afueras
20. El Palacio del Belvedere: es una de mis visitas favoritas en Viena. El precioso palacio de recreo es ligero, etéreo y permite desde sus jardines una bella vista de la ciudad (bel-vedere, de ahí su nombre). Además acoge una magnífica colección de arte con muchas obras de Klimt y otras tan originales como las cabezas de estudio anatómico y de carácter de Messerschmidt.
21. La iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche): quizás sea la mejor iglesia del barroco vienés. Desde luego es de las más emblemáticas y su importancia artística y envergadura la hacen una visita imprescindible.
22. El Palacio del Schönbrunn y sus jardines: otro emblema vienés. Edificado a modo versallesco es visita imprescindible de todos los amantes de las construcciones palaciegas. Sus jardines y su Museo de Carruajes lo hacen especialmente interesante.
23. El Prater: parque de atracciones histórico que en las noches de verano se convierte en una estupenda opción para pasar el rato y sentirse un poco como Harry Lime en el "Tercer Hombre" subiendo a la emblemática noria.
Qué recuerdos me trae tu post. Yo estuve hace un tiempo y me están entrando ganas de repetir...
ResponderEliminarNetikerty del Blog Anden 27
Ja,ja... muchas gracias. Me alegro de que te haya gustado. Sin ser de mi top ten de ciudades, debo reconocer que es un lugar muy atractivo y para repetir.
ResponderEliminarUn saludo viajero.
Cristina.
Muy completo el artículo, mi debilidad son los cafés de Viena sin prisas y con trozo de tarta. Me ha gustado que nombres la biblioteca, nos sorprendió gratamente. Saludos viajeros.
ResponderEliminar¡Ay esos cafés vieneses!. El rato que estuvimos en el Sacher lo pasamos genial, tomando tarta por supuesto, o en el Central o en la pastelería Demel...inolvidables e históricos.
EliminarSaludos viajeros también para ti.
Que chulo el deshollinador! Ya veo que Viena tiene un montón de cosas que ofrecer, estoy deseando ir! De Alemania hacia el este lo tengo abandonadillo
ResponderEliminarTe has fijado, Diana!!. Tengo un montón de fotos de detalles de ese estilo. Siempre me llaman la atención, desde hace tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cristina.
Pues sí que hay cosas que ver y hacer en Viena!
ResponderEliminarUna vez una amiga me dijo que cuando fuera a Viena se convertiría en unas de mis ciudades preferidas, a la zaga de París.
Muy buen resúmen, a ver si el destino nos manda pronto para allá. ;)
Hola Icíar: efectivamente, hay mucho que hacer y ver allí. No está en mi top 10 de ciudades, pero sin duda es un destino para repetir y seguir disfrutando.
EliminarUn saludo.
Cristina.