Visitar el Huerto de Calixto y Melibea
La aproximación al Huerto se hace entre casas de poca altura (como todas las del Barrio Antiguo), de piedra de Villamayor. Al final de la calle se abre una verja para dejar paso al visitante que acude a este lugar con encanto entre las 10 de la mañana y la puesta de sol.
Entrada al Huerto de Calixto y Melibea y reja con estatua de La Celestina. |
Este jardín, de influencia árabe, tiene la peculiaridad de situarse sobre lo que queda de la muralla de Salamanca, proporcionando una vista espectacular se mire por donde se mire.
De frente, los puentes que cruzan el Tormes, el Romano a lo lejos y más cerca el de Enrique Esteban o Puente Nuevo; y dándonos la vuelta hacia la izquierda, la mole imponente de los Dominicos o San Esteban, aunque lo que de verdad nos llamará la atención es la abrumadora cercanía de la Catedral. Os invito a hacer el recorrido de Ieronimus y las torres medievales de la catedral.
Brillante azul del cielo salmantino que enmarca la vista de la Catedral Nueva desde el Huerto. |
El Huerto de Calixto y Melibea cuenta con más de dos mil metros cuadrados de frutales, plantas aromáticas y arbustos. Está presidido por un pozo de granito y tiene algunas pérgolas que proporcionan sombra y refresco en el calor del verano salmantino.
A pesar de toda esta belleza y localización excepcional, si algo hace mágico al Huerto de Calixto y Melibea es su vinculación con la obra maestra "La Celestina", cuyos protagonistas le dan nombre. Se supone que la acción de la Tragicomedia podría estar en el entorno del actual Huerto, y a ella evoca constantemente. Fernando de Rojas había estudiado en Salamanca y la escribió a finales del siglo XV tomando como escenario los alrededores de la Catedral y el Barrio Antiguo.
A la entrada del Huerto, tras la reja que queda a mano izquierda se encuentra un busto de Celestina, quien, arrebujada en su manto, nos muestra su cara de anciana sobre un pedestal de piedra y un relieve de Calixto y Melibea.
Hay que acercarse para apreciarla ya que pasa desapercibida. Una vez que la tenemos cerca rememoramos el personaje cuyas correrías y maldades se desarrollaron en la Salamanca del siglo XV. Un personaje que ha trascendido la literatura y que está en el imaginario colectivo, se haya leído o no la obra de Fernando de Rojas.
Así, con la descripción sencilla y concisa que del personaje nos hizo el autor, nos despedimos de este rincón de Salamanca bello y apacible que bien puede ser un oasis en el camino por los monumentos de la ciudad del Tormes. Este Huerto de Calixto y Melibea que es más que un huerto y que reune la esencia literaria y artística de la ciudad.
Sombras de los árboles al entrar en el Huerto. |
A pesar de toda esta belleza y localización excepcional, si algo hace mágico al Huerto de Calixto y Melibea es su vinculación con la obra maestra "La Celestina", cuyos protagonistas le dan nombre. Se supone que la acción de la Tragicomedia podría estar en el entorno del actual Huerto, y a ella evoca constantemente. Fernando de Rojas había estudiado en Salamanca y la escribió a finales del siglo XV tomando como escenario los alrededores de la Catedral y el Barrio Antiguo.
A la entrada del Huerto, tras la reja que queda a mano izquierda se encuentra un busto de Celestina, quien, arrebujada en su manto, nos muestra su cara de anciana sobre un pedestal de piedra y un relieve de Calixto y Melibea.
Busto de La Celestina. |
Hay que acercarse para apreciarla ya que pasa desapercibida. Una vez que la tenemos cerca rememoramos el personaje cuyas correrías y maldades se desarrollaron en la Salamanca del siglo XV. Un personaje que ha trascendido la literatura y que está en el imaginario colectivo, se haya leído o no la obra de Fernando de Rojas.
Así, con la descripción sencilla y concisa que del personaje nos hizo el autor, nos despedimos de este rincón de Salamanca bello y apacible que bien puede ser un oasis en el camino por los monumentos de la ciudad del Tormes. Este Huerto de Calixto y Melibea que es más que un huerto y que reune la esencia literaria y artística de la ciudad.
"...soy una vieja cual Dios me hizo, no peor que todas. Vivo de mi oficio, como cada cual oficial del suyo, muy limpiamente. A quien no me quiere no lo busco; de mi casa me vienen a sacar, en mi casa me ruegan. Si bien o mal vivo, Dios es el testigo de mi corazón..."
Preciosa entrada. En un par de meses voy a Salamanca y seguro que voy a este rinconcito con tanta historia!
ResponderEliminarNetikerty del Blog Anden 27
¡Qué bien que vayas a mi ciudad! Ya verás como te gustará, si no la conoces. Y aunque hayas estado, siempre sorprende con un montón de sitios nuevos para comer, visitas a monumentos ampliadas etc...
EliminarDisfrútala mucho.
Un saludo.
Cristina.
Muy bueno, ojalá hubiera más Calistos y Melibeas en la actualidad, o que se nos pegar algo de ellos, en la actualidad, menos amor y romanticismo, hay de todo.
ResponderEliminarPues sí, es cierto. Y rincones como este de mi Salamanca son un placer para los sentidos y para el descanso. Rodeados de historia en un entorno ajardinado precioso.
EliminarGracias por leer el blog.
Un saludo.
Cristina.