Y para eso, para viajar a través de la literatura "negra", quiero compartir otra buena tanda de detectives que me hacen pasear por sus ciudades, conocer sus paisajes y recrearme con las costumbres de varios lugares de Europa.
Detectives y viajes por Europa
1. El comisario Bordelli y una Florencia no tan idílica (editorial Duomo): Marco Vichi es el creador de este ex-combatiente en la II Guerra Mundial. Las novelas protagonizadas por Bordelli nos llevan a la Florencia de los años 60 en la que las heridas causadas por la Guerra están aún muy presentes.
El mismo comisario perteneció al movimiento de búsqueda de nazis ocultos La Paloma Blanca y combatió con el padre de su ayudante, el sardo Piras, que tiene unas costumbres isleñas muy enraizadas.
Florencia es menos bella, es menos brillante de la mano de este escritor que se nota que ama su ciudad y en la que sitúa a este comisario de atormentado pasado e incierto presente.
Si tuviera que quedarme con una de sus novelas me quedaría con la primera, en la que se presenta al personaje con todos los elementos que le hacen ser algo menos feliz de lo "normal": "El comisario Bordelli".
2. En Vigo con Leo Caldas (Editorial Siruela y Debolsillo): soy una fan absoluta de las dos únicas novelas de Domingo Villar que tienen como protagonista a Leo Caldas, su alter ego (o eso creo yo). Inspector de policía con programa de radio y muy conocido en la ciudad, nos lleva por la ciudad de Vigo y las costas gallegas para descubrir las soluciones a los misterios más escabrosos.
No sé con cuál de los dos libros quedarme, si con "La playa de los ahogados" o con "Ojos de agua", pero sí diré que la recreación de la ciudad y de la idiosincrasia gallega que tanto saca de quicio al ayudante de Caldas, el zaragozano Estévez, me parece brillante.
Actualización abril 2019: En marzo de 2019 se acaba de publicar "El último barco", un increíble libro que va más allá de la novela detectives gracias a lo bien contado que está. Ha sido un placer leer sus 700 páginas.
Aún recuerdo el verano de 2011 en el que estuvimos en Vigo y yo iba con mi libro "Ojos de agua" y allí al fondo de Samil estaba la isla de Toralla en la que transcurre parte de la acción.
Uno de esos días de vacaciones gallegas acabamos comiendo, gracias a los consejos de una amiga, en un restaurante, más tasca que restaurante, del puerto de Vigo. ¡Qué buen pescado y qué buenos precios! y... oye, poco después, Leo Caldas, en mi libro, también pasaba a comer por allí.
3. Erlendur y los inhóspitos paisajes islandeses (editorial RBA): yo no he estado en Islandia, ¿o sí? porque he leído casi todas las novelas de Arnaldur Indridasson que transcurren en este país del norte de Europa y tengo la sensación de haber visto sus paisajes escasos de vegetación en lo más crudo del invierno y de haber paseado por las calles de Reikiavik, una ciudad no tan amable como pensamos habitualmente.
El personaje creado por Indridasson parece que va en consonancia con los paisajes; es solitario, con una desastrosa vida familiar y no puede ser más huraño. Sin embargo su mente es brillante y la resolución de los casos que pasan por su mano está garantizada, aunque con un buen lote de sufrimiento, ya que no sabe desconectar y su vida girará en torno a los mismos hasta que dé con la solución.
"La mujer de verde" o "La voz" son magistrales alegatos contra el abuso infantil o la violencia de género. Erlendur es heredero de Martin Beck y de Wallander, pioneros en distintas épocas de la novela negra escandinava y, como tal, la cara oculta y terriblemente oscura de la sociedad islandesa sale a la luz de su mano y te deja un regusto amargo al acabar sus libros.
4. La isla de Öland a través de los ojos de Jonathan Theorin (Editorial Mondadori): no es una serie protagonizada por un detective sino más bien una tetralogía sobre esta isla de Suecia a lo largo de las cuatro estaciones del año.
En las cuatro épocas del año podemos conocer cómo es la isla con sus personajes, leyendas, tradiciones y paisajes de telón de fondo. Algunas historias son más "negras" que otras y todas crean una intriga sin igual poniendo como protagonista a la isla.
5. Con Guido Brunetti por las callejuelas venecianas (editadas por Seix Barral): Venecia es pura belleza y literatura en cada esquina. Ha tenido que ser una escritora americana, Donna Leon, la que sitúe en la Sereníssima a un comisario de apacible vida familiar (aunque con los problemas de ser padre de adolescentes) y buena situación social en la ciudad gracias a sus suegros.
Brunetti ama la gastronomía (pero no tanto como Montalbano) y nos muestra una cara B de Venecia, menos turística y menos complaciente con los gobernantes, que poco a poco la van convirtiendo en un escenario cuasi-teatral para el extranjero con posibles, y menos habitable para los venecianos. En las novelas de Leon aparecen problemas cotidianos y menos frecuentes siempre enmarcados en una Venecia más de Cannareggio o Castello que de San Marco.
Brunetti se mueve como veneciano experto por los puentes, campi o calles de la ciudad, huyendo de las hordas de turistas y mostrando lo poco que queda de la auténtica Venecia. "Acqua Alta" y "El peor remedio" son posiblemente dos de las novelas del comisario que más he disfrutado.
*La imagen de Venecia es de Stefan Jurca con licencia Creative Commons.
Oh, qué post tan buuuuenp y original, me ha encantado. Eso que dices de no he estado en Islandia pero sí es totalmente cierto, cuando lees te transportas al escenario. Yo soy muy fan de las novelas negras suecas así que "conozco" muy bien Kiruna y Fjällbacka de Camila Läkberg. Un abrazo
ResponderEliminar¡Claro! Kiruna y sus hielos, Fjällbacka que tiene pinta de ser encantadora, Öland y su lapiaz o Gotland en las novelas de Mari Jungsted. Gracias Patri, me alegro de que te guste el post.
EliminarUn abrazo.
No he pasado por el anterior, pero seguro que por ahí andan los belgas Maigret y Poirot. Recuerdo sus libros por casa de cuando era niña, a mi madre le encanta la literatura negra (y todo lo que sea matarrrrrr, asesinaaarrrr). Poirot además en una época interesante, cuando la guerra, verlo en las series -que ya no es novela- y después reconocer los edificios es curioso.
ResponderEliminarPues en el anterior no salen Poirot (uno de mis favoritos) ni Maigret pero sí los muy mediterráneos Montalbano y Jaritos o los más serios Wallander y Ricciardi.
Eliminar¡Gracias!
que buena otra forma de viajar, leyendo...
ResponderEliminarotro de los placeres que nos da la vida
me los anoto y seguro que alguno cae, ejejeje
saludos
Pues si te gusta el género, los disfrutarás.
EliminarUn saludo.
Cristina.