En vez de hacer el tradicional resumen viajero, habitual en casi todos los blogs de viajes, este año peculiar he querido revisar en dos posts aquellos lugares que más me han sorprendido en las escapadas y recorridos hechos.
Los hay de todo tipo; como bien supondréis, los relacionados con el arte tienen un lugar preponderante, pero no sólo éstos sino también los de naturaleza están presentes y me han alegrado el día por su belleza inesperada o por lo sugestivo de los mismos. Incluso algunos eran repetidos, pero se disfrutan de manera diferente según el momento.
Aquí van, pues, los lugares que más me han sorprendido en este 2016.
- Las coloristas pinturas al fresco de la iglesia del Monasterio de Valbuena (Valladolid).
Al filo del año nuevo pasamos un par de días en el recién abierto hotel Castilla Termal del mismo nombre y visitamos el monasterio que comparte espacios con el establecimiento. Allí, en la Capilla de San Pedro, sobresalen estas pinturas al fresco de trazo sencillo y colorido increíble. Se descubrieron de manera casual a mediados del siglo XX y por esas cosas de la vida han llegado hasta nuestros días tan bellas como se ven.
- El Monasterio de El Escorial, obra magna de Juan de Herrera (Madrid)
Lo visité de niña y el recuerdo no era claro, así que no dudamos en acercarnos un frío fin de semana de febrero en el que el viento de la Sierra revitalizaba sí o sí. La mole escurialense impresiona ya en la distancia, así que cuando estás cerca te sientes pequeñito; entre la montaña y el monasterio, un lugar realmente a mayor gloria de Felipe II.
Si además recorres sus interiores, allí la impresionante biblioteca, la escalera o el panteón de reyes no podrán por menos de recordarte las épocas de gloria del Imperio en el que nunca se ponía el sol.
- La Judería de Lorca (Murcia)
La reconstrucción volumétrica de la antigua sinagoga hace que puedas "ver" de manera realista cómo era el edificio. Realmente muy interesante para conocer cómo vivía la importante comunidad judía de Lorca.
Es imposible permanecer indiferente ante esta joya del arte tardomedieval. Si además, como nosotros, tienes la suerte de ver cómo lo abren para que luzca en todo su esplendor, la visita a la basílica habrá merecido aún más la pena.
- La calle Kanonizka en Cracovia.
Formaba parte de la Vía Real que comunicaba la Puerta de Florián con el castillo de Wawel y hoy en día pasear por su trazado empedrado es viajar en el tiempo varios siglos atrás.
- El claustro de la Catedral de Tarragona.
Si toda la ciudad perteneciente al Patrimonio de la Humanidad fue una sorpresa agradable, visitar su catedral fue un verdadero gusto. Estaba preparada esa tarde para una boda que al poco de entrar empezó a celebrarse, así que cuando pasamos al claustro el contraste fue todavía mayor.
Ya sabéis de mi gusto por estos espacios muchas veces monacales y en esta ocasión catedralicio. El claustro de la Catedral de Santa Tecla es realmente destacado y bello y cuenta con un amplio repertorio escultórico de gran riqueza. Un lugar único para pasear retirado del mundanal ruido.
- La Cueva del Águila en Arenas de San Pedro (Ávila).
Al sur de Gredos y gozando de la situación en pleno Valle del Tiétar se encuentran estas cuevas, a pocos kilómetros de la población de Arena de San Pedro. Descubiertas casualmente en la Nochebuena de 1963 por un grupo de niños del pueblo, hoy se han convertido en destino ineludible de los apasionados por estas formaciones naturales (o curiosos como nosotros).
La visita se realiza de la mano de guías que van explicando las increíbles formaciones de roca que hay a la vista en la Gran Sala de la Caverna. Una excursión ineludible para aprender mucho y especialmente recomendable para los peques de la casa; tenemos, pues, que volver para ir con él.
En el bonito pueblo de Alarcón destaca su Parador como culmen de un montón de callejas medievales que se asoman a la hoz.
Muy cerca del ayuntamiento, en la Plaza del Infante Don Juan Manuel, hay una iglesia desacralizada en la que Jesús Mateo, artista conquense, desarrolló todo un programa iconoclasta entre 1995 y 2002.
Las pinturas, con reminiscencias bosquianas y también a Miró (entre otros artistas), sorprenden por su colorido, por la invención que suponen y sobre todo, por la localización en este pequeño pero gran Alarcón.
- La recuperada iglesia de San Nicolás en Valencia.
Y es sobre todo un templo de larga devoción entre los valencianos (dos conocidas nuestras solían ir los lunes a San Nicolás) que ha sido recuperado para la ciudad, los fieles y los visitantes gracias a una fundación privada.
Hoy se ha convertido en parada imprescindible en Valencia; para regodearse ante tanta exuberancia y para disfrutar de una obra hasta ahora desconocida para muchos.
Y hasta aquí esta primera parte de este recorrido de lugares asombrosos que he descubierto este 2016. La semana que viene más y por lo menos tan bueno como esto.
Sin duda unos lugares preciosos!!!
ResponderEliminarMuchas gracias. Siempre hay lugar para la sorpresa ante cosas inesperadas.
EliminarFeliz Año.
Pues no te puedes quejar porque hay un buen número de lugares maravillosos. El claustro de Tarragona, por ejemplo, desconocido para mi. O toda la ciudad de Cracovia que es bellísima. Feliz navidad y buena entrada de año!
ResponderEliminarMuchas gracias Jorge, la verdad es que han salido un buen puñado de lugares únicos. Y eso que este año ha sido raro y por cuestiones de salud no hemos viajado todo lo previsto inicialmente.
EliminarFeliz año viajero para ti también.
Hola Cristina
ResponderEliminarEs la primera vez, de lo que recuerdo que entro a tu blog. La imagen y lugar que más me ha sorprendido de la iglesia San Nicolás de Valencia. Cuando fui no pude ir, no recuerdo el porqué.
Felices fiestas. ,)
Bo
Muchas gracias Bo. Si vuelves por Valencia no dejes de acercarte a San Nicolás, es realmente sorprendente y única tras la estupenda restauración a la que se ha visto sometida. Te encantará.
EliminarFeliz Año.
Cristina.