Curiosidades tras un viaje a Japón
Hoy, antes de relatar en otros posts las muchas experiencias vividas, quiero reflexionar sobre las cosas que más me han llamado la atención del país asiático: culturales, cotidianas o, simplemente, lo que más ha sorprendido a esta occidental que escribe.
Mi capacidad de ser curiosa no merma con la edad, gracias a Dios, y Japón da mucho de sí para que nos sorprendamos en cada esquina.
Aquí van, pues, estos primeros pensamientos post-Japón.
Curiosidades
1. En Japón hay señales para todos los gustos y de lo más variadas. Para advertir cosas, avisar, prohibir o comunicar algo. Están en cualquier lado y las puede protagonizar Hello Kitty o una silueta minimal. Hay que estar atento, porque algunas son realmente graciosas.
2. De igual manera las tapas de las alcantarillas son de lo más variadas. Las he visto con representaciones de árboles, con abanicos de geishas y hasta con caras sonrientes en el Museo Ghibli.
3. En Japón se habla muy bajito, o no se habla en lugares públicos. Hemos recorrido Tokio en vagones atestados de gente silenciosa, mirando el móvil pero no hablando a gritos por él. El único ruido que se escuchaba era el de los vagones al abrirse o cerrarse y el de la megafonía.
4. Fumar está prohibido en muchos lugares, hasta en la vía pública, y se respeta al máximo (además no suele haber papeles ni suciedad en el suelo). De vez en cuando hay espacios curiosos dedicados a los fumadores.
5. A los japoneses les encantan las cosas monas o "kawaii". Y hacen kawaii cosas que en principio de monas no tienen nada, como los bolardos de una obra.
6. En Japón adoran a los gatos, que son muy kawaii, más que a los perros. Hemos visto gatos (como la inefable Kitty) en todas partes, están los cafés de gatos, señales con gatitos amorosos, el famoso gato de la suerte (que no es chino, es japonés) etc.
Yo que soy más de perros los he echado de menos pero, eso sí, cuando los hemos visto eran casi siempre razas de lo más cuquis tipo caniche o el precioso y japonés shiba.
7. Aman el detalle, la presentación de los regalos o de cosas tan sencillas como la comida. La fruta, bien preciado y caro en Japón, se presenta en papel de celofán; y cuando vas a una papelería ves secciones enormes de papel de regalo, cintas, celo de colores, etc. Es maravilloso el cuidado que ponen en la presentación de los objetos.
8. No es leyenda, los jardines en Japón son de postal. De hecho, en muchos templos tienen abiertas las puertas correderas de manera que parecen enmarcarlos. Uno se sienta allí delante y puede pasar las horas muertas ante la belleza sencilla y milimétrica de los lagos, cascadas y verdor.
9. Los váteres de Japón son la caña. Es así y lo sabía antes de ir, aunque no te dejan de sorprender la multitud de botones que hay en ellos y la magnífica limpieza que te hacen tras cada visita, que la tapa esté calentita al sentarte (ideal para el invierno) y que en los públicos haya hasta música por si quieres disimular el ruido.
10. La bollería de tipo occidental está buenísima y bien de precio. Más de un día hemos comprado para cenar alguna empanada o croissants o pain au chocolat, y además de muy rico todo, nos ha sorprendido el buen precio.
Dudas
11. ¿Por qué las casas están separadas, aunque sea por un pequeño espacio? Y con casas también me refiero a edificios de gran altura. Supongo que será por los terremotos, como medida anti-sísmica, pero me queda la duda.
12. ¿Por qué es tan caro el café? No bajaba de 400 o 500 yenes (un café normalito, ya no un capuccino).
13. ¿Por qué, con lo educados que son, casi nos sacan los ojos con los paraguas varias veces el único día que llovió a cántaros? Aquello fue un sálvese quien pueda, vamos, con paraguas y a lo loco.
14. ¿Por qué los ciervos de Nara acosan a los turistas cuando llevan galletas y están tan panchos al lado de los puestos de las mismas, sin intentar tirarlos ni nada por el estilo?
15. ¿Por qué realizan todo tipo de trabajos en pareja? Es decir, uno detiene el tráfico y otro te dice que pases; uno te cobra el pastel y el otro te lo pone en una bolsa, etc. Nos ha sorprendido el gran número de trabajos en cadena que aquí resolvería una sola persona. ¿Es rentable para ellos?
16. ¿Por qué en España te dicen en la estación "el vagón 12 parará más o menos por allí" mientras en Japón los vagones de los trenes bala (y del metro) paran exactamente en un punto que ya está marcado y en el que se hace cola sin prisa?
18. ¿Por qué tienen éxito los grupos de ídolos con la música tan machacona que hacen? Será porque son monos, ¿no? Porque las canciones se parecen un montón entre ellas.
19. ¿Por qué son capaces de tener un exquisito jardín zen y a la vez no dejar espacio libre para hacer publicidad chillona de cualquier cosa?
20. ¿Por qué no te dicen que no te entienden y prefieren sonreír y dejarte con cara de tonto ante una cerveza (beer), cuando has pedido la cuenta (bill)?
21. ¿Por qué le ponen cubierta a los libros? ¿Es por discreción, para que nadie sepa lo que lees?
22. ¿Por qué a pesar de lo educados que son no saludan al entrar en el ascensor?
23. ¿Por qué no llevan, casi ninguno, gafas de sol?
24. ¿Por qué cambian todos los días todas las toallas de la habitación del hotel? Aunque las dejáramos colocadas, volvían a ponerlas todas limpias.
Reflexiones para tomar nota por aquí
25. Los pañuelos para el sudor o toalla de mano son un gran invento, teniendo en cuenta lo húmedo del calor allí. Acabamos comprándonos cada uno el nuestro. Hay que copiarlo.
26. Otra cosa que funciona genial es el traslado de equipaje entre una ciudad y otra, o de lo que sea, para no tener que ir cargado. Además a un precio de lo más asequible y eso que eran dos maletones grandes.
27. Lo de la organización de los trenes me ha encantado: los vagones en su sitio, todo muy bien indicado (claro está en inglés porque si no íbamos apañados), super puntuales y los equipos de limpieza preparados para entrar nada más detenerse el tren al final de la línea y dejarlos impolutos. Maravillosos.
28. Las amenities o productos de acogida de los hoteles. Especialmente en uno fueron excepcionales.
29. Las galletas de habas o de otros ingredientes muy calóricos que nos sirvieron de mucho un día que andábamos con poco efectivo y mucha hambre.
30. La cosmética: asequible y de altísima calidad. He hecho estragos en las tiendas tipo drugstore llenas hasta los topes y con cosas que no entendía pero que me fascinaban. Calidad a precios que ni aquí en el supermercado más famoso.
Y como colofón... el Monte Fuji que nos produjo sorpresa (al verlo después de varios días de estar oculto) y nos alucinó con su imponente presencia de monte mágico sobre la gran ciudad.
Si conoces las respuestas a mis dudas, me encantaría me ayudaras a resolverlas, y si tienes tus reflexiones sobre un lugar tan dispar como es Japón me gustaría conocerlas.
Yo también me he hecho algunas de esas preguntas y otras. No cabe duda de que es una cultura fascinante, diferente, atractiva y a veces un poco "extraña.oscura" (no encuentro el término adecuado para definir esa fijación que tienen con los uniformes de colegialas y con esos looks infantiles que exhiben en los escaparates y que me parecían a veces siniestros). Me llamó mucho la atención lo de que hubiese tanta gente trabajando para eso que mencionas ¿es necesario? o ¿ya nos hemos acostumbrado a que uno tiene que hacer de todo en su trabajo y esa estampa nos parece un despilfarro? ¿cómo es posible que los wc del metro estén impolutos? Son educados hasta el extremo, pero también nos encontramos con alguno cuya educación dejaba bastante que desear. En todo caso es un país fantástico al que quiero volver cuando pueda viajar en primavera, con los cerezos en flor debe ser bellísimo. Kioto desde el primer momento se convirtió en una de mis ciudades favoritas en el mundo, Osaka me sorprendió para bien y Tokio, aunque pensaba que sería una megaurbe impersonal y agobiante también me pareció impresionante. Me alegra que hayas disfrutado tanto de tu viaje. Un abrazo!!
ResponderEliminarEs verdad, esa fascinación por lo infantil, lo kawaii hasta el extremo, para mí es cuando menos rara. Y como dices, es fascinante. Nos quedamos sin acercarnos a Osaka ya que al final optamos por Miyajima e Hiroshima; así tenemos la excusa perfecta para un país del que solamente nos hemos llevado una primera y magnífica impresión.
EliminarUn abrazo y mil gracias por los consejos que me diste antes de viajar allí.
Me ha gustado muchos todo lo que nos cuentas de Japón, algunas curiosidades las sabías y otras no tenía ni idea. TOdavía no conozco este país, pero la verdad que me está llamando la atención. A mi también me gustan mucho más los perros, aunque los gatos también y por los menos allí los adoran.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado. Son impresiones subjetivas muchas de ellas y otras dudas sin respuesta. Es un país sorprendente, organizado y lleno de curiosidades que trascienden la diferencia oriente-occidente. Sin duda, te lo recomiendo y ya mismo te digo que me encantaría volver.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado tu lista de reflexiones! He estado tres veces en Japón por trabajo, pero siempre he tenido almenos un día para hacer algo de turismo y al igual que tú me he llevado muchas sorpresas con su comportamiento y costumbres. El tema de los trabajos "superfluos" muchas veces, si te fijas, lo hacen personas mayores. Esto es porque el sistema de pensiones que tienen no les da para mucho y necesitan algún ingreso extra... un poco triste la verdad. Luego está también su pasión por el trabajo, que parece que no vivan para otra cosa...
ResponderEliminarUn saludo!
Es verdad lo de las personas mayores, los señores que paraban el tráfico al lado del hotel de Tokio lo eran. Vaya con las pensiones en Japón. Desde luego es un país del que aprender cosas (aunque no precisamente en ese tema), sobre todo en cuestión de organización.
EliminarUn saludo y me alegro de que te haya gustado.
Me ha gustado lo que has escrito, yo vivo en Japón desde hace ya algunos años y todavía hay cosas que me sorprenden y siempre me gusta leer las experiencias de la gente que visita este país.
ResponderEliminarSobre las dudas que comentas, efectivamente las casas tienen que tener una separación para darles margen por los terremotos.
Sobre el café, pues aquí no hay tanta gente que tiene costumbre de tomarlo todos los días. De hecho la mayoría de los muy "cafeteros" optan por tomar las latas de café que venden en los mini-supermercados o en las máquinas de bebidas, algunas marcas están buenas y resulta mucho más barato.
En los comercios intentan hacer esperar al cliente lo menos posible, así aunque haya dos dependientes en una tienda, uno cobrando y otro sirviendo, cuando viene mucha gente van más rápido, además no está bien visto que la persona que maneje el dinero toque los alimentos, lavarse cada vez después de cobrar sería una perdida de tiempo y no muy bueno para las manos de el staff.
Sobre las tiendas de comésticos no sé mucho, pero a mi me parecen muy ordenadas, ja,ja,ja.
Lo de las cubiertas de los libros tiene varias razones, les gusta cuidar las cosas, además la intimidad se lleva por dentro, no siempre les gusta que se sepa que están leyendo, y las librerías cada vez que compras un libro te ofrecen ponerles las cubiertas que al fín y al cabo llevan el nombre de la tienda y así hacen publicidad.
Lo del saludar en los acensores no me había percatado..., seguramente si es el ascensor del bloque de apartamentos donde vives te saludarán, o de una empresa donde trabajes, pero en un ascensor de unos grandes almacenes, pues la verdad es que no se lleva eso de saludar.
Y lo de las gafas de sol es por cuestión de raza, no se deslumbran como nosotros y no las necesitan tanto (ojo, algunos sí pero no tanto), así que ven las gafas de sol como un complemento de moda para ir más cool pero no suelen verle mucho el lado prático.
De hecho algunas bicicletas llevan unos faros muy fuertes que a mí me deslumbran por la noche cuando voy por la calle y claro, ellos ni se dan cuenta...
Y sobre las toallas, aquí hay mucha humedad y sino las lavas todos los días a la larga cogen olor, lo digo por experiencia.
Suelen hacer unas toallas más finas y que se secan más fácilmente pero ni con esas, si la usas lavandola cada dos o tres días en pocas semanas olerá raro aún después de lavarla.
Bueno, vaya rollo te he metido, un abrazo y cordiales saludos desde Tokio.