Pocas localidades pequeñas hay en España con dos establecimientos con estrella Michelín o variasrecomendaciones en la Guía Repsol . En Sigüenza es difícil comer mal, bien sea sentado a una mesa de altísimo nivel o en la barra de un bar de la Alameda. ¡Buen provecho!
Comer en Sigüenza: buena cocina en un entorno singular
- Restaurante Nöla
Está situado en el sótano de la Casa del Doncel y decorado de manera minimalista y acogedora. Desde hace unos años alberga las propuestas gastronómicas de Jorge Maestro y María Viqueira, formados con grandes cocineros catalanes y vascos.
Cuenta con una carta que mira hacia el futuro sin olvidar el pasado y ofrece exquisiteces varias como el pollo de corral a la royale con higos y salsa de Grand Marnier, un plato con el que disfruté mucho. Fuera de carta ofrecen platos de caza como el venado tiernísimo que tomó mi marido y que estaba muy bueno.
De entrante tomamos los empanadillas al vapor rellenas de manitas y rabitos de ibérico con jugo de trompeta negra. Ya para el postre no podíamos más de lo abundante de los platos principales.
Junto con el pan, agua y una copa de vino, la cena nos salió por aproximadamente 50€ los dos.
Actualización abril 2021: cuenta con un sol de Repsol revalidado este año.
- Parador de Sigüenza
Estábamos alojados allí y cuando fuimos con nuestro peque hambriento a mitad de la acampada en la que participaba no dudamos en tomar el menú de paradores: dos platos y postre contundentes, de cocina seguntina y buen producto.
- Restaurante Calle Mayor
El domingo a mediodía cerramos nuestro fin de semana con una estupenda comida en este restaurante de calidad que se sitúa en la Calle Mayor, que une el castillo (Parador) con la Plaza Mayor y la imponente catedral de Sigüenza.
Como íbamos seis amigos optamos por el menú a mesa completa que incluía diferentes entrantes a compartir, segundo y postre.Así pudimos probar el salmón con mantequilla de anchoa, el foie de pato al natural o las croquetas de ajoarriero.
De segundo casi cada uno optó por un plato diferente y la verdad es que fue muy satisfactoria la elección: cabrito al ajo con patatas, albóndigas de cordero al Pedro Ximénez o muslitos de codorniz con frutos secos fueron algunos de los platos. Buena calidad y cantidad abundante que casi, digo casi, nos dejaron llenos.
Siempre queda hueco para un postre y más cuando este es tan rico como: las trufas de chocolate y naranja confitada, la torrija con lámina de piña o el soufflé de chocolate con helado de menta. ¡Casi nada!
Con café y bebidas aproximadamente salimos a 30€ por persona.
Estábamos alojados allí y cuando fuimos con nuestro peque hambriento a mitad de la acampada en la que participaba no dudamos en tomar el menú de paradores: dos platos y postre contundentes, de cocina seguntina y buen producto.
Migas pastoriles con torreznos y huevo más bacalao de Trijueque fueron la elección de nuestro hijo (que es pequeño pero de buen comer), yo opté por la crema fina de calabaza y las carrilleras y mi marido por un gran plato de alubias cocinadas al estilo de Sigüenza y otro plato de carne (en esta ocasión la presa ibérica). De postre, bizcocho o helado de queso completaron un menú estupendo en calidad y abundancia al precio de 35€/persona.
El entorno, además, del impresionante salón donde se sitúa el comedor acompaña en darle prestancia a una cocina que alimenta no sólo el cuerpo. Una buena opción gastronómica en el entorno señorial del Parador de Sigüenza.
- Restaurante Calle Mayor
El domingo a mediodía cerramos nuestro fin de semana con una estupenda comida en este restaurante de calidad que se sitúa en la Calle Mayor, que une el castillo (Parador) con la Plaza Mayor y la imponente catedral de Sigüenza.
Como íbamos seis amigos optamos por el menú a mesa completa que incluía diferentes entrantes a compartir, segundo y postre.Así pudimos probar el salmón con mantequilla de anchoa, el foie de pato al natural o las croquetas de ajoarriero.
De segundo casi cada uno optó por un plato diferente y la verdad es que fue muy satisfactoria la elección: cabrito al ajo con patatas, albóndigas de cordero al Pedro Ximénez o muslitos de codorniz con frutos secos fueron algunos de los platos. Buena calidad y cantidad abundante que casi, digo casi, nos dejaron llenos.
Siempre queda hueco para un postre y más cuando este es tan rico como: las trufas de chocolate y naranja confitada, la torrija con lámina de piña o el soufflé de chocolate con helado de menta. ¡Casi nada!
Con café y bebidas aproximadamente salimos a 30€ por persona.
Actualización 2021: tras buscarlo preguntamos por él y nos han comentado que está en proceso de cambio de localización.
- Alameda Tapas
Para acabar el post, no quiero dejar de mencionar el Alameda, un bar de tapas estupendo y asequible en el que cenamos la segunda noche. Sus tostas son memorables y los hojaldres no se quedan atrás. Con dos tapas por persona sales más que satisfecho. Fuimos cuatro amigos y nos costó 17€ por pareja. ¿Nada mal, verdad?
Así que ya sabéis, bueno, bonito y barato en el Alameda Tapas de Sigüenza.
- Alameda Tapas
Para acabar el post, no quiero dejar de mencionar el Alameda, un bar de tapas estupendo y asequible en el que cenamos la segunda noche. Sus tostas son memorables y los hojaldres no se quedan atrás. Con dos tapas por persona sales más que satisfecho. Fuimos cuatro amigos y nos costó 17€ por pareja. ¿Nada mal, verdad?
Así que ya sabéis, bueno, bonito y barato en el Alameda Tapas de Sigüenza.
Actualización de abril de 2021:
Tras pasar los días de Semana Santa allí, toca hablar de El Doncel, maravilloso restaurante situado junto a la Alameda, a 5 minutos de la catedral y poseedor de una Estrella Michelín y dos soles Repsol merecidísimos.
Cuenta con dos menús, uno a la carta y otro gastronómico. Nosotros optamos por el primero y lo hicimos a la hora de la cena, quizás algo justos para acabar a tiempo del toque de queda impuesto por la pandemia COVID.
A pesar de esto, sólo puedo decir que fue una gratísima experiencia, llena de detalles delicados, producto de la tierra trabajado con amor y una atención exquisita en todo momento. Sin duda, realizado para disfrutar.
Maravilloso entrante en árbol con delicadas delicias como el chip de morcilla, el crujiente de picadillo o el papel de setas.
Chacinas de caza cortadas y explicadas delante de los comensales; curadas, adobadas y saladas con tranquilidad y reposo, como se hacen las cosas buenas.
Lomo de corvina, trigueros, coco y lima y como opción de carne lomo de ciervo al carbón, boniato y cenizas (en la imagen principal del post). Difícil elegir entre las distintas opciones, tan apetitosas que eran todas.
De postre unos optamos por el "Borracho" (en la imagen inferior) y otros por "Pasión, coco y wasabi". Doy fe de que ambos estaban muy buenos y el Borracho traía recuerdos de pasteles de la infancia.
Volveremos a Sigüenza para visitar (de una vez) su catedral y esperamos seguir disfrutando de una gastronomía puntera en nuestra comunidad y en toda España.
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