Si piensas qué ver en Úbeda no puedes dejar de lado sus plazas. A través de ellas se articula el centro histórico de esta bonita ciudad en la que el Renacimiento se encuentra a cada paso.
La última Semana Santa la hemos pasado en Úbeda y la hemos recorrido con calma y detalle. A pesar de haber bastante gente la hemos disfrutado como merece y hoy os quiero dejar un recorrido por sus calles y plazas, parándonos en sus principales atractivos.
Qué ver en Úbeda de plaza en plaza
Plaza Vázquez de Molina
Sin duda se trata de la plaza más importante de la localidad y una de las plazas más bonitas de España. En pocos lugares podrás ver tantos edificios renacentistas como aquí y de tanta belleza.
Tener la posibilidad de pasear por la noche por ella es de esos placeres estéticos que a los amantes del arte tanto nos gusta. Como siempre digo, las ciudades y los monumentos ofrecen diferentes facetas a lo largo del día y, aunque sólo fuera por esta plaza, merece la pena alargar el viaje y hacer noche en Úbeda.
La reina de la plaza es sin duda la Sacra Capilla del Salvador, monumento funerario levantado para acoger el descanso eterno de Francisco de los Cobos.
Si esta plaza estuviera en Italia sería famosísima en todo el mundo, los italianos saben bien como divulgar su patrimonio y en todas partes se conocen plazas que, como mínimo, son igual de bellas que esta. Démosla a conocer, pues.
La Capilla merece un post que tendrá próximamente en el blog, para explicar toda su simbología y su importancia artística.
Mirando de frente a la Capilla, a mano izquierda se encuentra el Palacio del Deán Ortega. Fernando Ortega fue el primer deán del Salvador y supervisó parte de las obras encargadas por el mecenas Francisco de los Cobos. Aquí se ubica en la actualidad el Parador de Turismo de la ciudad y su claustro es tan hermoso, tan mesurado y renacentista que merece la pena entrar y pasear por él, aunque no estemos alojados.
Andrés de Vandelvira desarrolló gran parte de su carrera como arquitecto en la provincia de Jaén, siendo él de Alcaraz (en Albacete); en la Plaza Vázquez de Molina encontramos algunas de sus obras más importantes; entre ellas este Palacio del Deán.
Podemos ver también a este lado de la Plaza una fuente renacentista que fue regalo del emperador Carlos V a Francisco de los Cobos con motivo de su boda, hoy está aquí, antes ocupó el espacio central del palacio de este último en su ciudad natal.
Siguiendo por este lado izquierdo de la plaza (siempre mirando hacia la Capilla), nos encontramos otra preciosa construcción de Andrés de Vandelvira: el Palacio de las Cadenas, actual sede del ayuntamiento ubetense. El maestro albaceteño ya dio buena muestra de su genio en su pueblo natal; en el blog te cuento qué hacer en Alcaraz y mucho gira en torno a la figura del gran arquitecto.
Se sitúa justo frente a la Colegiata de Santa María, el siguiente edificio de interés, y muestra una fachada dividida en tres cuerpos y rematada grácilmente mediante unas linternas que lo hacen fácilmente reconocible. Su promotor fue Juan Vázquez de Molina, sobrino de Francisco de los Cobos. Murió sin descendencia y lo donó a la Orden Dominicana.
Llaman la atención, aparte de las linternas, la inversión de los órdenes arquitectónicos (de abajo arriba: corintio, jónico y en el último cuerpo atlantes) y que para conseguir la simetría perfecta los tramos no miden exactamente igual, aunque a simple vista el edificio roza la perfección.
Justo delante del Palacio de las Cadenas dos leones sostienen los escudos de la ciudad. En un rincón de la plaza, en el lado opuesto, se levanta una estatua dedicada a Andrés de Vandelvira que mira orgulloso su obra con los instrumentos propios del arquitecto.
Toca ahora mirar hacia el lado derecho de la Plaza, donde destaca el bello edificio de Santa María de los Reales Alcázares; templo más importante de Úbeda durante muchos siglos.
Fue antes mezquita y más tarde por orden de Fernando III, templo cristiano. Es un lugar curioso por tanta historia que tiene desde el suelo hasta las campanas, porque la sucesión de estilos se puede apreciar a simple vista.
La doble espadaña son añadido del siglo XIX, mientras que en el segundo piso de la portada principal destaca el relieve de la Adoración de los Pastores. En el lateral podemos ver la portada de la Consolada, realizada a modo de arco triunfal.
Aún nos queda por ver la Cárcel del Obispo, hoy sede de los Juzgados y que antaño fue cárcel para religiosos, así como el Palacio del Marqués de Mancera, hoy día en venta y ante el que hay que pararse un rato para descubrir múltiples detalles.
Plaza del Ayuntamiento
A través del bonito patio del Palacio de las Cadenas podemos pasar a la plaza contigua: la del Ayuntamiento. De hecho, este Palacio es la sede consistorial y su fachada trasera se realizó a mediados del siglo XX en lo que eran los huertos del convento dominico.
A una esquina de esta plaza de indudable gusto andaluz, asoma el Palacio Vela de los Cobos; otra obra del gran Vandelvira.
Los elementos propios de la arquitectura renacentista están presentes en este Palacio singular. La división en tramos de la fachada, el balcón en esquina y la galería abierta en el último piso son propios de la época y suelen estar presentes en la obra de Vandelvira.
Hoy en día el Palacio se puede visitar, de la mano de su último propietario, mediante cita previa. Lamentablemente los días de Semana Santa, el dueño tenía invitados y no se realizaban; nos quedamos con las ganas de ver un palacio renacentista en uso y explicado por su dueño (quien debe ser un personaje muy interesante).
Plaza Primero de Mayo
A pocos metros de esta Plaza del Ayuntamiento nos encontramos con la del Primero de Mayo, otro lugar que ofrece infinidad de sitios interesantes con poco que seamos observadores curiosos. Haciendo esquina se abren los tres arcos de las Antiguas Casas Consistoriales y hoy Conservatorio María de Molina. La doble galería aligera el edificio. En la de la planta baja se reunía la ciudadanía; desde la alta los miembros del concejo de la ciudad asistían a las celebraciones de la plaza.
En un lateral de la Plaza se levanta la bella iglesia de San Pablo, que sólo pudimos ver por fuera debido a las celebraciones de Semana Santa.
Se levantó esta iglesia sobre los restos de una mezquita y durante muchos años fue sede del concejo de la ciudad.
Hacia la Plaza Primero de Mayo da la portada principal a la que se sube por una escalinata. Es de estilo gótico isabelino con tres arquivoltas y decoración vegetal, además del escudo del obispo de Jaén.
Entre los arcos trilobulados de las puertas se encuentra la estatua bajo dosel de San Pablo.
Para el viajero interesado en el santoral o en la literatura le puede gustar el Oratorio de San Juan de la Cruz, muy cerca de esta plaza. Allí llegó el santo místico, ya enfermo en septiembre de 1591 y allí murió unos meses después.
Plaza de San Pedro
Subiendo por la calle Real hacia la Plaza de Andalucía, a mano izquierda veremos la impresionante torre del Palacio de los Condes de Guadiana, hoy hotel. La fachada principal del edificio se encuentra justamente frente al ábside de la iglesia de San Pedro.
Esta está desacralizada pero conviene desviarse un momento para apreciar la belleza de su portada y su ábside.
De aires castellanos y bastante recia de hechuras, con trazas románicas (no en vano fue una de las primeras iglesias en construirse tras la reconquista de Úbeda) e intervenciones sucesivas, llama mucho la atención su portada del año 1605, muy rica y con alegorías de la Fe y la Caridad.
Plaza de Andalucía
Acabamos el recorrido en esta plaza, situada fuera de los muros de la ciudad y centro de la vida social de Úbeda. La preside la estatua del general Saro pero los edificios más curiosos son los lienzos de muralla que aún se conservan, aquí y en otros lugares de Úbeda, y se pueden ver perfectamente.
La Torre del Reloj, levantada como elemento defensivo a la que se añadió posteriormente el cuerpo de campanas, es hoy en día visitable y ofrece una perspectiva muy hermosa de Úbeda y sus alrededores.
En una hornacina de la Torre del Reloj se puede ver la imagen de Nuestra Señora de los Remedios, ante la que han jurado los privilegios de la ciudad todos los reyes de España desde Carlos I.
Y hasta aquí este breve pero intensísimo recorrido por las plazas de Úbeda. En torno a ellas podréis descubrir un patrimonio histórico-artístico muy rico que la convierte en Patrimonio de la Humanidad merecidamente.
Fuera de estas plazas hay innumerables tesoros que callejeando podréis conocer a lo largo de un fin de semana. Si queréis saber mucho más os recomiendo que hagáis la visita guiada que María Jesús de VisitaÚbedayBaeza realiza con calma y profesionalidad. ¡Quién mejor que una ubetense e historiadora del arte para enseñaros los secretos de su ciudad! Así hicimos nosotros en Semana Santa y fue la manera ideal de acercarnos a una ciudad tan monumental como es Úbeda. Muchas gracias María Jesús por tus consejos y enseñanzas, así como por la visita.
Si ahora te han entrado ganas de conocer Úbeda me alegro, y si quieres reservar alojamiento en la ciudad, sigue este enlace de afiliación y ayudarás en el mantenimiento del blog.
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