Qué hacer en Alcaraz: de historia, arte y paisajes
Si además le añadimos unos alrededores, los de la Sierra de Alcaraz y del Segura, de lo más bellos, se convierte en una estupenda opción para un fin de semana de naturaleza y patrimonio, más cerca de lo que pensamos y, sobre todo, fuera del tópico albaceteño que muchos tienen en mente antes de adentrarse en una de las provincias más hermosas de España.
En el año 2016 y de nuevo en el 2018 pude volver a Alcaraz El primero de los recorridos fue gracias a Turismo de Castilla-La Mancha, en un viaje que nos permitió adentrarnos en algunos de los pueblos más bonitos de Albacete y posiblemente, de toda Castilla-La Mancha.
La reina de Alcaraz es la Plaza Mayor, un espacio urbano impresionante en el que sobresalen las dos torres, la de la Trinidad y la del Tardón, símbolo de la localidad y emblemas de la arquitectura gótica, la primera y renacentista, la segunda.
La conforman las lonjas de Santo Domingo, de Regatería y del Alhorí, ligeras con sus diversas arcadas y le dan un toque señorial y elegante propio del Renacimiento ya que todas se levantaron en el siglo XVI.
Desde allí parten diversas calles de interés y allí nos recibieron al atardecer para mostrarnos algunos de los tesoros de la ciudad, que con una historia que se remonta al año 1213, son abundantes.
En la calle mayor, justo al lado del impresionante portal plateresco de la actual oficina de turismo, encontramos el taller de creación de las llamadas Alfombras de Alcaraz. Las primeras noticias de estas bellas alfombras se remontan al siglo XIV y desde entonces fueron utilizadas en innumerables ocasiones como intercambio y regalo, siendo muy apreciadas por su valor y complejidad de realización.
Hoy en día se pueden ver Alfombras de Alcaraz en museos tan diversos como el Metropolitano de Nueva York o el Victoria and Albert de Londres
En el taller de Alcaraz continúa la elaboración de este tipo de alfombras únicas. Trinidad García Esteban, a quien no pudimos saludar pero de la que vimos una de sus obras en el telar, mantiene viva esta tradición artesana.
En realmente impresionante ver lo complejo de la elaboración de estas Alfombras, la minuciosidad de su diseño, la dedicación y la gran cantidad de horas que se invierten en estas joyas artesanas que no están pagadas con dinero. El taller se puede visitar en el mismo horario de la oficina de turismo; merece la pena conocer de primera mano un oficio que tantísimo trabajo exige.
Volviendo a la Plaza Mayor, tras nuestra visita al taller de Trinidad, fuimos a visitar una iglesia que sorprende en el exterior por la ornamentación de su fachada y cuyo interior asombra aún más: la iglesia de la Santísima Trinidad.
Delante de ella, un pequeño busto de Andrés de Vandelvira gira la cabeza para mirarla, ya que se trata de uno de los lugares alcaraceños en los que dejó su huella el gran arquitecto del Renacimiento que nació allí.
El interior de la iglesia sorprende por su amplitud, por sus bóvedas de crucería y por su hermoso retablo que desde que lo visitamos en 2016 y en 2018 ha sido protagonista de un importante hallazgo.
En varias de las capillas de la iglesia se ve la impronta renacentista de Vandelvira: la de los Ballesteros, la de San Juan Bautista y la de San Sebastián. Las bóvedas se decoran con casetones propios de la época e inspirados en la tradición clásica.
La iglesia acoge un pequeño museo al que recomiendo acceder por un precio meramente simbólico. En él hay tallas tan interesantes como la del "Santo Entierro", que sorprende por su tamaño y estupenda conservación, y además se puede acceder al claustro de la iglesia desde el que se contempla una vista diferente de las dos famosas torres alcaraceñas.
En la fría noche serrana las dos torres brillan en la oscuridad, separadas apenas por la estrecha calle Entre Iglesias. La de la iglesia de la Santísima Trinidad tiene trazas góticas, remate renacentista y planta poligonal.
Sobre el que fuera convento dominico se alza la del Tardón que parece acoplarse según se mire en la distancia con su competidora. Fue diseñada por Andrés de Vandelvira y construida entre 1555 y 1568 por Bartolomé Flores.De buena mañana da gusto tomar el Arco de la Zapatería que hace esquina entre dos de las lonjas de la Plaza Mayor; por él se accede tras una buena cuesta a los restos del castillo de Alcaraz. Además, según vas subiendo la vista es cada vez más bella, quedando enmarcado el centro de la ciudad por la Serranía.
El castillo es de origen árabe y sus restos están en el llamado Cerro de San Cristóbal. Es vestigio claro de la presencia árabe en estas tierras hasta que en 1213 Alfonso VIII la reconquistó y le concedió un fuero para ser repoblada.
Tras bajar del castillo, no debemos olvidar dar un paseo por la Calle Mayor. Sale justo de la Plaza y tiene el encanto de esas villas medievales en las que se han ido construyendo casas a lo largo de los siglos. Diversas edificaciones llaman la atención por lo señorial de sus fachadas, otras por sus plantas multicolores y las más por la utilización de la "tierra chocolatada" que le da un toque de color chocolate de lo más curioso a algunas casas.
De entre todas las fachadas que veremos en la Calle Mayor, sin duda alguna la más interesante y bella es la llamada Puerta del Alhorí. Está situada al principio de la calle, en el lateral correspondiente al ayuntamiento y por ella se accede a la oficina de turismo.
Llama la atención por su estilo plateresco (propio de mi ciudad, Salamanca, pero más raro en Albacete, mi tierra de adopción); es obra del gran Vandelvira, concretamente de sus años de juventud (1531). El doble arco de medio punto enmarcado entre columnas profusamente decoradas con grutescos, cintas y demás elementos propios de este estilo acoge en el alfiz los bustos de Paris y Helena y en el centro el escudo de Alcaraz. Sobre la portada, a gran tamaño, está el escudo de Carlos I. Una obra bella y que sorprende al visitante al hallarla en un pueblo con título de ciudad, como es Alcaraz.
Si aquí comenzó el genio de Vandelvira a desarrollarse, habrá que cruzar la Sierra para llegar a la provincia de Jaén y contemplar sus obras más importantes. De todo lo que hay que ver en Úbeda, destaca sobremanera la obra de Andrés de Vandelvira
Ya llega la hora de irse y hay que volver a la plaza que está delante de la Santísima Trinidad para despedirnos de Don Andrés, que a la luz del día, mira orgulloso hacia el edificio que acoge algunas de sus obras. Hay tantas cosas que hacer en Alcaraz que será fácil que volvemos y más después de los últimos descubrimientos.
Actualización marzo de 2023
Tras la restauración llevada a cabo en 2021 del retablo de la iglesia de la Trinidad de Alcaraz, se ha descubierto que bajo los sucesivos repintes en las tablas del mismo se encontraba un tesoro. Dicho tesoro consiste en que las tablas originales (tapadas hasta entonces) eran obra del mismísimo Juan de Borgoña. Desde el otoño de 2022 es posible ver las tablas colocadas sobre la estructura del retablo de la iglesia de la Trinidad.
Los artistas procedentes del norte de Europa fueron muy demandados en las cortes peninsulares de los siglos XV y XVI. El maestro Juan de Borgoña era de los de mayor calidad y tras sus viajes por Italia introdujo, junto con los últimos coletazos del Gótico, los primeros atisbos del Renacimiento pictórico.
Juan de Borgoña trabajó fundamentalmente en Toledo y su catedral, junto a grandes como Pedro Berruguete. Será en los primeros años del XVI, en torno a 1502, cuando realice junto a los miembros de su taller, las tablas para el retablo de la Trinidad de Alcaraz. Sin duda, un gran descubrimiento artístico que pone de manifiesto la importancia de Alcaraz como centro artístico en pleno Renacimiento.
Ahora más si cabe se pone de manifiesto qué hacer en Alcaraz: disfrutar de su entorno único, visitar las iglesias y conventos y conocer tradiciones tan antiguas como la elaboración de sus alfombras. Muchas gracias a mi amiga Yolanda Belmonte por la última imagen, la del retablo de Juan de Borgoña.
¡Pero qué bonito es Alcaraz! Desde luego para mí fue toda una sorpresa, no me lo esperaba para nada, sus dos torres y esa plaza renacentista es tan monumental para un pueblo que parece que estás en una capital castellana. Un abrazo y ¡espero verte pronto!
ResponderEliminarEs verdad, Patri. Es sorprendente tanta riqueza artística en un pueblo con título de ciudad no muy grande.
EliminarOtro abrazo para ti y hasta la próxima.
Yo últimamente estoy visitando esos lugares no tan turísticos como la provincia de Cuenca o Teruel. Lo siguiente en mi lista es Albacete o Soria así que me viene fenomenal tu post para ir recogiendo ideas y preparar una escapada!! Apuntado: Alcaraz.
ResponderEliminar¡Genial! Si vienes por aquí, avísame y te enseño la ciudad... que aunque parezca que no, tiene mucho que ver.
EliminarUn abrazo.
Conozco poquísimo Albacete, la verdad es que me pilla tan a desmano que voy a tener que preparar una escapada expresamente para conocerlo porque estoy viendo ultimamente maravillas como Alcaraz que hoy nos enseñas y que desde luego es una maravilla.
ResponderEliminarGracias por compartir
Un saludo
Carmen
Gracias a ti, Carmen. Aquí estaremos encantados de mostrarte la ciudad que también es bonita aunque no demasiado monumental. Albacete tiene un provincia preciosa algo olvidada.
EliminarUn saludo.
Hermoso pueblo, la verdad estoy sorprendida de tanta belleza, hay mucha historia en el pueblo que me gustaria conocer y descubrir.
ResponderEliminarSaludos,
hoteles en cali
Muy bonita la ciudad, me gustaría conocerla y mostrarle a mis hijos de donde proviene nuestro apellido, somos de Paraguay pero vivimos en San Sebastián de los Reyes.
ResponderEliminarPues desde San Sebastián de los Reyes no lo tenéis tan lejos. Es cuestión de animaros. Realmente es una joya de lugar que merece mucho la pena ser descubierto.
EliminarUn saludo viajero.
Es un sueño conocer la ciudad naci en ese hermoso pais, pero ahora me encuentro en Colombia administrando algunos hoteles en cali trabajo juicioso con el anhelo de volver algun dia.!
ResponderEliminarSaludos
En este precioso pueblo me crie yo que alegria de verlo aunque sea en fotos gracias por compartirlo
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