De todas las ciudades del norte de Italia, Mantua es una de las más interesantes. Hoy os traemos todo lo que hacer en Mantua en dos días. Sin duda, serán jornadas intensas en las que abrumarse de arte, recorrer palacios y castillos, deslumbrarse con la corte de los Gonzaga y comer muy bien.
Qué hacer en Mantua en dos días: historia, arte y buena vida
Cuando decidimos volver al norte de Italia en septiembre de 2022, teníamos claro que queríamos visitar Mantua. La ciudad lombarda es, junto a Sabbionetta, un todo renacentista y ambas forman parte del Patrimonio de la Humanidad desde 2008.
No teníamos tiempo para acercarnos a Sabbionetta pero sí teníamos claros que exprimiríamos al máximo esos dos días disponibles. Era nuestra tercera parada tras unos cuantos días en Venecia y en Padua. En la Ciudad de los Canales habíamos hecho algunas visitas pendiente y es que ¡hay tanto que hacer en Venecia que no nos cansamos de volver!
Mantua cuenta con un centro histórico muy compacto en el que destacan sus sucesivas plazas, así que lo mejor es concentrar las visitas por zonas y según los horarios para intentar no perdernos nada.
En torno a la Piazza delle Erbe
Allí teníamos nuestro alojamiento y en torno a esta singular plaza concentramos las visitas que realizamos el primer día. El Palazzo della Ragione y su Torre dell´Orologio por un lado y la Rotonda de San Lorenzo y la basílica de Sant' Andrea, obra de Leon Battista Alberti, por otro, conforman este lugar. Las casas adosadas a Sant' Andrea hacen que esté bastante disimulada pero es realmente magnífica.
De la Piazza delle Erbe hay que llegar a la Piazza Broletto entre tiendas, restaurantes, algún que otro supermercado y siempre, mucha animación. A continuación y como tercer espacio público, llegamos a a la Piazza Sordello. Aquellos días de septiembre estaba punto de comenzar la feria de literatura que da animación a cada rincón de la ciudad, así que había instalada una gran carpa en el medio.
No obstante, de frente se podía ver bien la imponente fachada del Duomo y en el lado derecho el Palazzo Ducale. Este palacio, sede de la corte renacentista de los Gonzaga, es una de las visitas fundamentales que hacer en Mantua en dos días. Se le tiene que dedicar un buen rato porque a través del Palacio se llega a las estancias del Castillo de San Giorgio y se puede visitar la Basílica de Santa Bárbara (todo dentro del recinto).
Entre las joyas que guarda el Palazzo Ducale se encuentra una de las visitas más demandadas de Mantua, la maravillosa Camara de los Esposos de Mantegna, para la cual conviene reservar entradas con antelación.
Si después nos quedan ganas y tiempo, puede ser buena idea pasar a la Casa de Rigoletto, el inmortal bufón de la ópera de Verdi, quien situó la acción en la ciudad de Mantua. Es un edificio del siglo XV que nos permite ver cómo era una casa de la época.
También puede ser buena idea acercarnos al Ponte di San Giorgio para tener una vista de la ciudad y de algunos de los lagos que la rodean, en los que dependiendo de la época del año, proliferan los nenúfares. Al bordear el Castillo de San Giorgio no pudimos evitar recordar el Castillo Estense de Ferrara; sus similitudes son evidentes. Además, en la corte gonzagesca de Mantua vivió Isabella d'Este, procedente de la ciudad romagnola.
El segundo día lo centramos en recorrer la ciudad en dirección al Palazzo Te. Si el Palacio Ducal abruma por tanta estancia, el Palazzo Te puede llegar a marearte ante la magnificencia que atesora en su interior. Por eso, y porque merece la pena conviene tomar el camino con tranquilidad y con alguna parada como la de la pequeña piazza Canossa con sus palacios y pequeño oratorio.
El Palazzo d'Arco sorprende especialmente por las estancias dedicadas a las estaciones del año, que fueron encontradas casi de casualidad. El resto del espacio es también bastante singular por conservar su autenticidad tras la donación de la última descendiente en 1973.
La Casa de Mantegna (que nosotros encontramos cerrada) y el templo de San Sebastián, obra singular de Leon Battista Alberti, destacan en el paseo hasta llegar a la inmensa explanada del Palazzo Te. Fue deseo de Federico II Gonzaga llevar a cabo esta vivienda de verano, en las afueras de la ciudad. Además, tal y como correspondía con la época, debería servir para sorprender a los ilustres visitantes que pasarían por la pequeña ciudad. Y confieso que si uno se sorprende en el XXI, en el XVI debía ser impresionante.
Se levantó en apenas 10 años y el recibimiento a los grandes personajes sería sin duda magnífico entre tanta estancia con frescos y con el diseño del manierista Giulio Romano. Todo el programa iconográfico estaba pensado al milímetro: la antigüedad estaba presente en alusiones a emperadores y dioses, el poder de los Gonzaga también y el esplendor renacentista tiene poco parangón. Si tienes pocos días en Mantua, sin duda la visita al Palazzo Te es imprescindible.
Si en el Palacio Ducal te sorprende la Cámara de los Esposos, en el Palazzo Te, la de los Gigantes y su increíble perspectiva te dejará con la boca abierta. Pero no sólo esta, la de los Caballos o la de Amor y Psiche harán de esta visita algo inolvidable para todos los amantes del arte y la historia.
Dejo para el final dos lugares vinculados con la tradición cultural mantovana: la Biblioteca Teresiana y el magnífico Teatro Scientifico Bibiena. Ambos lugares se encuentran próximos a la Piazza Sordello, en el centro histórico. La biblioteca fue fundada gracias a la emperatriz Maria Teresa de Austria en 1780, cuando los austriacos dominaban parte del norte de la actual Italia. El Teatro es un ejemplo único de auditorio dedicado no sólo a la música y a las representaciones artísticas, sino también a la ciencia. Allí tocó un joven Mozart, en el año de 1770, poco tiempo después de ser inaugurado.
Y hasta aquí llega nuestro recorrido sobre qué hacer en Mantua en dos días. Nos dieron para mucho, como podéis ver. La clave estuvo en madrugar (un poco) y en organizar las visitas según los horarios.
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