Ca' Pisani Hotel en Venecia es una de las opciones más originales para descansar en la ciudad de los canales. Se encuentra situado en el "sestiere" de Dorsoduro, a muy pocos metros del puente de la Accademia y a pocos pasos de la galería del mismo nombre.
Aquí os cuento cómo han sido mis experiencias en un alojamiento que me ha gustado tanto que he repetido dos veces en el mismo año 2022.
Dormir en Ca' Pisani Hotel Venecia en el corazón de Dorsoduro
Llegar al Ca' Pisani Hotel Venecia es sencillo ya que tenemos varias opciones. La más barata desde el Aeropuerto Marco Polo es la que usamos mi amiga Anto y yo en febrero de 2022. Cogimos el autobús hasta Piazzale Roma y después callejeamos Google Maps en mano por una ciudad casi desierta hasta llegar al hotel. Era de madrugada y en la noche fría veneciana daba impresión oír nuestros pasos casi en soledad.
La segunda ocasión fue en septiembre de 2022. Tuvo poco que ver ya que aterrizamos a mediodía y fue sencillo y breve elegir entre las dos líneas de vaporetto Alilaguna. De hecho, tomamos la que salía con más inmediatez para no tener que esperar. La parada de San Moisé, al otro lado del Gran Canal, estaba a apenas 7 minutos andando y además era de día. En esa ocasión Venecia fue la parada inicial del viaje que hicimos mi marido y yo por el norte de Italia. En el post como ir del aeropuerto Marco Polo al centro de Venecia Venecia lo explico todo con precisión.
La cuestión es que Ca' Pisani Hotel Venecia me había dejado tan buena impresión la primera vez que no dudé en repetir. La recepción del hotel funciona bastante rápido, el establecimiento no es muy grande y enseguida se llega a las distintas habitaciones. Las puertas se abren acercando una llave con forma de pez de marquetería. Ese pez es el símbolo del alojamiento y se repite en multitud de detalles.
El hotel ocupa un palacio del siglo XIV, como tantos alojamientos de la ciudad. Sin embargo, lo que lo hace especial es la exquisita decoración art déco que ha sido utilizada para amueblar el establecimiento. Contrasta enormemente con las trazas góticas del edificio pero sus líneas sinuosas y la calidez de la madera están en consonancia en todo el hotel.
En las entreplantas te encuentras rincones para descansar y curiosear la calle y la plazuela que se abre delante del hotel. Además, puedes subir hasta la azotea para tener buenas vistas del centro de la ciudad. Entre todas las cosas
que hacer en Venecia, verla desde lo alto siempre es buena idea.
La habitación que tuvimos en febrero daba a la parte trasera sobre un precioso jardín y con vistas sobre otros palacios. La de septiembre no tenía vistas ya que miraba al callejón lateral. Ambas, eso sí, fueron extremadamente confortables y repletas de detalles. La cama y sus mesillas formando todo un bloque era grande y cómoda, con puntos de lectura y enchufes varios. Enfrente, un curioso mueble bar, ocultaba la televisión de pantalla plana y contaba con una mesita plegable que nos vino bien para hacer alguna cena ligera. En la entrada se situaba el armario empotrado con perchas varias, caja fuerte etc. Otra pequeña mesa con una butaca formaban el rincón de lectura que aprovechamos más bien poco.
La habitación tenía buena calefacción en invierno y aire acondicionado en la estancia del verano. Eran tranquilas y estaban bien aisladas. Siempre había botellas de agua disponibles, zapatillas y albornoz. El tamaño no era muy grande pero en Venecia no suelen serlo y al tener varios espejos la sensación de amplitud estaba garantizada.
El cuarto de baño estaba muy cuidado con bañera quizás un poco elevada, lavabo con una curiosa lámpara incorporada y muchos productos de acogida bien seleccionados. Las toallas era abundantes y suaves y el gel de baño y la crema hidratante contaban con un aroma estupendo.
Por la mañana, el desayuno se servía en el restaurante La Rivista, en la planta baja y decorado con láminas futuristas. En un pequeño espacio había de todo para tomar fuerzas, el café estaba muy rico, el zumo lo podías exprimir en un momento, tostadas, bollería recién hecha, mermeladas, varios tipos de pan, quesos, embutidos y fruta. En definitiva, un momento para tomarlo con tranquilidad y organizar las visitas de ese día.
Tras un buen descanso como el que puede tener en Ca' Pisani Hotel Venecia, ya sólo queda coger tu
Chorus Pass Venecia y lanzarte a visitar iglesias, palacios, plazas etc. La magia de esta ciudad única estará a pocos pasos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Muchas gracias por dejar tu comentario en Ida y Vuelta.