Qué hacer en Cartagena
Parece mentira que teniéndola tan cerca, nunca nos hubiéramos animado a conocer esta ciudad tan llena de atractivos y a apenas dos horas de Albacete.
Aquí os cuento todo lo que podéis hacer en la antigua Cartago Nova.
Qué hacer en Cartagena en un fin de semana
1. Conocer su pasado
Siempre es fundamental en un lugar tan cargado de historia conocerla aunque sea un poco. Cartagena hunde sus raíces en miles de años atrás, ya que fue fundada en torno al año 227 a.C.
Sus minas de plata, la sal que se extraía también muy cerca y su posición privilegiada junto al mar pronto la convirtieron en una importante ciudad, muy deseada por los pueblos que habitaron la Península.
Conquistada por Roma pasó a llamarse Cartago Nova y vivió época de esplendor gracias a la extracción de minerales de sus sierras cercanas.
Hoy en día podemos descubrir el pasado romano de Cartagena en paseos por el centro de la ciudad, donde desde hace relativamente poco tiempo se están rescatando restos romanos del subsuelo o "comidos" por edificaciones posteriores.
El teatro romano es uno de los más grandes de la antigua Hispania y fue descubierto en 1988. Los restos de la antigua catedral se insertan en la construcción del teatro, poniendo de relieve la convivencia de épocas históricas y estilos diversos. A través del Museo del Teatro Romano, obra de Rafael Moneo, podemos conocer su historia y además contemplar obras recuperadas en las excavaciones.
El anfiteatro se encuentra bajo la antigua plaza de toros. Desde el año 2009 está en proceso de recuperación.
En 1968 se descubrieron el Decumano y las termas en pleno centro de la ciudad. Hoy en día podemos visitar o ver desde fuera (gracias a la recuperación progresiva) lo que fueron las arterias principales de la antigua Cartago Nova. El Barrio del Foro Romano en la colina del Molinete es el parque arqueológico más grande de Europa.
Restos de calzada, columnatas y muros surgen en el centro de la ciudad, poniendo donde menos te lo esperas el pasado de dos mil años al alcance de la mano.
2. Disfrutar de sus edificios modernistas y de estilo ecléctico
No tenía yo ni idea de que en Cartagena hay tanta arquitectura de la época modernista. Pues bien, desde la Plaza de los Héroes de Cavite con el Antiguo Palacio Consistorial y más adelante por la calle Mayor y aledaños, Cartagena exhibe un hermoso muestrario de edificios de principios del siglo XX.
La Casa Aguirre, la Casa Maestre, el Casino o la Casa Cervantes con sus miradores blancos son sólo algunos de los ejemplos.
Sin duda, merece mucho la pena callejear y descubrir estos tesoros que, por lo menos yo, desconocía que estaban en Cartagena.
3. Sentir la presencia del mar en cada momento
Si te alojas en el centro verás que el Mediterráneo baña los escalones que bajan de la plaza Héroes de Cavite. Disfrutar de la hora azul, cuando todo va cambiando de color junto al mar es algo que siempre he envidiado de las ciudades con mar. Y en Cartagena, con nuestro hotel a dos pasos, he podido respirar el olor a mar, oír su rumor sereno, ya que en Cartagena está la bahía que calma las aguas, y comer sus ricos alimentos.
4. Acercarte a la historia de la Marina española a través de su Museo Naval
Y ya de paso, conocer de primera mano el invento del cartagenero visionario que fue Isaac Peral: el submarino.
En el antiguo cuartel de presidiarios y esclavo se halla este Museo Naval, un edificio que se encuentra en la fachada marítima de la ciudad, elegante y bella y en pleno centro.
Modelos de navíos, nudos, aparejos, escafandras, etc. en todo un compendio de interesantes objetos expuestos en un museo atractivo.
En un espacio anexo se puede ver el submarino ideado por Peral, su proceso de construcción y las vicisitudes posteriores de este invento único.
5. Descubrir las sorprendentes estatuas del centro de la ciudad
Muchas de ellas, de las que vimos, tienen su mirada puesta en el mar y la marinería (y también en el ejército de tierra) que ha tenido y tiene base en Cartagena. Así descubrimos al marinero de reemplazo o al soldado de reemplazo, muy cerca la una de la otra, y con sentimiento de nostalgia en el rostro de los muchachos.
Junto al mar, "El Zulo" de Víctor Ochoa rinde homenaje monumental a las víctimas del terrorismo; a pocos metros, en el puerto, la cola de una ballena nos recuerda que estos hermosos animales tienen su zona de paso cerca de Cartagena.
6. Visitar un museo singular: el ARQUA
El Museo Nacional de Arqueología Subacuática es de estos museos actuales, bien diseñados y mejor contados en los que se transmite el gusto por un tema a priori tan poco conocido como el de la arqueología marina.
Se encuentra situado en el puerto de la ciudad y su diseño ha merecido prestigiosos premios. A través de una nave bien iluminada hacemos un recorrido por lo que significa la arqueología subacuática. Aprendemos el oficio, no exento de peligros, el proceso de recuperación de objetos históricos y la importancia que tiene conservar el patrimonio y conocerlo.
Podemos ver cómo era el antiguo puerto de Cartago Nova, cómo llegaban los bienes procedentes de allende los mares, cómo se conservaban y se distribuían, etc. en una tarea ya bien arraigada miles de años atrás.
Barcos, ánforas, maquetas, laboratorios e incluso tesoros como el ganado en los tribunales internacionales a la empresa dedicada a la "recuperación expoliadora" de tesoros Odissey: las monedas de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes.
¿Es o no interesante este museo?
7. Dar un paseo en barco por la bahía de Cartagena
Para tener otra vista de la ciudad, verla desde el mar y admirar las muchas fortificaciones que la rodean. El día que estuvimos el mar estaba bastante revuelto y no salimos de la bahía, pero habitualmente, si el tiempo lo permite, el barco navega un tramo de la línea de costa mientras te van explicando lo que ves.
8. Hacer una visita guiada
En nuestro caso optamos por un free-tour que nos llevó por un montón de lugares interesantes: desde el puerto hasta el anfiteatro, pasando por el mirador y conociendo de primera mano, la de nuestro guía un montón de cosas interesantes de la ciudad de Cartagena y sus habitantes. Realmente muy recomendable.
9. Disfrutar de la gastronomía de la zona
Y bien que lo hicimos; a base de tapas en lugares tan típicos como La Fuente y La Uva Jumillana el primer día y dando cuenta de un caldero en La Tana, en Cabo de Palos, como colofón de nuestro fin de semana.
10. Terminar con la vista maravillosa desde el faro de Cabo de Palos
Bueno, desde la parte de abajo del faro. Nada más acabar de comer el caldero, tuvimos la idea de llegar hasta el faro que se alza tremendo sobre el Cabo de Palos. Las aguas que lo rodean son límpidas y turquesas y el espacio es rico en fauna tal y como te explican en diversos paneles, ya que se trata de un espacio natural bastante amenazado y con una biodiversidad única.
Nada mejor que acabar nuestro fin de semana en Cartagena con la vista puesta en el Mediterráneo y en toda su belleza.
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Muchas gracias, primero por visitar esta vieja ciudad marinera y hacer un texto dónde se adivina que realmente te gusto.
ResponderEliminar(Solo hacerte un apunte: no existe el caldero murciano. Murcia es posterior y como bien sabes, no tiene mar) Se le llama Caldero del Mar Menor o cartagenero.
Gracias.
Muchas gracias veintiuno. Realmente me sorprendió muy gratamente. Siento no haber ido antes a conocer Cartagena. Pero nunca es tarde si la dicha es buena. Y gracias por el apunte sobre el Caldero. Ya está corregido.
EliminarUn saludo viajero.
great post
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