En Casas Ibáñez, en la provincia de Albacete y en la comarca de La Manchuela, se encuentra el restaurante Cañitas Maite, una de las sorpresas gastronómicas de los últimos tiempos gracias a sus dos jovencísimos chefs. Hemos tenido la ocasión de comer en él en dos ocasiones durante este otoño de confinamientos perimetrales que nos están animando a conocer nuestra Castilla-La Mancha. Aquí os cuento mucho más y, ojo, no dejéis de pasaros en cuanto las circunstancias lo permitan.
Cañitas Maite, sorpresa en La Manchuela
Sea como sea, el restaurante Cañitas Maite pertenece a un grupo de gran tradición ibañesa, ya que desde hace más de 60 años está presente en la localidad con diversos establecimientos hosteleros.
Precisamente, en uno de ellos, el hotel Cañitas Maite, se encuentra el restaurante homónimo que tan buenos ratos nos está haciendo pasar últimamente.
Y ahora toca lo dulce: somos golosos y cuando vemos en una carta tantas delicias, no podemos menos de "dejar hueco" para lo que viene al final. Aquí tenéis.
Tres cuartos de hora nos separan de este espacio gastronómico divido en dos amplios salones: uno con la barra y mesas grandes, separadas con mamparas y decoración colorista y que combina suelos hidráulicos con el colorido de las botellas de vino a modo de vidriera y otro más convencional igual de confortable.
En el Restaurante Cañitas Maite hay dos cartas: la denominada "de barra" y "la de producto". Ambas son perfectamente compatibles y combinables. Así que si te gusta comer de tapas, estás en el lugar ideal, pero si quieres probar un plato de la carta "de producto" y luego pasar por la de tapas, no hay ningún problema.
Aquí os traigo un pequeño recopilatorio con imágenes de algunas de las delicias que hemos probado en el Cañitas Maite. ¡Y hay mucho más!
- Croqueta de jamón ibérico, realizada a base de mantequilla y leche fresca de oveja, dados y láminas de jamón de bellota y airbags de su tocinillo.
¿Qué se puede decir de esta delicia de croqueta? Pues que yo nunca he probado otra más rica. Cremosísima, con gran sabor a jamón del bueno, crujiente por fuera y acompañada a la manera de unas palomitas exquisitas de tocinillo. La leche fresca y la mantequilla de oveja de la Granja Calaveruela están en esta croqueta finalista del Campeonato Internacional de Croqueta Joselito de Madrid Fusión 2020. Casi nada.
- Roll de costilla de vaca BBQ con pan de mantequilla, cebolla crispy y emulsión de chipotle.
El punto justo de la carne que se deshace en boca de manera delicada y con un toque que no llega a ser picante sino que le da algo más de sabor, algo de sorpresa.
- Saam de cochinillo y cigala. Hoja de shisho a modo de taco, ventresca de cochinillo crujiente, cigala a la llama y tártara.
Un curioso viaje a Japón a través de los sabores de mar y montaña; de cochinillo y cigala, muy sabrosos y en una mezcla insospechada.
- Hot dog de pulpo; pulpo asado en manteca color, kimchi y cebolla crispy en pan de tinta.
De nuevo una delicatessen del mar presentada con muchísima originalidad y con un sabor espectacular. El punto del pulpo estupendo, sabroso y muy bien acompañado. Ni más ni menos.
- Bao Buns de pluma ibérica; pan al vapor relleno de presa ibérica a la brasa, miel mostaza, agridulce y rúcula.
Sobre un pequeño cerdito se presentan estos bao buns rellenos de deliciosa carne ibérica. De nuevo Asia aparece en esta delicia condensada de sabores de aquí con esencias orientales. Me encantó el punto de la carne y ese toque agridulce singular.
No me he olvidado, aunque no haya foto del maravilloso waffle de patatas bravas: crujiente por fuera, tierno por dentro y con doblete de salsas que le dan un sabor maravilloso. Para comer con los dedos y no parar de disfrutar.
- Fundente de cacao con helado de haba tonka. Disfruté este postre con potente sabor a cacao del bueno, de ese que te deja un gusto intenso en la boca y que se refresca a la perfección con el helado.
- Pepito de leche y mantequilla con helado de avellana; presentado como si estuviera en un bocadillo, esta delicatessen es puro sabor de avellana que nos lleva a la infancia con el sabor entremezclado de la leche y de la mantequilla. Otra delicia más.
- Polo helado de frambuesa y choco blanco; es un postre tan bonito que da pena comérselo, pero como se derretirá, lo mejor es hincarle el diente a esta preciosidad de helado con texturas de frambuesa por encima y un riquísimo helado de espuma de frambuesa por dentro. Estupendo contraste el del chocolate blanco.
Y hasta aquí el recorrido por algunas de las delicias del restaurante Cañitas Maite. No nos queda más que regresar en más ocasiones para seguir probando y disfrutando de tantos sabores en el corazón de la Manchuela.
Si quieres conocer Alcalá del Júcar muy cerca de Casas Ibáñez, sigue este enlace, seguro que te gusta.
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