8/2/21

Convento de San Esteban (Dominicos), Salamanca

El Convento de San Esteban en Salamanca es una de las muchas joyas de la ciudad y merece ser visitado con calma disfrutando de sus espacios y de la historia que nos narran. Vamos a recorrerlo sin prisa y descubriéndolo poco a poco.

Convento de San Esteban, Salamanca



Bajando por la calle San Pablo desde la Plaza Mayor, se llega en un breve paseo hasta la plaza del Concilio de Trento. Merece la pena pararse en esta plaza y mirar hacia atrás para ver la perspectiva de la Catedral y un poco más allá la Clerecía. El conjunto se cierra a nuestro frente con la mole del Convento de San Esteban y a la derecha el pequeño edificio ocupado por las Dueñas. 

Una estatua, se levanta según miramos la fachada de los Dominicos mano derecha y entre los árboles: Francisco de Vitoria observa con rostro adusto. Se trata de uno de los frailes más destacados que moraron el Convento de San Esteban padre del derecho de gentes o derecho internacional.

Pero vamos hacia el puente de piedra que cruza el antiguo Arroyo de Santo Domingo y lo mejor será que nos dirijamos hacia la elegante logia de arquería de medio punto realizada en 1590 por Juan del Rivero Rada y que es por dónde debemos entrar para realizar la visita.

Los Dominicos se establecieron en la capital del Tormes poco después de la fundación de la orden por Santo Domingo de Guzmán. Pronto el convento se quedó pequeño y además estaba sometido a las frecuentes crecidas del río ya que se levantó a sus orillas. Buscaron en esta elevación del terreno un lugar más seguro y primero hubo una ermita, después un edificio más grande y, finalmente, a principios del siglo XVI se promovió el convento que hoy vemos por fray Juan Álvarez de Toledo, hijo del duque de Alba.

La obra del Convento de San Esteban se encargó a Juan de Álava y él diseñó el templo, la fachada y parte del coro. Más tarde le sucedieron fray Martín de Santiago, Rodrigo Gil de Hontañón y el mencionado Juan del Rivero Rada (entre otros). El convento se construyó entre 1524 y 1610, cuando se dieron por finalizadas las obras. 

Más tarde analizaremos la impresionante fachada plateresca pero ahora nos vamos a dirigir a otro de los espacios más importantes del Convento de San Esteban: el llamado Claustro de Reyes, uno de los más bonitos y originales que conozco.




Convento de los Dominicos Salamanca


Este espacio maravilloso fue diseñado por fray Martín de Santiago y tiene dos plantas de estilo renacentista aunque con elementos góticos que aún perduran. Las crujías de la parte inferior cuentan con bóvedas de crucería y se asoman al jardín central mediante arcos con manieles y aramboles que permiten que la luz pase de manera tamizada y sutil al interior del claustro. Todo ello le dota de una ligereza sin igual y que no suele estar presente en otros claustros conocidos.

Convento de los Dominicos Salamanca


En los cuatro ángulos del claustro, en los denominados machones, se sitúan diversas escenas escultóricas. Destaca la Presentación de Jesús en el templo, realizada por la escuela burgalesa de Diego de Siloé. 

Convento Dominicos Salamanca


En los intercolumnios nos encontramos medallones esculpidos. Y si miramos a la planta superior, en las enjutas exteriores de los arcos de esta segunda planta los medallones que podemos observar representan los reyes de Israel. De ahí el nombre de Claustro de Reyes.

Tenemos que subir a la segunda planta para tener una vista increíble de todo el conjunto, del jardín central, de los elementos de la iglesia (sobre todo el cimborrio) y de las diferentes arquerías que forman los dos pisos del claustro. 

Convento de los Dominicos Salamanca


Cuando regresemos a la planta inferior debemos dar una vuelta entera al claustro sin perdernos el llamado muro del confesionario donde la mismísima Santa Teresa de Jesús solía confesarse y otras dependencias interesantes. Así el "Capítulo antiguo" donde se reunían los frailes y que además acoge la morada eterna de ilustres dominicos. Al lado se encuentra el "Capítulo nuevo", un espacio singular construido en la primera mitad del siglo XVII.


Convento de los Dominicos Salamanca


Si queremos visitar la Sacristía tenemos que pasar por la maravillosa escalera de Soto, que fue financiada por Fray Domingo de Soto. Esta peculiar construcción es de grandes dimensiones  cuenta con la peculiaridad de haber sido levantada de manera que el primer tramo sostiene todo los demás. Fue diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón en  1553 y llaman la atención los casetones floreados, los medallones y un relieve de la Magdalena que la decoran. 

¿Quién fue Domingo de Soto? Uno de los frailes más importantes de todos los que han morado en el Convento de San Esteban de Salamanca. Catedrático de la Universidad, fue teólogo en Trento y consejero y confesor de Carlos I, nada menos. Escribió sobre temas tan diversos como la Lógica, Derecho Internacional, Teología e incluso Urbanismo y Física. Fue el primero en establecer la teoría de la caída de los cuerpos, mucho antes que Galileo y Newton.



Convento de los Dominicos Salamanca escalera


Desde esta magnífica escalera tendremos acceso al coro de la iglesia que nos permitirá tener una vista única de la misma. El coro es realmente amplio y en él destaca la sillería de madera de nogal tallada por Alonso de Balbás a partir de 1651; Juan de Mondravilla trabajó las cresterías o remates decorativos de la sillería, el asiento del prior y el enorme facistol

El gran fresco que decora el coro es obra de Antonio Palomino y lleva por título "El Triunfo de la Iglesia Militante".  Mediante el espejo dispuesto en el coro podemos apreciar de manera conjunta la bóveda de la nave central, el fresco mencionado y el facistol asomando.

Convento Dominicos bóveda de la iglesia


Retrocediendo sobre nuestros pasos y bajando de nuevo por la Escalera de Soto, podremos acceder a la iglesia del Convento de San Esteban propiamente dicha. Llama la atención por su gran amplitud y porque cuenta con una única nave. Permitía acoger a gran número de fieles que asistían a las prédicas de una Orden Dominicana caracterizada siempre por su sabiduría y formación. 

El altar se encuentra sobreelevado para facilitar la visión de los fieles desde todas las partes del templo. De los pies a la nave la iglesia está construida en un gótico tardío de complicadas bóvedas estrelladas; del crucero al altar mayor el estilo renacentista incipiente.



Convento de los Dominicos Salamanca


Si nos colocamos justo debajo del cimborrio podremos apreciar la luminosidad de este templo, además de admirarlo en toda su amplitud. Todo está realizado con cuidado y finalidad teológica: los medallones de los Evangelistas, los doctores de la Iglesia, la tracería polícroma etc.

Pero sobre todo destaca el espléndido retablo mayor, obra maestra del barroco hispano y realizado por José Benito Churriguera, quien lo instaló hacia 1692 en el lugar que ocupa hoy. Seis grandes columnas salomónicas rodeadas por pámpanos llaman la atención del espectador y son las auténticas protagonistas y organizadoras del espacio. 

Entre las columnas se distribuyes las figuras de santo Domingo de Guzmán y san Francisco de Asís. En lo alto, escoltado por dos ángeles de tamaño natural se encuentra el lienzo de Claudio Coello que representa el "Martirio de San Esteban". Este retablo creó escuela y se reprodujo en distintos lugares de la monarquía hispánica peninsular y americana. El dorado y estofado de la madera no fue realizado hasta bien avanzado el siglo XVIII. 

Conviene recorrer las distintas capillas de la iglesia y admirar otros retablos más pequeños y la capilla de la Virgen del Rosario, advocación mariana de suma importancia para la Orden Dominica.




Convento Dominicos Salamanca


Solo nos queda salir y detenernos delante de la increíble fachada plateresca. La piedra de Villamayor, al igual que en la fachada de la Universidad, ha creado un retablo en piedra que adquiere diversas tonalidades según la hora del día en la que lo admiremos. 

Bajo un gran arco de medio punto, cuyo interior está decorado por casetones, se sitúan diversas escenas organizadas en tres cuerpos horizontales. El primero está decorado con medallones e imágenes de santos. En el intermedio aparece el martirio de San Esteban realizado por Ceroni en 1610 y en el superior un Calvario preside todo el conjunto el alusión al martirio de Cristo que salvó a la humanidad.

El jeugd de luces y sombras de los elementos decorativos y la integración de la fachada con las esquinas en chaflán formando un todo con el resto del Convento de San Esteban convierten a esta fachada en el perfecto cierre para una visita monumental y equiparable a la de las Catedrales o la Universidad.


Convento de los Dominicos, Salamanca

 

Si tenéis la oportunidad de visitar el Convento de San Esteban o Dominicos en Salamanca, hacedlo y además pasead a distintas horas por la plaza del Concilio de Trento para admirar los tonos que van de dorado a rojizo según el momento. 

Es parte de indispensable de la silueta y la imagen de la ciudad de Salamanca. Si quieres conocer mucho más de mi ciudad natal, sigue este enlace y verás un montón de entradas interesantes. 


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