Ansares Hotel, Tarancón

El Ansares Hotel de Tarancón ha sido nuestro primer alojamiento de 2021 y no ha podido estar mejor. Si el 2020 lo terminábamos en la provincia de Toledo, en los Paradores de Oropesa y de la capital autonómica, nuestra primera escapada del año ha sido a la provincia de Cuenca.

Tras varias semanas de cierre de todos los municipios de Castilla-La Mancha por el COVID-19, teníamos ansias viajeras, así que buscamos un alojamiento en la provincia de Cuenca para revisitarla.

Dormir en el Ansares Hotel de Tarancón

El Ansares Hotel  se ha inaugurado en plena pandemia, ya que abrió sus puertas el pasado mes de agosto de 2020. Hay que ser muy valientes para emprender y más en este momento en el que hay tantas limitaciones de movilidad, apertura etc.

Sin embargo, si nos situamos en Tarancón y preguntamos un poco, enseguida veremos que la clientela a la que está orientado el hotel, principalmente, no es turística. Tarancón es una población muy industrial y de paso. Todos hemos pasado por ella, sin parar, camino de la costa. Algo que también sucede en Albacete. Tal y como me contaron allí, se decidieron a abrirlo cuando se dieron cuenta de que no había ningún establecimiento de cumpliera las expectativas de la clientela de empresa que viajaba a Tarancón.

Así pues, al abrigo del restaurante Essentia, estupendo reclamo gastronómico, que ya lleva cinco años de rodaje, se creó este precioso hotel que hoy nos recibe en Tarancón.

Se encuentra situado en la avenida de Adolfo Suárez, a la entrada de Tarancón, por lo que es muy fácil llegar hasta él. El coche se puede dejar en el aparcamiento exterior, como hicimos nosotros, o en el cubierto. Los espacios en el Ansares Hotel son muy amplios, se nota que es de nueva planta y que se ha contado con mucho espacio.

A la entrada, el check-in se agiliza si lo has hecho a través de su web, pero el personal de recepción es amable y eficiente y enseguida se realiza la entrada, que además cuenta con una sorpresa. Es el primer hotel que visito en el que las puertas no se abren con tarjeta o llave de ningún tipo: a través del móvil se gestiona la apertura en un gesto higiénico y seguro. 

Nuestra habitación, por eso de la cama supletoria, era una "deluxe" situada en la primera planta y con acceso a una terraza común.

No escatiman en calidad en el Ansares Hotel de Tarancón: la cama, grandísima, con zona de escritorio, butacas y mesa auxiliar, lámparas de lectura y televisión moderna. La domótica está muy bien pensada y es sencilla de usar (algo imprescindible, que en algunos hoteles hay que estudiar mucho para que funcione), de manera que se gestiona con un panel la climatización y las luces de toda la habitación.

El baño cuenta con espacios compartimentados, de WC y ducha y un lavabo amplio muy bien iluminado. En el armario (no muy amplio) estaban los albornoces; todos los detalles están muy bien pensados para hacer de éste un hotel puntero y confortable.

Por la mañana, desde Albacete a Tarancón, habíamos parado en Segóbriga, uno de los tesoros arqueológicos que tenemos en Castilla-La Mancha. A apenas 15 minutos de la ciudad romana se encuentra Tarancón. Tras comer en el restaurante Essentia, especializado en carnes y con un ambiente también estupendo, decidimos pasar la tarde en el hotel.

Javier tenía que estudiar y nosotros decidimos dar una vuelta por los pasillos y estancias del hotel. Nada más relajante que sentarnos en el bonito patio o en las salas interiores decoradas con elementos asiáticos, africanos, de mimbre y, en definitiva, de colores relajados y pensados para el relax posterior a una jornada laboral o de turismo.

Otra de las curiosidades del Ansares hotel es la colección de cuadros de Didac Checa sobre la historia y las tradiciones de Tarancón. Se pueden ir recorriendo a través del plano que hay en la web y en cada uno con el teléfono móvil podemos leer la historia de cada uno, la técnica y el por qué de su simbología. 

¿Es o no creativo e innovador este alojamiento?

 

Por último quiero hacer alusión a las "meatable" de una parte del restaurante, que está cerrada y espero probar algún día, en la que puedes hacer tu propia carne a tu gusto cocinándola en el centro de la mesa.

Los desayunos se toman en el restaurante o en la cafetería y los productos son de buena calidad, aunque al no tener carta, es un poco difícil elegir. Digamos que se te ha olvidado lo primero cuando llegan al final.

¿He echado de menos algo en el Ansares hotel? Pues quizás se completaría  con una piscina cubierta en la que descansar y nadar durante todo el año. Eso sería el complemento perfecto en este hotel de gran calidad y calidez.

Lo mejor del Hotel Ansares: su ambiente y la atención del personal.

Lo peor del Hotel Ansares: su localización en una zona poco atractiva. Pero también hay que entender el público al que va dirigido.

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