Qué ver en Pamplona: un recorrido por sus calles y lugares emblemáticos
1. Plaza del Ayuntamiento
2. Memorias de San Fermín
Como acabamos de ver en la Plaza del Ayuntamiento, la memoria colectiva sanferminera está presente en nuestro recorrido por Pamplona. Y aunque no fuera así, aunque no supiéramos nada de la tradición de cada mes de julio, nos llamarían la atención innumerables lugares de la ciudad que nos recuerdan a la misma.
Así por ejemplo, en plena avenida de Carlos III el Noble, se encuentra el grupo escultórico denominado "Monumento al Encierro". Se trata de una obra realizada en bronce que capta de modo vívido un momento de los tradicionales encierros en la archifamosa calle Estafeta. Fue inaugurado en 2007 en un tramo peatonal y comercial que permite rodearlo y comprobar la verosimilitud de los rostros de los corredores y la potencia tremebunda de los toros. Un monumento que debería entrar en la selección de estatuas viajeras que tanto nos gusta hacer de vez en cuando.
Si, en cambio, nos movemos por el casco viejo, llegaremos hasta la Cuesta de Santo Domingo, una de las calles emblemáticas de los encierros. Fuera de los días festivos de julio nos daremos cuenta por dos "detalles", el primero es la pequeña hornacina con el Santo que se encuentra a mitad de la calle, más o menos. El segundo, es la recreación del corral donde se encuentran los toros hasta que son soltados calle arriba en el inicio de cada recorrido del encierro. Esta parte de la carrera es además una de las más peligrosas ya que los toros se lanzan a correr con brío y fuerza y la cuesta favorece la carrera de los astados mientras que entorpece la de los corredores.
Desde el Palacio podemos llegar en escasos minutos hasta la Catedral de Santa María. Como muchas catedrales, fue construida sobre una anterior iglesia románica durante los siglos XIV y XV. La fachada neoclásica de Ventura Rodríguez no dice mucho, la verdad, no hay que desanimarse y conviene traspasar la columnata para entrar en su interior.
La catedral merece un post propio que vendrá dentro de poco; mientras tanto, me gustaría señalar algunos de sus tesoros. El primero de ellos es el maravilloso claustro gótico con las puertas del Amparo y la denominada Preciosa.
Otra de las bellezas de la catedral es el magnífico sepulcro de alabastro de Carlos III el Noble y su esposa. Todo un ejemplo de delicadeza y de buen estado de conservación. Como veis, la catedral de Pamplona, que es una de esas catedrales de España desconocidas para el gran público, merece mucho la pena.
5. La Plaza del Castillo y un café mítico
Entre todas las cosas que ver en Pamplona no hemos olvidado la Plaza del Castillo. Se trata de un emblema de la ciudad en torno a la cual se abre el ensanche y se recoge el Casco Viejo. Sin duda alguna es el centro neurálgico de la vida pamplonesa y en cuyo entorno encontraréis increíbles lugares para tomar pinchos. No podéis abandonar la ciudad sin recorrer algunos de los más emblemáticos: Gaucho, Casa Juanito, Casa Otano o el Burgalés son algunas de las instituciones de la ciudad en cuestión de pinchos.
En la Plaza del Castillo destacan el palacio Goyeneche y el Gran Hotel La Perla, toda una institución hotelera en la ciudad. Muchas visitas guiadas empiezan en la Plaza del Castillo y quieras o no la recorrerás varias veces durante tu estancia en la ciudad. A mi particularmente me encantó porque es de esos lugares que sientes con mucha vida y mucho movimiento ciudadano. Sólo hay que sentarse en uno de sus bancos al atardecer para notarlo.
Una de las instituciones de la ciudad es el precioso Café Iruña. Está en plena Plaza del Castillo y su fundación se remonta a 1888. Hoy en día podemos seguir disfrutando de su decoración original. La misma que enamoró a Ava Gardner o Ernest Hemingway.
En nuestro recorrido por la ciudad lo visitamos en dos ocasiones: una para tomar un tentempié en la terraza y otra para un café. El lugar es en sí un espectáculo y aunque la plaza es entretenida, os recomiendo pasar un buen rato dentro.
Una vez en el Iruña conviene buscar el llamado Rincón de Hemingway. Se trata de un anexo al Café Iruña que rinde homenaje al escritor con distintas fotografías e incluso una estatua de él acodado en la barra. Acaba de ser recuperado como coctelería y también permanece decorado tal y como lo conoció el famoso escritor.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Muchas gracias por dejar tu comentario en Ida y Vuelta.