Hotel Balthazar, Rennes

En el centro de la ciudad de Rennes se encuentra el Hotel Balthazar. Allí nos alojamos hace un mes durante nuestro viaje por Bretaña. Hoy os cuento todo lo que podéis esperar de este estupendo hotel.

Hotel Balthazar: descansar y relajarse en pleno centro de Rennes

Rennes, la capital bretona, fue la segunda parada de nuestra ruta por Bretaña en tren. Y precisamente el hotel Balthazar se encuentra a escasos 10 minutos de la modernísima estación de Rennes. La calle en la que está situada conduce de la zona de la estación a las hermosas plazas del Parlamento y del Ayuntamiento. Vamos, que tiene una localización inmejorable. 

La entrada es discreta, con grandes cristaleras enmarcadas en negro y en uno de esos edificios tan franceses y elegantes. Todo en este hotel está carente de estridencias, es sosegado y amable. La recepción fue rápida y nos asignaron una habitación espléndida en la primera planta.

Estaba decorada con tonos cálidos y, a pesar de encontrarse justo encima de la marquesina del hotel y de cara a la calle, no había rastro del ruido de la calle. La iluminación era tenue y contaba con detalles como cafetera, mesa amplia, botellas de agua etc. 

El cuarto de baño merece mención especial por su tamaño, calidez en los materiales en tonos blancos, y comodidad. La ducha era amplia y los productos de acogida, de Rituals. Sin duda, daba gusto meterse en ella tras las largas excursiones de las que regresábamos cansadas. 

Justo frente al hotel hay un pequeño supermercado Carrefour abierto hasta tarde, y detrás de este una sucesión de calles estrechas y peatonales repletas de locales de restauración de todo tipo. Desde pastelerías exquisitas, pasando por creperías y puestos de comida rápida de la zona. Cabe destacar la calidad de las panaderías que vimos en Rennes. El delicioso olor de los panes se mezcla con el de los dulces y realmente es complicado elegir con qué quedarse.

En el desayuno del Hotel Balthazar de Rennes la parte dedicada a la bollería y los panes es espléndida. La forma de mostrarlos, en hermosas cestas y la calidad de los mismos convierte la elección mañanera en un dilema. Recuerdo especialmente un par relleno con pasas que estaba riquísimo. Nada mejor que acompañarlo de mantequilla de Bretaña y mermeladas caseras en un desayuno tranquilo y de gran calidad. 

 

No puedo terminar este post sin mencionar el estupendo spa Nuxe que hay en el sótano del hotel. Cada día nos correspondía una hora de circuito spa y, previa reserva de la hora, lo disfrutamos en plena tranquilidad. Bajábamos directamente desde la habitación y, sin prisas, pasábamos un rato de lo más relajante. Lo dicho, el hotel Balthazar de Rennes está hecho para el sosiego y el descanso y eso se agradece en estos días de ajetreo y barullo. 

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Lo mejor del Hotel Balthazar de Rennes: su localización, decoración y spa.

Lo peor del Hotel Balthazar de Rennes: el precio no es barato, pero es un establecimiento de cinco estrellas y lo bueno se paga.