El pasado mes de septiembre estuvimos una semana en Londres y hoy os traigo el hotel en el que nos quedamos esos días: el New Linden.
Buscar un alojamiento asequible (dentro de lo que cabe) en la capital inglesa y más en ese mes fue complicado; de hecho cambiamos de hotel una semana antes de partir, ya que el que teníamos reservado en un primer momento no le había gustado demasiado a una buena amiga que fue unos días antes que nosotros.
Dormir en el New Linden Hotel de Londres
Nos inclinamos por la nueva opción básicamente por cuestión de calidad, ya que fue un poco más caro que el hotel previamente reservado y estaba en una zona menos céntrica (entre Bayswater y Notting Hill) y entonces me diréis... ¿por qué cambiar? Pues porque siempre busco alojamientos que correspondan a lo que pagamos, y conociendo ya Londres, no me importaba estar más alejada del meollo, pues ganábamos en calidad.
Vamos, punto por punto, a comentar el alojamiento en cuestión:
a. Localización: buena, a cinco minutos andando de Kensington Gardens, lo que nos permitió estar a 20 minutos andando del Museo de Ciencias Naturales. Por otro lado teníamos la estación de Paddington a 15 minutos. Los metros de Queensway y de Bayswater estaban también a apenas dos manzanas del hotel y hay paradas de autobús junto al parque y en Westbourne Grove, es decir muy cerca.
b. Habitación: amplia, con cuatro camas (nos sobraba una) de calidad, baño amplio con doble lavabo, agua caliente abundante, toallas a discreción y armario, televisión, wifi gratuito etc. El único pero era que el suelo (de madera) sonaba bastante al moverse y que la cerradura de la puerta funcionaba con dificultad. La nuestra estaba en el tercer piso y daba a la parte trasera del edificio, no había ruidos por la noche aunque empezaban a trabajar en una obra vecina bastante pronto.
c. Desayuno: correcto, un poco aburrido al cabo de los días, pero variado y aceptable para coger fuerzas: cereales, tostadas, fruta, café, té, embutidos fríos y quesos, zumo (no natural), yogures y opción de pedir huevos y alguna cosa más a cocina.
d. Personal: ni muy amables ni muy antipáticos. En el término medio, si les pedías algo te ayudaban pero tampoco para tirar cohetes de simpáticos.
e. Para comer o cenar cerca del hotel: justo al lado, en Westbourne Grove, hay infinidad de restaurantes, un supermercado, etc. Ideal para cenar a la vuelta de un día de visitas sin gastar mucho dinero y variado. Probamos una hamburguesería Byron, una pizzería siciliana, un restaurante italiano y otro mexicano. También hay varios cafés para desayunar si no se coge el desayuno del hotel.
f. Relación calidad precio: correcta teniendo en cuenta que íbamos dos adultos y un niño, en habitación triple (cuádruple en realidad), con desayuno e IVA incluido en el mes de septiembre (temporada altísima en Londres): 6 noches a aproximadamente 240€/noche. No es barato pero no es descabellado. Si comparamos con los precios de otros hoteles similares e incluso mejores en otras capitales, como Dublín, Londres sigue siendo de las más caras. Sólo hay que ver el Iveagh Garden Hotel, bastante más asequible y de mayor calidad.
¿Lo recomendaría?, pues SÍ, si buscas estar bien localizado, a un precio moderado y si necesitas habitaciones familiares pero no quieres renunciar a cierto encanto y cuidado en el detalle. Si quieres estar en la zona centro-centro (Picadilly, Westminster, Trafalgar, etc), tendrás que buscar otro alojamiento y pagar mucho más.
Lo mejor del hotel New Linden: la correcta localización, cerca de muchas cosas, y el cuidado de las habitaciones.
Lo peor del hotel New Linden: el suelo de madera, bastante ruidoso al moverse uno (o el vecino) por las habitaciones.
Si te ha gustado el hotel y quieres reservarlo, sigue este enlace y ayudarás en el mantenimiento del blog.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Muchas gracias por dejar tu comentario en Ida y Vuelta.