11/8/16

Iglesia de San Nicolás, Valencia

En nuestra última visita a Valencia hemos podido visitar San Nicolás, la iglesia que, tras una minuciosa restauración, se ha convertido en imprescindible en todo recorrido por la capital del Turia.


Si pasear por el centro histórico de la ciudad es un placer, ahora se ha convertido en un incentivo buscar esta iglesia, algo escondida, aunque próxima a la Catedral y a la Lonja de la Seda, dos emblemas que siempre hay que visitar.

Siguiendo las indicaciones del mapa y un par de carteles escritos a mano llegamos a la calle Caballers y, cruzando un pequeño pasaje, entramos en este recinto de enorme belleza.

Qué ver en la iglesia de San Nicolás de Valencia



San Nicolás Valencia frescos
Pinturas dedicadas a San Pedro Mártir y a San Nicolás de Bari.

La historia de San Nicolás se remonta al siglo XIII cuando el rey Jaime I entregó el lugar a los frailes dominicos para que levantaran un templo en honor de San Nicolás de Bari. Cuando la comunidad se trasladó a otra sede pasó a depender directamente de la diócesis de la ciudad.

Se construyó, pues, entre los siglos XIII y XIV, culminando su obra en el XV en estilo gótico. Es un templo de una única nave que está dividida en seis tramos por arcos fajones que permiten la creación de capillas laterales. Las bóvedas son de crucería y el presbiterio es pentagonal.

En 1693 se inicia una renovación definitiva en San Nicolás para adaptarla a los gustos barrocos de la época. Aquí conviven perfectamente los estilos gótico y barroco en sintonía.

San Nicolás fachada


La renovación barroca trajo a la iglesia un conjunto impresionante de pinturas al fresco que con la reciente restauración ha recuperado todo el esplendor tras décadas de decadencia.

Aunque es conocida como San Nicolás, está dedicada a dos santos, el mencionado anteriormente y San Pedro Mártir. A lo largo de todas las pinturas podemos ver la vida de los dos santos: la de San Nicolás en el lado de la epístola (sur) y la de San Pedro en la del evangelio (norte).

Ambas vidas se unen en el presbiterio en una gloria típicamente barroca y dedicada a los dos santos.

San Nicolás Valencia altar
Altar mayor con la Gloria de los dos santos encima.

San Nicolás fue obispo de Mira (en la actual Turquía) allá por el siglo IV. Tenía fama de santo y en el siglo V ya contó con una iglesia bajo su advocación en Roma. Por temor a las invasiones otomanas sus restos fueron llevados a Bari (Italia), donde reposan en la basílica del mismo nombre.

Se le invoca como santo que protege a los niños (sí, es Santa Claus) y frente a las necesidades económicas.

San Pedro Mártir es un santo muy posterior, del siglo XIII. Nació en Verona e ingresó en la orden dominica de mano de su fundador, Santo Domingo de Guzmán, en Bolonia. Fue activo predicador frente a cátaros y albigenses y murió como mártir en 1252.

Fue un santo con gran devoción en la ciudad de Valencia durante la Edad Media y a él se atribuye el milagro de resucitar a un niño en la misma iglesia de la que hablamos. Sus restos descansan en Milán, en la basílica de San Eustorgio.

San Nicolás Valencia rosetón
Las figuras de Dionís Vidal y Antonio Palomino asoman a mano derecha del rosetón.

Entre las imágenes cercanas al rosetón de los pies de la iglesia llaman la atención dos caballeros vestidos al gusto barroco. Son Dionís Vidal y su maestro Antonio Palomino quien ideó y diseñó las pinturas que el primero llevó a cabo.

En el tratado de Palomino "El Museo Pictórico", que además es una interesante obra para conocer la forma de ver la pintura y a los pintores en esa época (por esta obra se le reconoce casi más que por las pinturas), ya habla del programa pictórico ideado para San Nicolás y de la posibilidad de llevarlo a cabo por la particular disposición de la iglesia.

Llaman la atención innumerables cosas en San Nicolás; quizás yo me quedo con la particularidad narrativa paralela de las vidas de los santos, los "putti" o angelotes sustentantes, la "Gloria" que sobre el presbiterio cierra la narración recordándonos la resurrección y, en la capilla de la pila bautismal, un bonito retablo gótico con el tema de la Crucifixión, obra de Rodrigo de Osona.

Si vais por Valencia y queréis recrearos en lo bello, no dudéis en buscar este remanso de paz. Sus pinturas detalladas, llenas de luz con el pan de oro que las ilumina, os transportarán a una época de excesos decorativos que nos ha sido devuelta hace poco gracias a una estupenda restauración financiada por la Fundación Hortensia Herrero (esposa de Juan Roig, dueño de Mercadona).


Datos útiles para visitar San Nicolás.

Dirección: calle Caballers, 35 (por un pequeño pasaje que pasa desapercibido)

Horario:

Invierno

De martes a viernes de 10:30 a 19:30.
Sábados: 10:30 a 18:30.
Domingos: 13:00 a 20:00.

Verano

De martes a viernes: de 10:30 a 21:00
Sábados: de 10:30 a 19:30
Domingos: 11:30 a 21:00


Precio de la visita: 5 euros entrada general y 4 reducida. Gratis menores de 12 años.


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