Basílica de San Nicolás en Bari
Es sin duda el emblema de una ciudad, y las calles del casco histórico, tan estrechas y sinuosas, dirigen los pasos del visitante despistado que cruzando un arco no puede dejar de asombrarse ante la plaza que se abre delante de la basílica.
Se trata además de uno de los ejemplos más paradigmáticos del llamado "románico puliese", típicamente realizado en piedra calcárea blanca y situado cerca del mar (como la catedral de Trani, por ejemplo).
La basílica se construyó entre los años 1087 y 1100 para albergar los restos de San Nicolás, que fueron traídos por marineros bareses desde la localidad de Mira, en Asia Menor, dicho año de 1087. Provisionalmente los restos se acogieron en la vecina iglesia de San Benito, pero enseguida se pensó en construir un templo lo suficientemente importante para guardar las reliquias del santo y en poco tiempo se había realizado la cripta en la que se depositaron.
La sostienen 29 columnas delicadas y es el lugar de peregrinaje para rezar ante las reliquias del San Nicolás. Fue consagrada por el papa Urbano II con motivo del Concilio de Bari en 1098. Observar los capiteles con motivos vegetales o zoomorfos es un ejercicio interesante ante tanta variedad y belleza.
En las dos ocasiones que estuvimos en la basílica nos llamó la atención la gran cantidad de fieles que había rezando ante las sagradas reliquias en la cripta, así como la presencia de ciudadanos del este de Europa donde el Santo es venerado.
La basílica se construyó entre los años 1087 y 1100 para albergar los restos de San Nicolás, que fueron traídos por marineros bareses desde la localidad de Mira, en Asia Menor, dicho año de 1087. Provisionalmente los restos se acogieron en la vecina iglesia de San Benito, pero enseguida se pensó en construir un templo lo suficientemente importante para guardar las reliquias del santo y en poco tiempo se había realizado la cripta en la que se depositaron.
El pórtico de entrada es impresionante, enmarcado por dos enormes pilastras que descansan sobre columnas y lo dividen en tres partes, en cada una de las cuales hay una puerta de acceso a la basílica. En la parte inferior de la fachada varios arcos ciegos la dotan de cierto movimiento, mientras que en la parte superior hay un rosetón y varios vanos bíforos (de dos aperturas).
La portada central está protegida con un baldaquino, y llaman la atención los dos leones que lo sustentan y parecen vigilar la entrada. En el interior la planta basilical se divide en tres naves y guarda dos piezas impresionantes del arte románico: la llamada Cátedra de Elías y el ciborio que hay sobre el altar. Dos filas de columnas dividen las naves y al fondo, a modo de iconostasio, se cierran con tres arcos para separar el presbiterio. Interior de la basílica de San Nicolás.
En el lado derecho del altar se encuentra el dedicado a San Nicolás y está realizado en plata. Si miras arriba verás un impresionante techo barroco que sustituyó al original de madera en torno a 1660, en el que se representan la historia del Santo y el Paraíso. Uno de los espacios más curiosos de esta basílica es la cripta que se encuentra bajo el transepto y a la que se accede bajando unos escalones.
La sostienen 29 columnas delicadas y es el lugar de peregrinaje para rezar ante las reliquias del San Nicolás. Fue consagrada por el papa Urbano II con motivo del Concilio de Bari en 1098. Observar los capiteles con motivos vegetales o zoomorfos es un ejercicio interesante ante tanta variedad y belleza.
En las dos ocasiones que estuvimos en la basílica nos llamó la atención la gran cantidad de fieles que había rezando ante las sagradas reliquias en la cripta, así como la presencia de ciudadanos del este de Europa donde el Santo es venerado.
De hecho, aunque está bajo la administración de la orden de los Dominicos, se trata de una basílica pontificia en la que sobresale la labor ecuménica y de colaboración con las iglesias ortodoxas, especialmente la rusa: así, una estatua de San Nicolás, en la plaza delantera, fue donada por Vladimir Putin hace pocos años.
Es un lugar realmente interesante, pues, no sólo por su cercanía al mar (que está a pocos metros) y su valor artístico sino también por ser de los pocos templos en los que diferentes confesiones cristianas conviven en armonía.
Bari mira al este una vez más, como lo hizo cuando pertenecía a Grecia, de ahí el nombre de Apulia o Puglia, y une ambas partes de Europa y del Mediterráneo en un edificio realmente bello.
Bari mira al este una vez más, como lo hizo cuando pertenecía a Grecia, de ahí el nombre de Apulia o Puglia, y une ambas partes de Europa y del Mediterráneo en un edificio realmente bello.
Datos prácticos Basílica de San Nicolás de Bari
Horario de la Basílica: De lunes a sábado de 7:00- 20:30
Domingo de 7:00-22:00
Museo: De lunes a domingo de 10:30-18:00
Horario de la Basílica: De lunes a sábado de 7:00- 20:30
Domingo de 7:00-22:00
Museo: De lunes a domingo de 10:30-18:00
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