Como en otros listados, este es subjetivo e injusto ya que no están todas las que son pero sí son todas las que están. Me gusta cómo ha quedado, porque las hay grandes y monumentales, pequeñas y sencillas, de ciudad y de pueblo, de origen real o popular. Una gran variedad, como singular y diversa es nuestra geografía.
Las 14 plazas más bonitas de España elegidas por bloggers de viaje
1. Maruxaina y su mochila nos lleva por su Galicia amada para mostrarnos dos plazas que conservan el sabor de las plazas vividas, centro de la ciudad y parte de ellas.
Praza Maior de Ourense
Esta vez me quedo en Galicia, en las ciudades de Ourense y Pontevedra. Aunque es muy difícil elegir, la Praza Maior (Plaza Mayor) de la ciudad termal merece siempre una mención. Es la única plaza del país inclinada.
En ella se celebraban los mercados e incluso corridas de toros. El edificio del ayuntamiento y la casa del obispo son los edificios más destacados de la plaza. En los soportales: cafés y terrazas para disfrutar de un buen vino.
Praza das Galiñas en Pontevedra
En Pontevedra cualquiera de sus plazas es recomendable. Llenas de encanto y de gente que disfruta las terrazas de los bares sobre todo los fines de semana. Preciosa es la de Méndez Nuñez, conocida también como Praza das Galiñas porque allí se celebraba un mercado de aves.
Fue después centro de reunión de tertulianos y escritores. Por eso nos recibe la escultura del gran Valle Inclán y una fachada de color malva que hace que el entorno sea precioso.
Plaza Real de Barcelona
En honor a los Reyes Católicos se dio nombre a la plaza más bonita de toda Barcelona. Sus arcos, su fuente, sus palmeras y las farolas diseñadas por un joven Gaudí la convierten en un lugar ideal para cargar las pilas mientras paseas por la Ciudad Condal.
La plaza ocupa el lugar donde estaba el convento capuchino de Santa Madrona, desaparecido tras la Desamortización de Mendizabal en el s. XIX. Precisamente, una de sus salidas, la Calle Colón, lleva a la Rambla de los Capuchinos.
Su estilo es neoclásico, y tan hábil fue su diseñador que modificó el espacio entre las columnas para que su forma trapezoidal pareciese rectangular. En el centro tenemos la Fuente de las Tres Gracias, dedicada a las diosas griegas del encanto, la creatividad y la fertilidad. Custodiándola, las dos farolas de seis brazos y aspecto arbóreo que ya permiten vislumbrar la genialidad de Gaudí, y un magnífico preludio antes de ver otras obras modernistas de la ciudad.
Plaza Monumental de Alcaraz (Albacete)
Pocas veces la necesidad produjo tanta belleza. En el s. XVI Alcaraz necesitaba un amplio espacio abierto para el comercio. El resultado fue una irregular pero bella plaza de estilo renacentista con influencia italiana.
Declarada Conjunto Histórico-Artístico, la conforman tres lonjas, Santo Domingo, Regatería y Alhorí (Aduana). Para rematar este elegante espacio, al lado de la lonja de Santo Domingo encontramos la Torre del Tardón (del reloj) proyectada por el genio renacentista Andrés de Vandelvira.
Este excepcional arquitecto diseñó su obra de forma que complementase la Torre de la Trinidad, construida bastante antes, de forma que aunque separadas por décadas, casi parecen gemelas.
3. Un blog de Palo ha escogido dos plazas emblemáticas y monumentales. La de Madrid, que es buen compendio de la plaza barroca ciudadana, y la de Cáceres, una plaza singular.
La Plaza Mayor de Madrid
Uno de los lugares más bonitos y emblemáticos de Madrid es su Plaza Mayor. Lugar de encuentro, en otra época de mercados, llena de vida el Madrid de los Austrias y distribuye los caminos que confluyen en su centro.
La Plaza Mayor de Madrid, aunque tiene su origen en el inicio del siglo XVI, se construye en el final del mismo. Es en este momento cuando la corte se establece en la ciudad y es necesaria una plaza central acorde a la importancia que se le confiere a la villa como capital. El proyecto de construcción de esta magnífica Plaza se encarga, poco antes de su muerte, a uno de los arquitectos más importantes del momento: Juan de Herrera, el mismo autor que construyó El Escorial, la Catedral de Valladolid o el Palacio de Aranjuez.
Varios arquitectos van redefiniendo las obras, hasta que Juan Gómez de Mora la concluye en 1619. Por desgracia, la Plaza Mayor de Madrid ha sufrido numerosos contratiempos como fueron tres grandes incendios que la dañaron notablemente. Las obras de remodelación de la Plaza que llega a nuestros días han sido constantes, incluso en 1960 se produjo la última gran reforma. Más allá del componente estrictamente arquitectónico y estructural, la Plaza de Mayor se ha convertido en una de las más famosas y bonitas de España.
Hay varias cosas que me gustan mucho en esta Plaza, en el centro siempre me ha llamado mucho la atención la escultura que la preside: el Rey Felipe II. Otro de los elementos que me gustan mucho de la Plaza es el mural del lado de la Casa de la Panadería, un mural decorativo en el que se ilustran algunos personajes de la mitología. ¿Sabías que es un mural completamente moderno? Se realizó en 1992 ya que aunque antiguamente también hubo pinturas, estas se han ido restaurando. Un paseo por la Plaza Mayor es siempre uno de los mejores planes en Madrid. Y si visitas la Plaza Mayor, acércate también a la Plaza de la Villa, otro de mis lugares preferidos en la ciudad.
La Plaza Mayor de Cáceres
La Plaza Mayor de Cáceres siempre me ha gustado mucho por varios motivos. Probablemente, este gran espacio no es el más bello entre los elegidos en este post, pero a mí me resulta muy original y entrañable. Una de las características más curiosas de esta plaza es la diversidad en cada uno de sus lados, en uno de sus laterales se encuentra una gran fachada de soportales, con edificios que albergan restaurantes y bares. Frente a ellos se sitúa la parte más antigua, una parte de la antigua muralla de Cáceres, el arco de la Estrella y las torres de Bujaco y de los Púlpitos.
Se trata de una plaza completamente monumental, con un valor patrimonial único en el que se mezclan estilos arquitectónicos en sus edificios y elementos. También se sitúa dentro de la plaza el edificio que cobija la sede del Ayuntamiento de Cáceres, un bonito conjunto del siglo XIX reedificado sobre el viejo ayuntamiento del XVI. Si algo me gusta de esta plaza es sentarme en las terrazas con una caña fresca a la caída del sol y disfrutar de las vistas hacia la entrada en otro tiempo, la ciudad medieval y renacentista de Cáceres, o lo que es lo mismo, su centro histórico.
La Plaza Mayor de Chinchón es una de las más singulares y atractivas que conozco. Data del siglo XV y cuenta nada menos que con 234 balcones de madera pintados de verde. Todos se abren a esta plaza que ha servido de escenario a fiestas reales, ha sido plató de cine y actualmente cada mes de agosto se convierte en plaza de toros.
Es el corazón de Chinchón, siendo esta plaza de origen medieval un buen ejemplo de arquitectura castellana que a mí me hace pensar cada vez que paso por ella en esas corralas que aún hay repartidas por el viejo Madrid. La mayoría de estas casas que abren sus balcones a la plaza se han convertido en restaurantes, lugares perfectos para disfrutar de una sopa castellana o un cordero asado mientras se disfruta de la vista de la plaza de Chichón.
Plaza Mayor de La Llacuna
Son muchas las localidades de Barcelona de las que nunca había oído hablar. Pequeños pueblos medievales rodeados de colinas, fértiles campos y dominados por las ruinas de algún castillo. Entre ellos destaca La Llacuna como uno de los pueblos más bonitas de Anoia, una de las comarcas más desconocidas de esta provincia catalana.
En su centro destaca la Plaza Mayor construida a partir del siglo XV. Aquí hubo un hospital y hoy la plaza en la que antaño se celebraba el mercado se ha convertido en el centro de la población. En ella están el Ayuntamiento, la Iglesia, hay tiendas bajo sus pórticos, algún restaurante e incluso una preciosa casa convertida en alojamiento rural. Un lugar con el encanto de lo sencillo, de esos lugares en los que por la noche parece que el tiempo se ha detenido cuando se encienden las farolas y todo se tiñe de dorado.
La Plaza Nueva de Bilbao
La Plaza Nueva de Bilbao, aunque tiene ese nombre, ya no es tan nueva, porque tiene a sus espaldas más de 150 años. Se encuentra en el corazón del casco viejo y es uno de los lugares imprescindibles que ver en Bilbao. Su construcción fue fruto del espíritu ilustrado de los bilbaínos de finales del siglo XVIII, pero no fue un proceso fácil, ya que se tardó 65 años en completarse las obras.
Se construyó en estilo neoclásico y tiene forma rectangular. Es una plaza con soportales que tiene arcos de medio punto. Fue construida con piedra de sillería arenisca, de color amarillo dorado, que le dota de gran elegancia. En el interior de los soportales hay un buen número de restaurantes y bares, lo que hace que sea una plaza muy animada, especialmente los fines de semana.
Es uno de los mejores lugares para degustar algunos de los mejores pintxos de la ciudad. Los lugares más recomendables para ello son el restaurante Víctor Montes, todo un clásico, el Café Bar Bilbao, una taberna de las de siempre con una gran variedad de pintxos sorprendentes, el Gure Toki, ganador en varias ocasiones de concursos de pintxos, o el Zuga, que quizá es el más vanguardista de todos, con sus pintxos de autor.
La Plaza Mayor de Peñaranda de Duero
Peñaranda de Duero es uno de los pueblos más recomendables que ver en la Ribera del Duero, una zona de Burgos famosa por sus vinos.
Es quizá, la plaza más bonita de Burgos, o una de las más bonitas. Esta gran plaza empedrada no es la típica plaza cuadrada, su forma descoloca un poco, ya que es trapezoidal. Tiene una serie de elementos que son los que le dotan de un gran encanto. Si entras por el Arco de la Plaza verás frente a ti, a lo lejos, la imagen imponente del Castillo de Peñaranda. A la izquierda, el Palacio de Avellaneda, con su magnífica fachada plateresca y a la derecha la iglesia de Santa Ana, que fue una Colegiata Abacial.
En el lado del arco, puedes contemplar una serie de casas tradicionales, con entramado de madera y soportales. Frente a estas casas se encuentra el Rollo Jurisdiccional, elemento que no podía faltar en ningún pueblo castellano. No te pierdas la visita del Palacio de Avellaneda, ya que es una de las joyas del plateresco español.
Entre las plazas favoritas de España no podrían faltar algunas de las plazas más bonitas de Andalucía. Entre ellas, una de las más emblemáticas es la Plaza de España de Sevilla. Resulta difícil imaginar a alguien que no haya oído hablar de esta plaza, que incluso ha servido como escenario de varias películas.
Fue construida para la Exposición Iberoamericana de 1929 y la encontramos dentro del Parque de María Luisa. La plaza es muy grande y espaciosa, y todo el conjunto arquitectónico es de gran belleza. Destaca su edificio principal flanqueado por dos torres, los bancos de cerámica en los que están representadas todas las provincias españolas con sus pueblos, la fuente central y un canal en el que se puede dar un paseo en barca.
En Pontevedra cualquiera de sus plazas es recomendable. Llenas de encanto y de gente que disfruta las terrazas de los bares sobre todo los fines de semana. Preciosa es la de Méndez Nuñez, conocida también como Praza das Galiñas porque allí se celebraba un mercado de aves.
Fue después centro de reunión de tertulianos y escritores. Por eso nos recibe la escultura del gran Valle Inclán y una fachada de color malva que hace que el entorno sea precioso.
2. Mapa y mochila ha elegido dos plazas muy singulares. Una de ellas en Barcelona, recoleta y con mucho encanto. La otra, en Alcaraz, es digna de estar en cualquier gran ciudad por su riqueza artística debida a un gran arquitecto nacido allí.
Plaza Real de Barcelona
En honor a los Reyes Católicos se dio nombre a la plaza más bonita de toda Barcelona. Sus arcos, su fuente, sus palmeras y las farolas diseñadas por un joven Gaudí la convierten en un lugar ideal para cargar las pilas mientras paseas por la Ciudad Condal.
La plaza ocupa el lugar donde estaba el convento capuchino de Santa Madrona, desaparecido tras la Desamortización de Mendizabal en el s. XIX. Precisamente, una de sus salidas, la Calle Colón, lleva a la Rambla de los Capuchinos.
Su estilo es neoclásico, y tan hábil fue su diseñador que modificó el espacio entre las columnas para que su forma trapezoidal pareciese rectangular. En el centro tenemos la Fuente de las Tres Gracias, dedicada a las diosas griegas del encanto, la creatividad y la fertilidad. Custodiándola, las dos farolas de seis brazos y aspecto arbóreo que ya permiten vislumbrar la genialidad de Gaudí, y un magnífico preludio antes de ver otras obras modernistas de la ciudad.
Plaza Monumental de Alcaraz (Albacete)
Pocas veces la necesidad produjo tanta belleza. En el s. XVI Alcaraz necesitaba un amplio espacio abierto para el comercio. El resultado fue una irregular pero bella plaza de estilo renacentista con influencia italiana.
Declarada Conjunto Histórico-Artístico, la conforman tres lonjas, Santo Domingo, Regatería y Alhorí (Aduana). Para rematar este elegante espacio, al lado de la lonja de Santo Domingo encontramos la Torre del Tardón (del reloj) proyectada por el genio renacentista Andrés de Vandelvira.
Este excepcional arquitecto diseñó su obra de forma que complementase la Torre de la Trinidad, construida bastante antes, de forma que aunque separadas por décadas, casi parecen gemelas.
3. Un blog de Palo ha escogido dos plazas emblemáticas y monumentales. La de Madrid, que es buen compendio de la plaza barroca ciudadana, y la de Cáceres, una plaza singular.
La Plaza Mayor de Madrid
Uno de los lugares más bonitos y emblemáticos de Madrid es su Plaza Mayor. Lugar de encuentro, en otra época de mercados, llena de vida el Madrid de los Austrias y distribuye los caminos que confluyen en su centro.
La Plaza Mayor de Madrid, aunque tiene su origen en el inicio del siglo XVI, se construye en el final del mismo. Es en este momento cuando la corte se establece en la ciudad y es necesaria una plaza central acorde a la importancia que se le confiere a la villa como capital. El proyecto de construcción de esta magnífica Plaza se encarga, poco antes de su muerte, a uno de los arquitectos más importantes del momento: Juan de Herrera, el mismo autor que construyó El Escorial, la Catedral de Valladolid o el Palacio de Aranjuez.
Varios arquitectos van redefiniendo las obras, hasta que Juan Gómez de Mora la concluye en 1619. Por desgracia, la Plaza Mayor de Madrid ha sufrido numerosos contratiempos como fueron tres grandes incendios que la dañaron notablemente. Las obras de remodelación de la Plaza que llega a nuestros días han sido constantes, incluso en 1960 se produjo la última gran reforma. Más allá del componente estrictamente arquitectónico y estructural, la Plaza de Mayor se ha convertido en una de las más famosas y bonitas de España.
Hay varias cosas que me gustan mucho en esta Plaza, en el centro siempre me ha llamado mucho la atención la escultura que la preside: el Rey Felipe II. Otro de los elementos que me gustan mucho de la Plaza es el mural del lado de la Casa de la Panadería, un mural decorativo en el que se ilustran algunos personajes de la mitología. ¿Sabías que es un mural completamente moderno? Se realizó en 1992 ya que aunque antiguamente también hubo pinturas, estas se han ido restaurando. Un paseo por la Plaza Mayor es siempre uno de los mejores planes en Madrid. Y si visitas la Plaza Mayor, acércate también a la Plaza de la Villa, otro de mis lugares preferidos en la ciudad.
La Plaza Mayor de Cáceres
La Plaza Mayor de Cáceres siempre me ha gustado mucho por varios motivos. Probablemente, este gran espacio no es el más bello entre los elegidos en este post, pero a mí me resulta muy original y entrañable. Una de las características más curiosas de esta plaza es la diversidad en cada uno de sus lados, en uno de sus laterales se encuentra una gran fachada de soportales, con edificios que albergan restaurantes y bares. Frente a ellos se sitúa la parte más antigua, una parte de la antigua muralla de Cáceres, el arco de la Estrella y las torres de Bujaco y de los Púlpitos.
Se trata de una plaza completamente monumental, con un valor patrimonial único en el que se mezclan estilos arquitectónicos en sus edificios y elementos. También se sitúa dentro de la plaza el edificio que cobija la sede del Ayuntamiento de Cáceres, un bonito conjunto del siglo XIX reedificado sobre el viejo ayuntamiento del XVI. Si algo me gusta de esta plaza es sentarme en las terrazas con una caña fresca a la caída del sol y disfrutar de las vistas hacia la entrada en otro tiempo, la ciudad medieval y renacentista de Cáceres, o lo que es lo mismo, su centro histórico.
4. Kris por el Mundo nos conduce a los entornos de las dos ciudades más grandes, para que veamos que a veces merece la pena salir de ellas y mirar alrededor para encontrarnos tesoros sorprendentes.
Plaza Mayor de Chinchón
Es el corazón de Chinchón, siendo esta plaza de origen medieval un buen ejemplo de arquitectura castellana que a mí me hace pensar cada vez que paso por ella en esas corralas que aún hay repartidas por el viejo Madrid. La mayoría de estas casas que abren sus balcones a la plaza se han convertido en restaurantes, lugares perfectos para disfrutar de una sopa castellana o un cordero asado mientras se disfruta de la vista de la plaza de Chichón.
Plaza Mayor de La Llacuna
Son muchas las localidades de Barcelona de las que nunca había oído hablar. Pequeños pueblos medievales rodeados de colinas, fértiles campos y dominados por las ruinas de algún castillo. Entre ellos destaca La Llacuna como uno de los pueblos más bonitas de Anoia, una de las comarcas más desconocidas de esta provincia catalana.
En su centro destaca la Plaza Mayor construida a partir del siglo XV. Aquí hubo un hospital y hoy la plaza en la que antaño se celebraba el mercado se ha convertido en el centro de la población. En ella están el Ayuntamiento, la Iglesia, hay tiendas bajo sus pórticos, algún restaurante e incluso una preciosa casa convertida en alojamiento rural. Un lugar con el encanto de lo sencillo, de esos lugares en los que por la noche parece que el tiempo se ha detenido cuando se encienden las farolas y todo se tiñe de dorado.
5. A un Clic de la Aventura nos devuelve al norte para conocer un lugar imprescindible de Bilbao y una plaza de esas que guardan el encanto de lo tradicional en una localidad cargada de historia en la provincia de Burgos.
La Plaza Nueva de Bilbao
La Plaza Nueva de Bilbao, aunque tiene ese nombre, ya no es tan nueva, porque tiene a sus espaldas más de 150 años. Se encuentra en el corazón del casco viejo y es uno de los lugares imprescindibles que ver en Bilbao. Su construcción fue fruto del espíritu ilustrado de los bilbaínos de finales del siglo XVIII, pero no fue un proceso fácil, ya que se tardó 65 años en completarse las obras.
Se construyó en estilo neoclásico y tiene forma rectangular. Es una plaza con soportales que tiene arcos de medio punto. Fue construida con piedra de sillería arenisca, de color amarillo dorado, que le dota de gran elegancia. En el interior de los soportales hay un buen número de restaurantes y bares, lo que hace que sea una plaza muy animada, especialmente los fines de semana.
Es uno de los mejores lugares para degustar algunos de los mejores pintxos de la ciudad. Los lugares más recomendables para ello son el restaurante Víctor Montes, todo un clásico, el Café Bar Bilbao, una taberna de las de siempre con una gran variedad de pintxos sorprendentes, el Gure Toki, ganador en varias ocasiones de concursos de pintxos, o el Zuga, que quizá es el más vanguardista de todos, con sus pintxos de autor.
La Plaza Mayor de Peñaranda de Duero
Peñaranda de Duero es uno de los pueblos más recomendables que ver en la Ribera del Duero, una zona de Burgos famosa por sus vinos.
Es quizá, la plaza más bonita de Burgos, o una de las más bonitas. Esta gran plaza empedrada no es la típica plaza cuadrada, su forma descoloca un poco, ya que es trapezoidal. Tiene una serie de elementos que son los que le dotan de un gran encanto. Si entras por el Arco de la Plaza verás frente a ti, a lo lejos, la imagen imponente del Castillo de Peñaranda. A la izquierda, el Palacio de Avellaneda, con su magnífica fachada plateresca y a la derecha la iglesia de Santa Ana, que fue una Colegiata Abacial.
En el lado del arco, puedes contemplar una serie de casas tradicionales, con entramado de madera y soportales. Frente a estas casas se encuentra el Rollo Jurisdiccional, elemento que no podía faltar en ningún pueblo castellano. No te pierdas la visita del Palacio de Avellaneda, ya que es una de las joyas del plateresco español.
6. Los viajes de Wircky nos llevan al sur para pasear por dos plazas muy singulares. Una es archifamosa y está en la capital de Andalucía. La segunda es una plaza con encanto en una de las ciudades con más duende de esta comunidad autónoma.
Plaza de España de Sevilla
Entre las plazas favoritas de España no podrían faltar algunas de las plazas más bonitas de Andalucía. Entre ellas, una de las más emblemáticas es la Plaza de España de Sevilla. Resulta difícil imaginar a alguien que no haya oído hablar de esta plaza, que incluso ha servido como escenario de varias películas.
Fue construida para la Exposición Iberoamericana de 1929 y la encontramos dentro del Parque de María Luisa. La plaza es muy grande y espaciosa, y todo el conjunto arquitectónico es de gran belleza. Destaca su edificio principal flanqueado por dos torres, los bancos de cerámica en los que están representadas todas las provincias españolas con sus pueblos, la fuente central y un canal en el que se puede dar un paseo en barca.
Plaza del Arenal en Jerez de la Frontera
En el centro de Jerez de la Frontera encontramos la Plaza del Arenal, un lugar que en el pasado fue primero musara andalusí y después escenario de duelos, batallas, juegos y espectáculos. En la actualidad se ha convertido en un lugar tranquilo a la par que animado y habitual lugar de encuentro de los jerezanos.
La Plaza del Arenal es la plaza principal de la ciudad y ocupa una gran explanada rodeada de bonitos edificios entre los que destacan el Palacio de Justicia, de fachada neoclásica, y la Alhóndiga, sede de la Delegación de Urbanismo, con un bonito pórtico. En el centro de la plaza destaca una fuente con la estatua de ecuestre de Miguel Primo de Rivera.
En el centro de Jerez de la Frontera encontramos la Plaza del Arenal, un lugar que en el pasado fue primero musara andalusí y después escenario de duelos, batallas, juegos y espectáculos. En la actualidad se ha convertido en un lugar tranquilo a la par que animado y habitual lugar de encuentro de los jerezanos.
La Plaza del Arenal es la plaza principal de la ciudad y ocupa una gran explanada rodeada de bonitos edificios entre los que destacan el Palacio de Justicia, de fachada neoclásica, y la Alhóndiga, sede de la Delegación de Urbanismo, con un bonito pórtico. En el centro de la plaza destaca una fuente con la estatua de ecuestre de Miguel Primo de Rivera.
7. Ida y Vuelta, yo me quedo con mi Plaza Mayor de Salamanca y viajo por mi segunda tierra manchega para contrastarla con una plaza sencilla y singular con tesoros ocultos: la de Almagro.
Plaza Mayor de Salamanca
En cualquier recorrido por plazas no puede faltar la de mi Salamanca, visita imprescindible para todo viajero. Posiblemente la más bonita de España. Sin duda, es monumental por sus cuatro lados singulares. La imagen que acompaña esta selección es de hace unos meses, cuando volvió a los años 30 del siglo XX en el rodaje de la última película de Amenábar.
Por eso aparecen plantas y vegetación en una Plaza que normalmente está limpia, sólo con bancos y farolas. Sin embargo, como ágora que es, todo el mundo pasa por ella. Se queda con los amigos allí, se toman tapas en sus terrazas y los niños juegan mientras los guiris, o no tan guiris, se tumban al sol.
Plaza hermosa y monumental del siglo XVIII sí, pero también plaza viva y cambiante que ha sabido adaptarse a los usos con el tiempo. Lo que la hace aún más bella.
En cualquier recorrido por plazas no puede faltar la de mi Salamanca, visita imprescindible para todo viajero. Posiblemente la más bonita de España. Sin duda, es monumental por sus cuatro lados singulares. La imagen que acompaña esta selección es de hace unos meses, cuando volvió a los años 30 del siglo XX en el rodaje de la última película de Amenábar.
Por eso aparecen plantas y vegetación en una Plaza que normalmente está limpia, sólo con bancos y farolas. Sin embargo, como ágora que es, todo el mundo pasa por ella. Se queda con los amigos allí, se toman tapas en sus terrazas y los niños juegan mientras los guiris, o no tan guiris, se tumban al sol.
Plaza hermosa y monumental del siglo XVIII sí, pero también plaza viva y cambiante que ha sabido adaptarse a los usos con el tiempo. Lo que la hace aún más bella.
Plaza Mayor de Almagro
Cuando me preguntan qué pueblo de Castilla-La Mancha me gusta más, suelo elegir Almagro. ¿Por qué? Porque es una localidad que cumple con todos los requisitos de un pueblo manchego y además encontramos en él una historia rica en banqueros que dejaron su impronta en casas blasonadas y hasta una universidad.
La Plaza Mayor de Almagro cumple las funciones de centro urbano, pero además ha sido capaz de ocultar tesoros descubiertos hace poco tiempo. Su famoso Corral de Comedias fue descubierto en 1953, ya que hasta entonces había estado cubierto y usado como casa durante siglos. Una plaza recoleta y singular con recuerdos del norte en las galerías verdes tan características.
Hasta aquí el recorrido. ¿A que no puede ser más diverso? Pues desde aquí os animo a disfrutar las plazas tanto como yo cada vez que tengo ocasión. Sin duda, seña de identidad de cada lugar.
Cuando me preguntan qué pueblo de Castilla-La Mancha me gusta más, suelo elegir Almagro. ¿Por qué? Porque es una localidad que cumple con todos los requisitos de un pueblo manchego y además encontramos en él una historia rica en banqueros que dejaron su impronta en casas blasonadas y hasta una universidad.
La Plaza Mayor de Almagro cumple las funciones de centro urbano, pero además ha sido capaz de ocultar tesoros descubiertos hace poco tiempo. Su famoso Corral de Comedias fue descubierto en 1953, ya que hasta entonces había estado cubierto y usado como casa durante siglos. Una plaza recoleta y singular con recuerdos del norte en las galerías verdes tan características.
Hasta aquí el recorrido. ¿A que no puede ser más diverso? Pues desde aquí os animo a disfrutar las plazas tanto como yo cada vez que tengo ocasión. Sin duda, seña de identidad de cada lugar.
Qué buena colección Cris, me ha encantado y son muchas las que me faltan por conocer. Las plazas siempre son lugares geniales porque siempre tienen algo de interés, sin ir más lejos, el pasado fin de semana en la de Ourense se celebraba un mercadillo de antigüedades súper chulo!
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por contar conmigo.
Gracias a ti, María. A mi también me faltan un buen puñado. De las que has elegido tengo memoria de la segunda, pero a Ourense hace mucho tiempo que no voy y ya va tocando regresar.
EliminarUn abrazo.