Visitas imprescindibles en Nápoles (segunda parte)
No puedes dejar de conocer los importantísimos restos arqueológicos que hay alrededor y que nos trasladan a la antigua Roma. Pero, además, seguro que sientes la tentación de coger un barco y visitar alguna de las islas de la bahía. Nosotros sucumbimos ante Capri y aquí te cuento más.
Nápoles y sus contradicciones también están patentes aquí; son parte inherente de una ciudad rica en tradiciones, supersticiones y leyendas y, por supuesto, gastronomía.
¡Vamos a seguir disfrutando de esta joya del sur de Italia!
Sus restos arqueológicos
Como neápolis ("ciudad nueva", de donde toma su nombre) que fue para los griegos que habitaron esta zona y más tarde para romanos y sucesivos moradores, uno se puede imaginar que abundan las excavaciones arqueológicas en la zona, y no sólo en las magníficas Pompeya y Herculano, sino en otros lugares cercanos y en la misma ciudad: simplemente con internarse un poco en la tierra se hayan los restos de la antigua ciudad griega; así, en la bonita iglesia de San Lorenzo Maggiore se pueden ver restos de la ciudad grecorromana.
Acercarse en tren hasta alguna de las excavaciones es muy recomendable. Herculano, concretamente, se conserva bastante bien y permite ver cómo era una ciudad próspera del Imperio Romano, hasta su destrucción en el año 79 d.C.
En el centro de Nápoles, en un antiguo palacio borbónico del setecientos, se encuentra hoy en día el precioso Museo Arqueológico Nacional. Gran parte de los fondos proceden de las ciudades arrasadas por el Vesubio y que fueron descubiertas por iniciativa de los monarcas napolitanos en el siglo XVIII. Es un museo diáfano, bien estructurado y diseñado. Interesante hasta para el visitante menos amigo del arte antiguo.
Piezas fundamentales de la historia del arte como el Hércules Farnese, el Grupo de los Tiranicidas o muchos frescos pompeyanos se pueden contemplar en este museo. Como curiosidad, el Gabinete Secreto con piezas arqueológicas de contenido erótico, que constituían una privadísima colección de los reyes, es ahora accesible a todos (excepto a menores de 14 años).
Las islas y sus paisajes
A tiro de piedra de la ciudad, en barcos que salen cada poco tiempo se llega a las islas de la bahía: Capri, Procida e Ischia, cada una con su particular belleza, historia y paisajes. Nosotros nos acercamos a Capri a pasar un día, y la experiencia fue estupenda. Desde la Marina Grande, donde llega el barco de Nápoles, se sube en funicular hasta Capri.
La pequeña población que da nombre a la isla es un conjunto de pocas calles y una plaza central. La concentración en un lugar tan minúsculo de tiendas de lujo da una idea del nivel adquisitivo de este templo vacacional, y digo bien templo, pues ya Augusto y Tiberio pasaban largas temporadas de descanso en Capri hace más de 2000 años.
Capri invita al "dolce far niente" con sus olores, su azul transparente y su ambiente relajado. Buena idea podría ser combinar un par de días en un hotel colgado de sus acantilados, siempre que el bolsillo lo permita. Si no, pasar un día alejados del jaleo napolitano siempre vendrá bien, y más rodeados de tanta belleza.
Los paseos
Si en todas las ciudades es recomendable pasear para percibir mejor el nuevo entorno, en Nápoles con mas razón. La disparidad de sus zonas, unas más cuidadas, otras con basura acumulada; unas con paisajes de ensueño, otras con abigarrados edificios históricos pegados entre sí, se descubre mejor a pie.
Nápoles requiere más de un paseo y entre todos los posibles, y además de los indispensables por Sccapanapoli y por la vía dei Tribunali, yo no olvidaría la vía Toledo, arteria histórica y peatonal en su mayor parte. Señorial al principio, junto al Teatro San Carlo, popular según se va subiendo y separando del resto de la ciudad a los Quartieri Spagnoli, con edificios estrechos construidos para albergar a los destacamentos militares españoles que vigilaban el orden en época borbónica.
El paseo por la zona de Castel dell' Ovo, hacia Chiaia, al atardecer, junto al mar y con ciclistas, caminantes, deportistas o gente que sale a cenar en un entorno casi sin tráfico y limpísimo, te hace pensar que Nápoles más que una ciudad son varias, mezcladas en algo curioso y diferente. En la vía Partenope se hayan algunos de los hoteles más emblemáticos de la ciudad, mirando al Mediterráneo. También hay multitud de lugares para cenar.
Tampoco está nada mal tomar el famoso funicular (el de la canción) y subir al Vomero; un barrio de estatus alto y en el que podemos encontrar la maravillosa Cartuja de San Martino. Se trata sin duda de una de las mejores visitas que hacer en Nápoles.
Es capaz de mezclar cosas tan dispares como los belenes y sus figuras "actuales" de Steve Jobs o Lucio Dalla, la licuación de la sangre de San Genaro en días fijos o Totó, actor napolitano de comedia que sigue siendo recordado en cada esquina.
¡Qué bien se come en Nápoles! Como en toda Italia, pero con algunas especialidades deliciosas como las berenjenas con parmesano, las pizzas (qué ricas están) y la sfogliatella, láminas de hojaldre rellenas de crema. Para golosos también el babà está muy rico.
Hay un montón de sitios donde comer bien y a buen precio, como la trattoria Lombardi a Santa Chiara, en via Benedetto Croce 59, y la pizzeria Di Matteo, en via dei Tribunali 94, con pizzas buenísimas y baratas.
Por todo esto, mis imprescindibles de Nápoles, y por más cosas que posiblemente olvide, si me preguntáis si merece la pena ir allí os diré sin duda que sí. Que merece la pena perderse en esta ciudad de contrastes, de bullicio y de arte. De gentes amables, de canciones memorables y de paisajes inolvidables. Merece la pena ir una vez y enamorarse de ella, y volver más veces para disfrutarla sabiendo ya lo que ofrece a todo el que quiera acercarse por allí.
Recomendación musical para Nápoles: la preciosa canción "Napule è..." de Pino Daniele, esta vez acompañado por Eric Clapton, ¡casi nada!
La idiosincrasia napolitana
Es capaz de mezclar cosas tan dispares como los belenes y sus figuras "actuales" de Steve Jobs o Lucio Dalla, la licuación de la sangre de San Genaro en días fijos o Totó, actor napolitano de comedia que sigue siendo recordado en cada esquina.
La comida
¡Qué bien se come en Nápoles! Como en toda Italia, pero con algunas especialidades deliciosas como las berenjenas con parmesano, las pizzas (qué ricas están) y la sfogliatella, láminas de hojaldre rellenas de crema. Para golosos también el babà está muy rico.
Hay un montón de sitios donde comer bien y a buen precio, como la trattoria Lombardi a Santa Chiara, en via Benedetto Croce 59, y la pizzeria Di Matteo, en via dei Tribunali 94, con pizzas buenísimas y baratas.
Por todo esto, mis imprescindibles de Nápoles, y por más cosas que posiblemente olvide, si me preguntáis si merece la pena ir allí os diré sin duda que sí. Que merece la pena perderse en esta ciudad de contrastes, de bullicio y de arte. De gentes amables, de canciones memorables y de paisajes inolvidables. Merece la pena ir una vez y enamorarse de ella, y volver más veces para disfrutarla sabiendo ya lo que ofrece a todo el que quiera acercarse por allí.
Recomendación musical para Nápoles: la preciosa canción "Napule è..." de Pino Daniele, esta vez acompañado por Eric Clapton, ¡casi nada!
Todos los consejos apuntados y guardados. Qué ganas de estar allí!, estoy segura que me encantará, ya me queda poco. Muchas gracias por los consejos, por supuesto anotó las sugerencias gastronómicas. Un abrazo :)
ResponderEliminarYa sé que te ha gustado Nápoles. Lo sabía.
EliminarUn abrazo.
Cada vez más ganas de ir gracias a ti Cristina. Tomada buena nota!
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen
Me alegro de que te hayan entrado ganas de conocerla. Yo quiero volver para visitarla otro poco y recorrer la Costiera....el entorno debe ser bellísimo aunque bastante más turístico y exclusivo (Amalfi, Ravello, Positano etc..)
EliminarUn abrazo.
Napoles es una asignatura pendiente y desde esos paseos a su comida creo que todo lo que me das son buenas razones para que vaya de una vez por todas. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro de que te hayan entrado ganas de ir. Ya sabes, aquí me tienes para lo que te pueda aconsejar.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado como definís a Napòles. La palabra "contraste" a una ciudad le cae muy bien, porque da la idea de que es màs que interesante. Eso es lo que me ha brindado tu post, las ganas de conocerla, de caminarla. Es cierto lo que dices porque un lugar al caminarlo se nos hace más nuestro.
ResponderEliminarOjalá pronto pueda visitarla y al recorrerla me acuerde de como la definiste.
Saludos Viajeros
Pues me alegro Lilián. Nápoles es puro contraste, pura vida, pura calle.. a mí me enamoró pero es de estas ciudades contradictorias que depende del día y del momento y sobre todo de la persona te puede fascinan u horrorizar.
EliminarUn abrazo.