Ya tocaba explicar que ver en Lorca actualizando el post antiguo. En Lorca puedes encontrar blancos, azules y mucho más. Eso lo aprendimos en 2016 cuando estuvimos un fin de semana de escapada en el que pudimos recorrer y pasear tranquilamente su casco histórico.
Qué ver en Lorca: blancos, azules y mucho más
Lorca está cerca de Albacete, así que es ideal para un fin de semana y además cuenta con un patrimonio histórico artístico rico que se aprecia ya desde el momento en el que uno llega al Parador, como fue nuestro caso también en esta segunda ocasión.
Llegamos al Parador, que se encuentra dentro de la Fortaleza del Sol, al que se sube por una sinuosa carretera poco antes de comer. Tomamos unas cuantas tapas y después pasamos la tarde en el estupendo spa y disfrutando de la piscina cubierta y templada.
Ya empezaba a caer la tarde cuando bajamos al centro y lo primero que nos llamó la atención fue la presencia casi constante desde cada calle del castillo de Lorca, allí en lo alto dominando toda la ciudad.
Paseamos un poco por la calle Lope Gisbert hasta el Teatro Guerra y pudimos disfrutar de algunas plazas con encanto y varias fachadas impresionantes como la del Palacio de Guevara. Pero iba a ser al día siguiente cuando disfrutaríamos más de Lorca. Si el día anterior había sido de relax y paseo, el domingo fue de cultura. Antes de abandonar el Parador, hicimos la visita guiada que ofrecen por los restos arqueológicos que lo rodean y que se encontraron precisamente cuando se iniciaron las obras.
Así, se descubrieron los restos de la un barrio judío y de su sinagoga del siglo XV. De este descubrimiento surgió el Parque Arqueológico del Castillo de Lorca.
En la zona oriental del Castillo se encuentran los restos del barrio judío. Del siglo XV datan las casas que se han ido excavando (y cuyo trabajo aún continúa) y que se han delimitado mediante tierra de diferentes colores para distinguirlas.
En el recorrido que se realiza por pasarelas metálicas que salvan el terreno sin pisarlo se pueden identificar los salones, cocinas, alacenas, etc.
Muy cerca del parking del Parador y en visita aparte, se puede ver la Sinagoga del barrio judío. Está bien conservada y sobre los restos se ha levantado una reconstrucción volumétrica por la que es posible hacerse una idea vívida de cómo fue el lugar de culto de los judíos lorquinos.
Tiene la particularidad de ser la única sinagoga visitable en España que no fue reconvertida en templo cristiano.
El fin de semana que pasamos en Lorca fue justo el de después de Semana Santa, y se notaba cierto ambiente de tranquilidad y sosiego propio de los lugares en los que ha habido una gran fiesta, justo cuando ha terminado.
Eso tenía de ventaja el que pudimos encontrar aparcamiento en el centro histórico con algo de facilidad y de desventaja, que algunos lugares imprescindibles estaban cerrados.
Nos acercamos a la Oficina de Turismo donde cogimos información sobre la ciudad, así como un mapa para seguir la ruta que proponen recorriendo la Lorca Monumental.
Así, fuimos callejeando hasta la calle Santo Domingo donde hay una buena cantidad de edificios importantes. Entre ellos el Museo Arqueológico Municipal, en el que se pueden contemplar diversos objetos procedentes de las excavaciones de la Fortaleza del Sol y el Conjunto Monumental de Santo Domingo.
A este último nos asomamos con cierta curiosidad porque pensábamos que estaba cerrado y no, un señor muy amable que estaba en la recepción nos invitó a pasar. No sabíamos hasta ese momento que estábamos en el Museo de Bordado del Paso Blanco.
Ante nosotros, de la mano del guía, se abrió toda la impresionante obra de bordado, de pasos y de desfiles procesionales de la Semana Santa de Lorca que hasta entonces sólo conocíamos de ver en televisión de pasada.
Con origen en el siglo XVI y renovadas en 1885, las procesiones de Lorca son absolutamente espectaculares y buena parte se debe a la puesta en escena de pasajes bíblicos. La riqueza de los bordados de las caballerías con una técnica única sobre seda es impresionante y se expone en ambos museos de Bordado, tanto del Paso Blanco como del Azul.
Los Conjuntos de Bordados de la Virgen de los Dolores (Azul) y de la Amargura (Blanco) han sido los primeros textiles españoles declarados Bien de Interés Cultural. Igualmente la tradición de bordado de Lorca también es lo es desde 2014.
Por si fuera poco la Semana Santa de Lorca es de Interés Turístico Internacional desde 2007. Caballerías, escenas del Pueblo Hebreo, bordados y pasos de increíble concepción y diseño, además de toda una ciudad que vive su Semana Santa de manera unívoca, la convierten en única en toda España.
A través de nuestra breve visita al Museo de Bordado del Paso Blanco tuvimos la oportunidad de asomarnos aunque fuera brevemente a esta increíble muestra de tradición y religiosidad, además de descubrir ya expuestos en sus vitrinas varios de los bordados que se estaban recolocando tras el final de la Semana Santa.
Después de ver los bordados pasamos a la Capilla del Rosario donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Amargura y que fue rehabilitada tras los daños sufridos en el terremoto de 2011. Los frescos de la entrada conmemoran la batalla de Lepanto, que fue el motivo de construcción de la Capilla.
Siguiendo nuestro paseo por Lorca llegamos después a la Plaza de España, una plaza realmente interesante y conformada por diversos edificios, civiles y religiosos que componen un espacio único.
Está presidida por el edificio del Ayuntamiento que data del siglo XVII y cuenta con doble arquería de medio punto en dos alturas con el remate de las figuras de la Justicia y la Caridad.
Haciendo esquina, justo al lado, se encuentra la Casa del Corregidor, quien representaba al rey e impartía justicia en la ciudad. Del antiguo edificio queda el impresionante relieve que representa al troyano Elio y al griego Crota en los que está el origen del antiguo nombre romano de la ciudad: Eliocrota.
Los dos llevan diversos escudos y tienen al sol entre ambos, símbolo de Lorca. Como colofón a este conjunto de la Plaza de España, en un lateral se encuentra la Ex-Colegiata de San Patricio, imponente edificio de fachada barroca que recuerda mucho a las que se pueden contemplar en Sicilia.
Se levantó para conmemorar la victoria en la batalla de los Alporchones, el 17 de marzo de 1452, día de San Patricio. Su construcción se prolongó durante más de 200 años y ya se incorporaron elementos barrocos, como la fachada que tanto llama la atención.
Después paseamos por la calle de la Zapatería desde la que pudimos ver el Porche de San Antonio y los restos de la muralla medieval, con la puerta en codo (típica musulmana, hecha para dificultar los accesos) y el arco apuntado de sillares.
Nos fuimos de nuevo hacia la calle Lope Gisbert y comimos estupendamente en un restaurante recomendado por una amiga lorquina en una terraza a pleno sol primaveral.
Tras la comida nos dirigimos por la calle Corredera y sus bonitos edificios que también nos recordaron a algunas calles andaluzas, hacia el Museo Azul de Semana Santa. No queríamos perdérnoslo ya que nos había gustado mucho el del Paso Blanco.
Sin embargo no tuvimos la suerte de poderlo visitar, ya que aún no habían recolocado los bordados después de la Semana Santa. Vimos el edificio desde el exterior y pasamos a un patio contiguo, pero nada más. Se encuentra en la iglesia de San Francisco, que data del siglo XVII. La iglesia alberga la imagen de la Virgen de los Dolores así como un conjunto único de retablos barrocos.
Así pues, regresamos por la Corredera tranquilos y con poca gente por la calle disfrutando de las casas enrejadas, de las fachadas barrocas y de las edificaciones modernistas (que también hay). Estábamos contentos por haber descubierto, aunque sólo fuera en una pequeña parte, la riqueza cultural de Lorca. Ya tenemos excusa para volver y disfrutar de su sol, su Castillo, sus monumentos y sus gentes.
Actualización 2023
Hemos vuelto a Lorca el pasado diciembre de 2022 y es hora de contar los que añadimos a nuestra primera visita de 2016.
Sin duda, al regresar al Parador esta vez no podíamos dejar de recorrer la Fortaleza del Sol. Como era un poco tarde no pudimos entrar en las edificaciones pero sí recorrer los impresionantes jardines. En época invernal la Fortaleza del Sol cierra a la caída del sol así que conviene organizarse para no encontrarlo cerrado. Las edificaciones datan desde el siglo IX hasta el XV, según fueran cayendo en manos musulmanas o cristianas.
Por la mañana fuimos, por fin a visitar la bonita Ex-Colegiata de San Patricio; aún recuerdo las imágenes de la misma en plena destrucción por el terremoto de 2011. La entrada cuesta 3€ y se compra en la misma entrada lateral. Según se sube a San Patricio se tiene una estupenda vista de la Plaza de España, el corazón de la zona antigua de la ciudad de Lorca.
Desde allí, terminamos nuestra breve visita a Lorca con el Magnífico Museo Azul de la Semana Santa. Si en 2016 no pudimos visitarlo porque estaban en pleno desmontaje de los pasos, ahora sí tocaba verlo con calma y guiados por una voluntaria de la cofradía.
El bordado lorquino bien merece el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que están pendientes de conseguir. En el Museo del Paso Azul, MASS, puedes ver in-situ a las bordadoras trabajando, conocer el material exquisito sobre el que borda, ni más ni menos que la seda, y disfrutar de todo el color el bordado.
Además, conocerás el origen de los originales desfiles bíblico-pasionales que se celebran en la ciudad desde finales del siglo XIX. En ellos y en todos los personajes que aparecen en la Historia Sagrada verás los temas y colorido de los mantos.
A lo largo de la visita del Museo irás conociendo ejemplos del bordado, evolución temporal y mayores representantes el dicho arte, como Francisco Cayuela. Sin duda, un recorrido de lo más colorista y singular.
Como ves, hay mucho que ver en Lorca y sin duda merece la pena regresar de vez en cuando para disfrutar de esta tierra de estupenda climatología, tradición y mucha historia.
Pues te recomendaria que la visitaras en semana santa
ResponderEliminarTenemos que organizarnos y ver si podemos acercarnos. ¡Nos encantaría!
EliminarGracias por el comentario.
Un saludo.
Que interesante! No conocía mucho de Lorca y ahora me dieron ganas de visitarla! Gracias por los consejos, me los anoto para mi visita (en especial las ruinas y el hecho de parar en el Parador!)
ResponderEliminarLaura: me alegro de que quieras visitar Lorca. Te encantará y si te alojas en el Parador, aún mejor.
EliminarUn saludo.
Que bonito! Tiene muy buena pinta. No se porque pero me ha recordado en algún momento a Toledo.
ResponderEliminarTe encantará si vas por allí y además se come de maravilla. Las verduras de su huerta no tienen parangón. Toledo y sus tres culturas...Lorca y su judería descubierta y sus influencias árabes. Fue también tierra de paso y de frontera.
EliminarVaya! Otro lugar más para apuntar en mi lista de pendientes en España. Me ha encantado Cristina, gracias por el aporte.
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen
Gracias a ti Carmen. Lorca es magnífica y poca gente la conoce.
EliminarUn abrazo.