6/2/23

Dublin en 2 días

Dublín en 2 días da mucho de sí porque el centro de la capital de Irlanda es muy manejable. Organizándote bien podrás visitar gran cantidad de lugares según tus intereses. Los horarios no son tan amplios como en España o en otros lugares, así que tocará madrugar. Pero de esta manera te llevarás la esencia de la capital Irlandesa, eso seguro.


Dublín en 2 días: jardines, historia y cerveza negra


En nuestro primer viaje al extranjero de 2023 contábamos con un fin de semana largo en Dublín. Es decir, saldríamos por la tarde de un viernes de Alicante para llegar ya de noche y regresar a mediodía del lunes siguiente. Dublín en 2 días completos que, bien organizados, nos cundieron bastante.

Dublín ya no es la ciudad barata que yo conocí hace 30 años, así que prepárate para un presupuesto medio. No llega a ser tan elevado que el presupuesto para una semana en Londres que tuvimos hace años pero quizás sea comparable a las grandes capitales españolas. Aunque, como veremos a continuación, hay lugares muy interesantes y gratuitos.


Dublín en 2 días


Día 1: jardines, universidad, museo y hasta un concierto


Por la mañana, tras un buen desayuno, fuimos a visitar los bonitos jardines de Iveagh, muy cerca de nuestro hotel, el Ivegah Garden Hotel. Se trata de un jardín histórico que data de mediados del siglo XIX y que parece mentira se encuentre en el centro de la ciudad. Fue un placer disfrutarlo casi en soledad y con una ligera lluvia muy irlandesa.

Dublín en 2 días


La cosa iba de jardines porque justo después seguimos camino del Trinity College, nuestro objetivo porque teníamos la visita guiada a las 12:00, atravesando St. Stephen´s Green. Se trata de un bonito parque que adquirió su actual aspecto en 1880.  En él encontrarás gran cantidad de variedad de árboles, esculturas interesantes (como la de Henry Moore), templetes, patos, gaviotas etc.

A pocos minutos de este parque se encuentra Merrion Square, el corazón del Dublín georgiano. El siglo XVIII fue la época en la que la capital irlandesa adquirió la elegancia del momento gracias al auge burgués. En los alrededores de Merrion podrás disfrutar las fachadas de la época, con sus puertas de colores. Además en el número 1 de la plaza vivió Oscar Wilde con su familia durante la infancia del escritor. Y frente a dicho número, en el interior de la plaza, su estatua saluda al visitante con un gesto irónico y recostado en una roca. 


Dublín en 2 días


Tras tanto paseo por las zonas verdes del centro de Dublín, tocaba hacer la visita al Trinity College. Merece la pena hacerla de la mano de uno de los estudiantes del prestigioso centro, como fue nuestro caso. Si no te apetece, duran en torno a 40 minutos y son en inglés, puedes comprar la entrada para la maravillosa Biblioteca. Por cierto, esta cerrará sus puertas próximamente y durante cinco años para afrontar una restauración profunda. Si bien es cierto que el Trinity no tiene la historia de la Universidad de Salamanca y su edificio histórico, merece mucho la pena pasear pro sus espacios abiertos y soñar con la vida estudiantil dublinesa.

Dublín en 2 días


Tras la visita al Trinity repusimos fuerzas en Bewley´s, un café histórico situado en plena Grafton Street, la arteria más animada y comercial que une St. Stephen´s Green con el río Liffey y O´Connell. Es un establecimiento recientemente reabierto y restaurado, grande y con un buen servicio en el que tomar un tentempié dulce o salado. Además, al estar en pleno centro permite que el visitante se pueda dirigir hacia casi cualquier lugar del centro en pocos minutos. Así, nosotros, tras saludar a Molly Malone nos dirigimos hacia la National Gallery of Ireland, un interesante museo (y gratuito) en el que pasamos un buen rato hasta la hora de cierre. Hay que tener en cuenta los horarios de los museos de Dublín: entre las 9 y las 17 horas, aproximadamente. Sobre todo si nos interesa alguno en especial. 

La noche era fresca y bastante húmeda en Dublín, no en vano está muy cerca del mar, así que nos fuimos al hotel para descansar un rato. Teníamos aún una actividad más antes de acabar la jornada: un concierto en el bonito National Music Hall, también muy céntrico justo al lado de los jardines de Iveagh y a escasos metros del hotel. Una manera perfecta para cerrar nuestro primer día en Dublín.


Día 2. Castillo, catedrales, río Liffey un buen pub


El segundo día, que era domingo, lo dedicamos a recorrer la parte más antigua de la ciudad. En ella se asientan las catedrales medievales y el castillo. Así que empezamos por este último que, sinceramente, fue algo decepcionante. Si tenéis que prescindir de alguna visita, yo quitaría esta sin duda. Las habitaciones oficiales son interesantes, sin más y el recorrido exterior se puede hacer sin pagar la entrada. 

Desde el Castillo de Dublín se llega enseguida a las catedrales de credo anglicano que son algunos de los templos más interesantes de la capital. Hay que tener en cuenta que si vais el domingo el horario es más restringido por los oficios religiosos. Así, por ejemplo abren entre las 13 y las 15 horas, en vez de toda la mañana. La entrada no es barata pero estas sí merecen la pena aún estando bastante intervenidas en el siglo XIX. Si viajáis con menores de edad, posiblemente salga a cuenta comprar la llamada entrada "familiar". 

Christ Church Cathedral se ubica en su actual espacio desde el 1030, lo que la convierte en el edificio más antiguo de la ciudad. Ha permanecido dentro del culto anglicano (de la llamada Iglesia de Irlanda) dentro de un país mayoritariamente católico; sin duda, algo que llama la atención. 


Dublín en 2 días


Muy cerca se encuentra el mayor templo de Irlanda, la catedral de San Patricio (St. Patrick's Cathedral). Quizás sea más bonita que la anterior y conserva en una de las naves una losa de piedra con una cruz celta datada en la época de San Patricio, siglo V. Ha sido destruida, intervenida, restaurada etc. a lo largo de los siglos y entre los elementos más peculiares se encuentra el acceso por una escalera de caracol a la galería donde se sitúa el organista, el coro de madera tallada y el púlpito. Precisamente allí fue deán Jonathan Swift (sí, el de "Gulliver"). Eran famosos sus sermones sarcásticos e interminables en los que muchos feligreses acababan dormidos.

Temple Bar, la zona más animada de la capital y repleta de pubs, restaurantes y galerías de arte, se encuentra muy cerca de las catedrales. Se puede visitar de día y de noche en alguno de los tours nocturnos. Sea como sea el colorido y la animación están garantizados y pasarás por allí camino del Ha´Penny Bridge. 

Se trata de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y en cuanto lo cruzas te encuentras en otra zona de lo más animada: la de O´Connell Street. Allí podrás visitar la General Post Office, donde los rebeldes irlandeses establecieron su cuartel general en 1916 durante las revueltas que dieron pie a la independencia de Irlanda. La zona de los Docklands, que empieza en la bonita Custom House, tendrá que esperar. Sólo nos dio tiempo a verla ya de noche en un paseo junto al Liffey. 

Dublín en 2 días


Si queréis una parada breve para un tentempié nada mejor que aceraros a algún centro comercial como el que hay junto a St. Stephen's Green. Encontrarás muchos y variado restaurantes de comida rápida y al haber muchos en alguno encontraréis sitio.

Por la noche, no se puede visitar Dublín sin tomar algo en alguno de sus muchos pubs. En algunos además suele haber música en directo. Nosotros cerramos nuestros dos intensos días en O' Neills, justo frente a Molly Malone. Son lugares turísticos, llenos de visitantes pero también de locales que ver partidos de rugby o fulbol en la tele, escuchan la música y cenan acompañados de una buena Guinness. Y es que la cerveza negra irlandesa es otro de esos imprescindibles dublineses (aunque no visitáramos la Guinnes Store House).

¿A que Dublín en 2 días da para mucho? Es una ciudad llena de historia, con gente amable y muchas cosas que visitar. Ya estoy pensando en dónde iremos en nuestra próxima escapada y, por supuesto, os lo contaré por aquí. 

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