Qué hacer en Helsinki: tres días en una ciudad muy interesante

Helsinki es una de las capitales bálticas menos visitadas. Se suele parar durante un día en el típico crucero o bien hacer una escala camino de Laponia o de los países asiáticos. El mes pasado decidimos estar unos cuantos días en la capital finlandesa, ya sabéis de nuestro gusto por el "slow-travel", y lo pasamos estupendamente disfrutando de una ciudad hecha para vivir. Aquí os dejo ideas sobre qué hacer en Helsinki tres días.

Qué hacer en Helsinki durante tres días: una capital llena de vida

Nuestro vuelo salió muy pronto, demasiado, desde Alicante. En poco más de cuatro horas estábamos en la capital finlandesa en un día soleado e incluso caluroso para ser septiembre. Nuestro alojamiento fue el estupendo Hotel Katajanokka del barrio del mismo nombre, situado a pocos minutos andando del centro, lo que nos permitía ir y venir sin prisas.

Aquí os dejo un itinerario ideal para conocer Helsinki sin agobios y aprovechando que es ideal para pasear.

Día 1. Recorriendo el centro de la ciudad

El primer día yo os aconsejo comenzar con un free tour, nosotros hicimos uno con Jonna, una estupenda guía en español, que nos habló de la idiosincrasia finlandesa, de sus gustos, tradiciones, política y curiosidades varias (yo no tenía ni idea de que el karaoke les gusta tanto). Este tipo de tours son una gran posibilidad para aproximarnos a una ciudad nueva.

Tras el free tour por Helsinki, hay que pasear por la zona del centro. No es muy grande, ni muy antigua (Finlandia es un país con poco más de 100 años), pero tiene encanto, está muy bien cuidada y hay gran cantidad de edificios de principios del siglo XX, ejemplos del estilo Modernista.

La catedral Luterana, imagen constante de la ciudad, se encuentra en la plaza del Senado y los días que estuvimos en Helsinki siempre tenía mucha gente tomando el sol en su escalinata.

Pasear por Esplanadi, la gran plaza ajardinada del centro, es también un imprescindible que gustará a los urbanitas más exigentes. Transmite paz a pesar de ser tan céntrica, está rodeada por preciosos edificios y las tiendas y hoteles más lujosos se encuentran aquí. 

No os perdáis la maravillosa Librería Académica o Akateeminen kirjakauppa diseñada por Alvar Aalto, un referente de la arquitectura y gloria nacional finlandesa. Te sorprenderá el uso de la luz a través de las claraboyas y lo diáfano de los interiores. Merece la pena entrar y vagar entre los estantes de libros; si quieres, además, cuenta con cafetería.

Pasear por la calle Aleksanterinkatu es un placer ya que los edificios modernistas se suceden con todo un despliegue de imaginación en las fachadas, puertas e interiores. 

No muy lejos, de hecho a pocos minutos andando, llegaremos a Kauppatori, la plaza del mercado que se encuentra junto al puerto. Allí podremos comer, resguardados bajo las tiendas de lona, alguno de los platos de pescado típicos finlandeses. Os aconsejo los sabrosos pescados fritos que recuerdan (salvando las distancias) a los boquerones de nuestros lares. 

Eso sí, no salgáis con comida por la plaza, las gaviotas acechan al visitante para robarle en un descuido, y os aseguro que son rápidas y voraces.

En Kauppatori también encontraréis un montón de puestos de artesanía finlandesa. Los precios no son mucho más caros que en otras tiendas, así que puede ser buena idea comprar algún recuerdo de madera, lana, etc.

Tras la comida nos acercaremos a la imponente catedral ortodoxa que rivaliza con la luterana desde el barrio de Katajanokka. A pesar de que la religión ortodoxa es minoritaria, el esplendor de la catedral sorprende cuando llegas a lo alto de la colina y entras en su interior. Además, tendrás unas vistas estupendas de la ciudad.

Para acabar la jornada nada mejor que relajarnos en la sauna y las piscinas de Allas Sea Pool. Se trata de un complejo abierto durante todo el año, sin importar si hace o no frío. Allí podrás bañarte en alguna de las piscinas exteriores: una con agua a 27 grados y otra con agua del mar Báltico. La cosa está en alternar el calor de la sauna (cerca de 100 grados) con las piscinas. Las vistas del puerto y el trasiego de los ferrys de pasajeros entretienen mientras te das un baño.

En el Allas Sea Pool puedes estar tanto tiempo como quieras, y como está al lado, buena idea es subir a la Sky Wheel de Helsinki, una noria gigante que te dará una visión nueva de la ciudad. Merece mucho la pena.

Rizando el rizo han instalado una cabina sauna para el que quiera combinar el entretenimiento nacional de la sauna con las vistas de la noria. ¡Qué cosas!

Día 2. Suomenlinna y diseño

Helsinki ofrece también patrimonio. A pesar de no ser una ciudad antigua, sí ha sido un puesto muy disputado tanto por suecos como por rusos debido a su posición estratégica en el mar Báltico.

Así pues, el segundo día puede ser una gran opción visitar la fortaleza de Suomenlinna. Está a pocos kilómetros de Helsinki y para llegar a ella cogeremos el ferry que sale desde Kauppatori, la plaza del mercado antes mencionada. Será un paseo de lo más agradable entre islas pequeñas con casas de madera.

El nombre original de Suomenlinna fue Sveaborg, o castillo sueco, ya que fue Suecia la que inició la construcción de la fortaleza en 1748 de la mano del ingeniero Ehrensvärd.

Como se puede ver en la imagen, la Suomenlinna se reparte entre varias islas, y en la zona del centro se encuentran las edificaciones que servían de almacenes, viviendas, etc.

La entrada a la fortaleza es gratuita, de hecho sólo te cobran si quieres entrar en algunos de los edificios que se reparten por las islas y que pueden tener mayor o menor interés según los gustos de cada uno.

Os recomiendo visitar Suomenlinna aunque sólo sea por lo bonito que es el entorno, los paseos que se pueden dar junto al mar bordeando los bastiones y lo curiosas que son las edificaciones que hay en la fortaleza. 

Hoy en día es un barrio más de Helsinki en el que viven unas 800 personas y está muy bien comunicado con el centro, cada muy poco tiempo puedes ir y volver. Además hay restaurantes, tiendas, pequeñas playas, etc. Todo lo necesario para hacer una visita muy agradable.

Al regresar a Helsinki puede ser buena idea visitar el Mercado Gastronómico que hay en el puerto en un precioso edificio del siglo XIX.

Allí podremos conocer los puestos repletos de cosas ricas, entre ellos uno de gastronomía española, tened en cuenta que cierran a las 18:00 horas.

Después es buena idea ir a ver el Museo del Diseño. Por fuera es una preciosa construcción modernista repleta de pináculos; por dentro (aunque no es muy grande) en la planta baja podréis ver diversos hitos del diseño finlandés, mientras que en la segunda hay exposiciones temporales.

Os recomiendo pasear por toda esa zona, donde el modernismo tiene los mejores exponentes de la ciudad en fantasías de fachadas que se combinan con tiendas cuidadas.

Día 3. Excursión a Porvoo y largo paseo en Helsinki

El tercer día podemos dedicarlo en parte a una visita a Porvoo. Se trata de un pueblo con mucho encanto, que además es la segunda poblacionalmente más antigua de Finlandia, y que cuenta con un casco histórico espectacular. 

Desde Helsinki puedes llegar a Porvoo en autobús en un tranquilo trayecto de 50 minutos. Si es verano también pueden coger un barco en Kauppatori que te llevará bordeando la costa en un recorrido que debe ser espectacular. 

Una vez en Porvoo te recomiendo perderte entre sus callejuelas empedradas, asomarte al río, cruzarlo para tenerla clásica vista de los antiguos almacenes hoy reconvertidos en casas de recreo, galerías de arte o restaurantes y entrar en su curiosa catedral que hunde sus raíces en la Edad Media.

Al volver a Helsinki (hay autobuses cada 15 minutos), no dejes de dar un paseo desde la estación de autobuses de Kampi hasta el monumento a Sibelius. Pero antes, entrad en la Capilla del Silencio.

Se trata de una capilla sencilla pero premiada por su diseño circular en madera, en la que cualquier persona de cualquier creencia puede encontrar sosiego, un espacio de oración o meditación e incluso, si lo necesita, asistencia médica o psicológica.

Será un paseo agradable que te permitirá ver el Auditorio Finlandia de Alvar Aalto, tomarte un café junto al mar en el Café Regata, admirar la originalidad del propio monumento a Sibelius y luego, al regresar, entrar en esa maravilla que es la biblioteca Oodi.

Para celebrar el centenario del país, hace dos años, han levantado una biblioteca singular que es mucho más que una biblioteca: es centro cultural, tiene cafetería y terraza, los espacios son diáfanos y confortables, hay salas de estudio, zona de impresoras 3D, cabinas para jugar en red, zonas de descanso en tonos verde,s etc. Una maravilla, la verdad esta biblioteca Oodi.

Como veis, Helsinki tiene mucho que visitar, que pasear y que admirar de un modo de vida alejado del nuestro pero del que podemos sacar infinidad de ideas en su respeto por los demás, el amor a la naturaleza y el sosiego.

Un destino para hacer una escapada y disfrutar. Una de las capitales bálticas que más se mueve e innova en los últimos años.  ¿Qué hacer en Helsinki? Como habréis visto, muchas y variadas cosas.

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