La catedral de San Isaac, en la ciudad de San Petersburgo, deja sin aliento al visitante. Fue la primera visita que realizamos el pasado mes de setiembre de 2019 cuando estuvimos unos días en la hermosa ciudad.
Hoy os cuento lo que podéis esperar de esta visita imprescindible y suntuosa.
Visitar la Catedral de San Isaac en San Petersburgo
La cúpula dorada de San Isaac es una de las referencias constante mientras visitas la ciudad de los zares. Se encuentra a apenas diez minutos del Palacio de Invierno y en una explanada abierta al río Moika. A pocos metros se sitúa el mítico e histórico Hotel Astoria.
Nuestro alojamiento en San Petersburgo, el Hotel Lotte, se encuentra también a pocos metros así que lo teníamos fácil para empezar nuestro recorrido en este lugar.
Según te acercas ves a gran cantidad de personas haciéndose fotos con la impresionante fachada neoclásica detrás. Algunos buscavidas piden dinero a los turistas por fotografiarse con una pseudo-Catalina la Grande o con una Anastasia de segunda.
Sea como sea, el truco es no hacerles demasiado caso y seguir adelante hacia la imponente fachada. Allí hay dos máquinas expendedoras de entradas en las que puedes comprar la entrada al interior de la catedral y también la de subida a las cubiertas.
Como yo estaba convalenciente de mi rotura de rodilla, preferí quedarme en el interior del templo durante toda la visita, mientras que los chicos sí se animaron a subir los más de 200 escalones hasta la cima. El precio varía según se opte por hacer los dos tipos de visitas o sólo una.
La Catedral de San Isaac es un compendio de estilos que se comenzó a levantar en el año 1818. Fue proyectada por el arquitecto Auguste de Montferrand y es una de las catedrales más grandes del mundo.
Las enormes puertas de acceso recuerdan sin lugar a dudas a las de la Catedral de Florencia y así sucede también en el interior, en el que ese eclecticismo estilístico te lleva por momentos a Italia o a otros países más cercanos a Rusia, como es el caso de Bulgaria.
Las puertas de la parte meridional del templo están decoradas con relieves de Iván Vitali que representan escenas de la vida de Cristo y de santos como Alejandro Nevski.
La edificación de la Catedral de San Isaac fue un gran reto de ingeniería ya que está levantada sobre terreno ganado al Neva y se sostiene sobre miles de pilotes que se clavaron en la marisma. En el interior hay una maqueta en la que se ve transversalmente la edificación y la estructura de la Catedral sujeta por los mencionados pilotes de madera.
Para apreciar la importancia de este ingenio conviene saber que el peso a ser sustentado es de unas 300.000 toneladas. Realmente impresionante.
La Catedral de San Isaac se consagró en 1858 y durante la época soviética se convirtió en un museo dedicado al ateísmo. Hoy sigue funcionando como museo pero con un innegable transfondo religioso.
Siguiendo nuestro recorrido, tras pasar las puertas antes mencionadas uno se queda con la boca abierta. Semejante magnificencia en tamaño y materiales sólo la he visto en San Pedro del Vaticano. Las trazas de San Isaac son enormes y también todos los elementos decorativos que la adornan.
Abundan los dorados, los estucos, las pinturas al fresco, los mosaicos y los mármoles de todo tipo y color.
A los pies de los gigantescos pilares que separan las naves hay asientos de madera para descansar un rato y contemplar con calma tanto esplendor. Aunque aviso, puede llegar a saturar.
El iconostasio (separación propia de los templos ortodoxos que limita visual y espacialmente la zona de la liturgia y la del pueblo que asiste a la celebración) es absolutamente rico en materiales y decoración.
Enormes columnas de malaquita y lapislázuli dan color al templo y da que pensar cómo se pudieron trasladar desde tierras lejanas dichos materiales. La Catedral de San Isaac está decorada con aproximadamente 16.000 kilogramos de malaquita, otro dato más para tener en cuenta.
Los santos de más devoción de la iglesia ortodoxa están representados en enormes cuadros de fondos dorados. San Jorge, San Pedro o San Alejandro Nevski son recurrentes en esta confesión y aquí no podrían faltar.
A través de las puertas del iconostasio se ve al fondo una vidriera decorada con la figura de Cristo.
Motivos del antiguo testamento se alternan en las bóvedas con decoraciones en estucos dorados que adornan los casetones a la manera del Renacimiento.
En la cúpula podemos ver a la Virgen en majestad pintada por Karl Briullov en 1847. Solamente esta pintura ocupa unos 810 metros cuadrados y está enmarcada por molduras de estuco dorado y mármol blanco.
La subida a la columnata exterior de la cúpula de San Isaac es muy recomendable si quieres contemplar una magnífica vista de la ciudad de San Petersburgo. El río Neva se aprecia a pocos metros y si vas rodeando el recorrido marcado podrás ver la explanada del Almirantazgo, con el Hermitage más allá y hasta la iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada con sus característicos bulbos.
Datos prácticos de la Catedral de San Isaac de San Petersburgo
Horario
Abierto de 10:00 a 18:00
Cierra los miércoles
Precio
Entrada a la Catedral (compra on-line): 350RB
Subida a la Cúpula: 200RB
Entrada combinada: 550RB
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