Visitar El Patriarca, Real Colegio Seminario de Corpus Christi
El Patriarca se encuentra situado en la estrechísima calle de la Nao y su nombre completo es el de Real Colegio Seminario de Corpus Christi. Como veis se trata de un seminario que sigue en funcionamiento, por lo que a veces los horarios son algo limitados.
No obstante os garantizo que merece mucho la pena y me alegro de haber seguido el consejo de mi amigo Julián y haber dedicado un buen rato a esta visita espectacular.
A pesar de la angostura de la calle de la Nau, la fachada monumental de El Patriarca se abre a la plaza del mismo nombre e impone por su tamaño.
El Colegio de El Patriarca fue fundado en el año 1583 por San Juan de Ribera para educar a futuros sacerdotes en la doctrina marcada y remarcada por el Concilio de Trento. Se convirtió de este manera en bandera de la Contrarreforma en Valencia e hizo, entre otras cosas, que su fundador fuera proclamado santo.
Juan de Ribera fue Patriarca, Capitán y Arzobispo del reino de Valencia y de ahí derivó el nombre dado al edificio.
Pasemos ahora a recorrer el interior de su obra fundacional.
El patio renacentista
Este patio es sin duda una de las joyas de El Patriarca y uno de los mejores ejemplos de patio del Renacimiento español (me recuerda bastante al de Tavera en Toledo).
Las columnas de mármol de Carrara elevan los elegantes arcos en las dos alturas del patio que preside la estatua de Mariano Benlliure, gran escultor valenciano, que representa, como no a San Juan de Ribera.
Las columnas de mármol de Carrara elevan los elegantes arcos en las dos alturas del patio que preside la estatua de Mariano Benlliure, gran escultor valenciano, que representa, como no a San Juan de Ribera.
La iglesia repleta de frescos
Por la gran cancela podemos pasar a la capilla, claustro y museo, pero saldremos a la calle para acceder a la imponente iglesia repleta de frescos de Bartolomé Matarana.
El pintor genovés que desarrolló gran parte de su carrera entre Cuenca y Valencia y que en El Patriarca realizó alegorías de la Eucaristía así como motivos bíblicos, ángeles, sibilas etc. que cubren la totalidad de los muros en lo que parece "horror vacui" manierista.
Hay que asombrarse de la gran cúpula, la primera edificada con ese tamaño en la ciudad de Valencia. En el crucero las pinturas están dedicadas a San Vicente Ferrer y a San Vicente Mártir, los dos Vicentes tan relacionados con Valencia. Toda una catequesis contrarreformista.
El pintor genovés que desarrolló gran parte de su carrera entre Cuenca y Valencia y que en El Patriarca realizó alegorías de la Eucaristía así como motivos bíblicos, ángeles, sibilas etc. que cubren la totalidad de los muros en lo que parece "horror vacui" manierista.
Hay que asombrarse de la gran cúpula, la primera edificada con ese tamaño en la ciudad de Valencia. En el crucero las pinturas están dedicadas a San Vicente Ferrer y a San Vicente Mártir, los dos Vicentes tan relacionados con Valencia. Toda una catequesis contrarreformista.
Las capillas laterales están adornadas por dorados retablos y más frescos y en una de ellas se encuentra la sepultura del Patriarca. A través de sus paredes podemos casi asistir a una procesión de Viernes Santo, de Santo Entierro, compuesta por los señores, clérigos y órdenes religiosas que desfilaban por las calles de Valencia. Todo un testimonio de las costumbres religiosas de la época.
El cuerpo de San Juan de Ribera se encuentra en una de las capillas profusamente decoradas. Mi amigo recuerda que solían estar cubierto el altar por una colgadura. Cuando visitamos El Patriarca en enero estaba completamente descubierto.
Conviene pasar un buen rato en el la iglesia de El Patriarca y leer las cartelas explicativas de todo lo que vemos. Una verdadera catequesis "al fresco" para mayor gloria de la Contrarreforma.
El cuerpo de San Juan de Ribera se encuentra en una de las capillas profusamente decoradas. Mi amigo recuerda que solían estar cubierto el altar por una colgadura. Cuando visitamos El Patriarca en enero estaba completamente descubierto.
Conviene pasar un buen rato en el la iglesia de El Patriarca y leer las cartelas explicativas de todo lo que vemos. Una verdadera catequesis "al fresco" para mayor gloria de la Contrarreforma.
El museo
Si la iglesia asombra, el pequeño museo de El Patriarca sorprende por la calidad de sus obras. El Greco, Ribalta, Dirk Bouts, Juan de Juanes etc. La talla-modelo para la escultura de Benlliure que preside el patio también puede ser admirada.
Sobresale por su valor historiográfico único: un manuscrito de Tomás Moro, escrito en la prisión de la Torre de Londres entre los años 1534 y 1535, perfectamente conservado, este documento es el testamento espiritual del santo inglés.
Así de interesante es el museo de El Patriarca.
Sobresale por su valor historiográfico único: un manuscrito de Tomás Moro, escrito en la prisión de la Torre de Londres entre los años 1534 y 1535, perfectamente conservado, este documento es el testamento espiritual del santo inglés.
Así de interesante es el museo de El Patriarca.
La capilla
Aún nos queda un último espacio singular antes de marcharnos, la pequeña capilla que hay a mano derecha antes de entrar al patio renacentista.
El techo, pintado a modo de gran trampantojo es curiosísimo por su colorido vivo y su temática religiosa que recuerda vagamente en las hechuras a Miguel Ángel, pero sobre todo destacan los magníficos tapices flamencos que adornan las paredes y que han sido recientemente restaurados. Datan del siglo XVI, época de esplendor de esta técnica flamenca y su temática es moralizante relativa a los vicios y a las virtudes.
Preside la capilla una bonita Inmaculada de Gregorio Fernández, el maestro imaginero de la escuela barroca de Valladolid. La Inmaculada fue dogma muy relacionado con la Contrarreforma, una vez más la razón de ser de este Colegio de Corpus Christi fundado por el patriarca Juan de Ribera está presente.
El techo, pintado a modo de gran trampantojo es curiosísimo por su colorido vivo y su temática religiosa que recuerda vagamente en las hechuras a Miguel Ángel, pero sobre todo destacan los magníficos tapices flamencos que adornan las paredes y que han sido recientemente restaurados. Datan del siglo XVI, época de esplendor de esta técnica flamenca y su temática es moralizante relativa a los vicios y a las virtudes.
Preside la capilla una bonita Inmaculada de Gregorio Fernández, el maestro imaginero de la escuela barroca de Valladolid. La Inmaculada fue dogma muy relacionado con la Contrarreforma, una vez más la razón de ser de este Colegio de Corpus Christi fundado por el patriarca Juan de Ribera está presente.
Y hasta aquí nuestro pequeño recorrido por El Patriarca, un monumento único en Valencia que es merecidamente Bien de Interés Cultural desde el año 2007.
Os animo a visitarlo en vuestra próxima visita a la ciudad, cuando las circunstancias cambien y podamos decir que hemos salido de esta situación extraña y un tanto deprimente en la que nos encontramos.
El horario de El Patriarca es un poco variable, así que recomiendo que contactéis con ellos antes de ir. El precio de la entrada es de 5€ sin visita guiada, un poco más con ella, concretamente serán 12 €.Puede merecer la pena pero de nuevo el horario puede no veniros bien, como fue nuestro caso. Para mayor información de horarios conviene mirar la web de la empresa gestora de las visitas de El Patriarca.
El amor, la belleza y el arte nos salvarán y de todo esto hay en El Patriarca; sin duda uno de los rincones más desconocidos y repletos de historia en el centro de la ciudad de Valencia.
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