Visitar Santa María Novella en Florencia
El conjunto de Santa María Novella ha sido museilizado perfectamente de manera que ahora se pueden recorrer los diferentes espacios de este lugar singular sin perderse nada. La entrada se sitúa justo a la trasera y queda enfrente de la estación de ferrocarriles.
Cuando viajé a Bolonia en febrero de este año 2020, justo el fin de semana que estalló la pandemia en Italia, no pudimos visitar Ravenna tal y como teníamos previsto, ya que habían cerrado las autoridades todas las visitas turísticas en Emilia-Romagna. Así pues, tomamos el tren para pasar el día en Florencia.
Mi amiga Anto y yo conocíamos la ciudad, así que sin prisas visitamos todo lo que pudimos en una jornada de arte y sol. Nuestra primera visita fue Santa María Novella y nos sorprendió poder acceder a un montón de espacios que anteriormente (muchos años atrás) habían estado más restringidas al visitante.
Cuando viajé a Bolonia en febrero de este año 2020, justo el fin de semana que estalló la pandemia en Italia, no pudimos visitar Ravenna tal y como teníamos previsto, ya que habían cerrado las autoridades todas las visitas turísticas en Emilia-Romagna. Así pues, tomamos el tren para pasar el día en Florencia.
Mi amiga Anto y yo conocíamos la ciudad, así que sin prisas visitamos todo lo que pudimos en una jornada de arte y sol. Nuestra primera visita fue Santa María Novella y nos sorprendió poder acceder a un montón de espacios que anteriormente (muchos años atrás) habían estado más restringidas al visitante.
Un poco de historia
Santa María Novella se fundó por la Orden de Predicadores (Dominicos) allá por el siglo XIII y enseguida se convirtió en un lugar de referencia religiosa y también artística ya que los más grandes del Renacimiento participaron en lo que hoy podemos ver.
Una colección artística realizada expresamente para Santa María Novella por autores como Giotto, Brunelleschi, Masaccio, Boticcelli, Ghirlandaio etc. Es decir, visitar este conjunto es pasear por la historia del Renacimiento italiano.
El complicado mantenimiento de un lugar así dio origen a la llamada Opera (obra) di Santa Maria Novella, creada en 2001 por los padres dominicos para la protección, divulgación y valorización del complejo.
En el año 2012 el ayuntamiento de Florencia llegó a un acuerdo con el Fondo de Edificios Religiosos del Ministerio del Interior para crear una visita única a Santa María Novella que incluya iglesia, claustros y museos. Dicha visita es la que nosotras pudimos disfrutar y por eso digo que nunca antes (en otras tres ocasiones) la había visitado y disfrutado como este año 2020.
Hoy en día se concilia perfectamente la visita turística y la vida religiosa de la iglesia, es decir cada cosa tiene su espacio y son perfectamente compatibles la una con la otra.
Empecemos nuestro recorrido.
El Claustro de los Muertos
Este espacio se sitúa en el norte de Santa María Novella y es el primer espacio al que se accede desde la entrada que se encuentra frente a la estación homónima. Se llama así por la función de cementerio que tuvo desde su construcción entre los siglos XIII y XIV. Aquí podremos observar los restos de algunas lápidas que nos recuerdan su uso.
Capilla de los Españoles
En el mismo lado que el Claustro Verde se encuentra la maravillosa Capilla de los Españoles, que no es otra cosa que la sala capitular del convento. Es decir el lugar para las reuniones del capítulo de los monjes dominicos.
Su construcción se sitúa en el siglo XIV y el nombre deriva de cuando fue cedida en 1566 a la comunidad española que formaba parte del séquito de Leonor de Toledo, esposa de Cosme I de Medici.
La capilla está profusamente decorada por un ciclo de frescos de Andrea di Bonaiuto; en él se celebra de manera alegórica el triunfo de la iglesia católica contra la herejía así como la vida dominica.
El Claustro Verde
Fue edificado aproximadamente en la mitad del siglo XIV adosado a la nave izquierda de la basílica con la que se comunica mediante una escalera. Debe su nombre al color predominante del ciclo pictórico de la historia del Génesis que lo decora en tres de sus cuatro lados. En él podemos encontrar la famosa escena del "Pecado Original" de Paolo Uccello.
La Basílica
¿Qué se puede decir de esta maravilla? Pues tantas cosas que hay que resumir para no extendernos demasiado. Yo diría que conviene recorrerla sin prisas, parándose en cada capilla, admirando sus colores, el gran número de personajes de la vida florentina del Renacimiento, alguno de los cuales nos miran desde la pared.
También hay que tomarla en perspectiva para hacernos una idea de su disposición en tres naves sencillas, salvo por los imponentes frescos de las paredes.
Las nervaduras bicolores de sus arcos apuntados y sus bóvedas de crucería son emblemáticas de este lugar único y entre todos los tesoros de esta basílica conviene "perder el tiempo" con el magnífico crucifijo de Giotto que cuelga separando la parte alta de la baja.
En la nave de la izquierda una pintura discreta dio paso sutilmente al Renacimiento estableciendo cánones que sería seguidos posteriormente por todos los grandes: se trata de la "Trinidad" de Masaccio. Si en la Capilla Brancacci también podemos contemplar la evolución entre épocas, aquí esta sencilla y grandiosa obra nos muestra la perspectiva arquitectónica singular que la hace única.
La Capilla Strozzi di Mantova, con sus pinturas realizadas por Nardo y Andrea di Cione (Orcagna), muestran en el lateral izquierdo el poder de esta familia. También alusión a los Strozzi podemos encontrar en otra capilla del mismo nombre aunque pintada ahora por Filippino Lippi (en el lado derecho).
Fue un encargo de Giovanni Tornabuoni en 1485 cuando compró el patronazgo de dicha capilla a la anterior familia patrona, los Ricci.
Ghirlandaio contó con innumerables colaboradores entre los que hay que mencionar al gran Miguel Angel, quien por entonces se formaba en el taller del maestro. Personajes florentinos del momento intervienen en las escenas evangélicas (tanto canónicas como apócrifas) y es fácil reconocer a la hija del comitente, Giovanna Tornabuoni, luciendo el mismo vestido con el que fue retratada por el maestro Ghirlandaio (hoy en el Thyssen de Madrid).
El color y la disposición de las escenas, además de las arquitecturas, los personajes florentinos etc hacen de este ciclo de frescos una de las joyas de la ciudad.
El Museo
El espacio museal se compone de los dos primeros claustros, la capilla de los Españoles y el Refectorio donde se puede ver una gran pintura mural sobre la Ultima Cena además de paramentos litúrgicos provenientes de la Basílica.
El Claustro Grande
Llamado así por razones obvias, este enorme claustro alberga desde 1920 la Escuela de Mariscales y Brigadieres de los Carabineros así como la famosa Oficina Farmacéutica de Santa Maria Novella.
Se construyó entre los años 1340 y 1360, allí se situaban las celdas de los frailes en tres de sus cuatro lados.
Muchas familias florentinas participaron en la decoración de este claustro con escenas de la vida de Santo Domingo de Guzmán y otros santos dominicos, escena de la vida de Cristo y retratos de exponentes de la vida monacal. Fue realizado dicho ciclo pictórico por pintores de la Accademia de Florencia y se convirtió en uno de los más representativos de la Contrarreforma.
Fachada
El emblema de esta iglesia es sin duda la magnífica fachada realizada según el diseño del gran Giambattista Alberti en 1470 en varios mármoles de distintas tonalidades blancas y verdes que la hacen tan característica. Mesurada y de corte clasicista es una de las fachadas más representativas del Renacimiento italiano y una de los lugares que ver en Florencia.
Datos prácticos para visitar Santa Maria Novella
De lunes a viernes de 9-17:30 horas en invierno y hasta las 19:00 en verano.
Sábados de 9-12 horas.
Precio: 7,5€ y tarifa reducida de 5€.
De lunes a viernes de 9-17:30 horas en invierno y hasta las 19:00 en verano.
Sábados de 9-12 horas.
Precio: 7,5€ y tarifa reducida de 5€.
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