Hoy os cuento qué podéis encontrar en esta visita singular
Hoy en día, si queremos visitar la casa museo de Lope de Vega tenemos que reservar visita guiada y gratuita, como más adelante os contaré. Hasta el 30 de este mes de octubre, permanece cerrada por obras, pero ya no queda nada para disfrutarla.
Visitar la Casa Museo de Lope de Vega en Madrid
En estos tiempos inestables que corren es bueno regresar a los clásicos y pocas épocas hay en nuestro arte más brillantes que el Barroco. De todos los personajes casi míticos que nacieron y crearon en los siglos XVI y XVII la figura de Lope de Vega siempre me fascinó. Personaje contradictorio, clérigo con innumerables amantes e hijos, creador infatigable amado y denostado, Lope encierra tantas facetas como el Siglo de Oro al que representó tan bien.
Es, nunca mejor dicho, de justicia poética, que la casa de Lope se encuentre en la calle Cervantes ya que este pasó de ser buen amigo a enemigo acérrimo. Dicen que fueron los celos ante "El Quijote", que Lope no pudo superar. Sea como sea parece mentira que al final hayan quedado tan íntimamente ligados.
Lope de Vega vivió en esta casa, grande para la época lo que da cuenta del estatus que adquirió, los últimos veinticinco años de su vida. Compró esta propiedad en el año 1610 estando casado con Juana de Guardo, su segunda esposa.
Fue lugar de vida y muerte, ya que entre esos muros que hoy podemos visitar murió dicha esposa, su hijo Carlos Félix (con siete años) e incluso una de sus amantes. Fue legada por Lope a Feliciana su hija legítima más pequeña. Después pasó a diversas manos y cambió su estructura hasta que Mesonero Romanos, cronista de la villa de Madrid, la identificó como la casa de Lope de Vega.
No fue, sin embargo, hasta 1931 cuando Antonia García creó una fundación y nombró patrona de la misma a la Real Academia de la Lengua con la finalidad de crear allí un museo dedicado a Lope.
En el año 1935 se inauguró con mobiliario del XVII procedente de otros museos e incluso de fondos particulares. No se han podido documentar con exactitud las distintas habitaciones de la casa, aunque se sabe cuales eran porque hasta el mismo Lope las mencionaba en algunas de sus obras. Así que se llevó a cabo un gran trabajo de recreación de la mano de autoridades como Menéndez Pidal o Américo Castro (entre otros muchos).
La planta baja no encontró suficiente documentación como para ser recreada con fidelidad, así que subiremos las escaleras hasta la primera planta, donde se encuentran las estancias más interesantes.
El estudio de Lope, que da hacia la calle y recibe mucha luz es un lugar singular por lo que supone, en él se crearon algunas de las obras más importantes del autor: "Fuenteovejuna" o "El perro del hortelano". Además, allí Lope se reunía con sus amigos y a pocos metros se encuentra el estrado o lugar de reunión femenino y una bonita capilla con abertura directa hacia el dormitorio del "Fénix de los ingenios".
En este oratorio celebraba Lope la misa, ya que era sacerdote (aunque no muy observante de ciertos votos). Cuando enfermó podía seguirla desde su lecho a través de las ventanas abiertas oportunamente. El cuarto de Lope es el más pequeño y muy austero tal y como él mismo mencionó en sus escritos.
En esta planta también se encuentra la habitación de sus dos hijas, supuestamente, Feliciana y Antonia Clara. Para desesperación de Lope esta última huyó de la casa con tan sólo 17 años. Es curioso saber cómo la vida devolvió a al gran autor lo que él había hecho en demasiadas ocasiones sin pensar en el daño que hacía a la honra de las mujeres a las que amó.
Ese valor de la honra es temática habitual en la obra de Lope de Vega ya que se basaba en la "honestidad" de las mujeres. Sea como fuere en esta planta también se encuentra una recreación de la cocina, que se asoma al jardín. Es de suponer que la cocina se encontraría en la planta baja pero siempre está bien ver cómo podía ser una cocina de esa época.
En la segunda planta nos encontramos con dos habitaciones peculiares: la del Capitán Contreras y la de los hijos de Lope. La primera porque nos recuerda la obligación de alojar a los miembros del séquito real (regalía de aposento) y por ello Lope tuvo de huésped a Fray Alonso de Contreras durante varios meses.
En la segunda se sitúa el hipotético cuarto de sus dos hijos varones: Carlos y Lope Félix. Llama mucho la atención el cinturón de amuletos que adorna la cuna. Era habitual "proteger" a los bebés con infinidad de objetos ya que la muerte estaba muy presente en los primeros años de vida de los niños.
En esta segunda planta también podemos atisbar la recreación del cuarto de las criadas, que posiblemente estaría o en la planta baja o cerca de los niños en la última.
Y hasta aquí esta singular visita a la casa de uno de nuestros grandes literatos. Nos acerca no sólo a su obra, sino también a la forma de vida del Siglo de Oro; una de esas visitas en las que aprender mucho y gran sorpresa en la inagotable Madrid.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Muchas gracias por dejar tu comentario en Ida y Vuelta.