Casa El Bálsamo, Belmonte

Todo en la Casa El Bálsamo de Belmonte está hecho para disfrutar y relajarse. Destino manchego por excelencia, Belmonte es una villa de larga historia que hunde sus raíces en el medievo y en la historia de reyes y reconquistas. Hoy, Casa El Bálsamo te ofrece relax y serenidad en sus habitaciones y apartamentos. Ya tocaba contarte cómo fue nuestra experiencia hace apenas unos días.

Descansar en Casa El Bálsamo

No es difícil encontrar este estupendo alojamiento rural cuando llegas a Belmonte. Sólo tienes que seguir las indicaciones del casco histórico y más concretamente, las que te llevarán a la Colegiata. A pocos pasos de esta, y junto a la plaza mayor se encuentra El Bálsamo.

Esta preciosa casa del siglo XVI ha sido restaurada y decorada con mimo por sus propietarios y justo abrió sus puertas en pleno verano de 2020, con todo lo que ello implica. Mucha valentía, sin duda. 

Nada más llegar fuimos recibidas por María José, la dueña de la casa, que nos enseñó todos los espacios del lugar. El rey es sin duda el patio de dos plantas, con vigas de madera vistas, columnas de granito y ese toque especial decorativo que le aporta "un no sé qué" lleno de encanto y de vida.

Nuestra habitación "Espliego" se encuentra en la planta baja, dando a la fachada principal de la casa. Se trata de un cuarto amplio, con cama doble con dosel, zona de estar, armario minimalista  y un cuarto de baño con gran ducha separado por una bonita puerta acristalada. 

Toda la decoración está dispuesta para el sosiego: los colores son ténues y aparecen combinados distintos materiales como madera, hierro, piedra etc en un conjunto armónico y sosegado.

Desde el patio se tiene acceso a las otras zonas de la casa. Por un lado, a la cocina y un comedor en tonos blancos relajantes. Desde ese espacio trasero se puede pasar al jardín, donde se distribuyen unas cuantas tumbonas para relajarse junto a la piscina-alberca dispuesta a aliviar los calores manchegos.

Pero también desde ese patio puedes acceder a la bodega. Un espacio concebido para tomar algo, para probar los vinos y cervezas de la casa o para sentarte a charlar entre tinajas con historia.

El desayuno se sirve junto al jardín, en la cocina o en el comedor y está compuesto de bollería, zumo natural, embutidos, fruta, salmón marinado y un rico café para empezar bien el día. La presentación está cuidado al máximo, como todo en Casa El Bálsamo y el horario es muy flexible, no es cuestión de andar con prisas. 

Después, cuando llegues por la tarde-noche tras haber recorrido tierras de Cuenca, sólo te queda una cosa pendiente, bajar a la cueva excavada con piscina climatizada privada, para tu grupo, de la que podrás disfrutar durante una hora cada jornada.

¿Se puede pedir algo más relajante? Lo dudo.

 

Si te ha gustado lo que has leído y estás pensando en hacer una escapada manchega, no dudes en alojarte en Casa El Bálsamo. Si, además, sigues este enlace de afiliación, colaborarás con el mantenimiento del blog.