Si viajas a Murcia, no te puedes perder el Real Casino de Murcia. Se trata de uno de los edificios mas singulares de la capital y que además se encuentra en pleno centro. Así pues, no hay excusas para perderse este dechado de imaginación arquitectónica que es este edificio.
Visitar el Real Casino de Murcia
Si hemos visitado la Catedral de Murcia, algo indispensable, o estamos por el centro de la ciudad, seguro que llegamos enseguida a una estrecha calle peatonal llamada Trapería. Allí se encuentra este emblemático edificio que ya llama la atención por su ostentosa fachada.
Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de casino no nos estamos refiriendo al lugar de juego que imaginamos, sino más bien a un sitio de reunión para caballeros en boga en el siglo XIX. Aquí mismo, en Albacete, tenemos el llamado Casino Primitivo situado, como en Murcia, en la calle Tesifonte Gallego o Calle Ancha.
La construcción de este edificio singular se inició en el año 1847 y es una mezcla perfecta entre corrientes eclécticas, Art-Nouveau y Art-Decó. Tras el esplendor del XIX llegó la decadencia en la segunda mitad del XX; sin embargo y tras la declaración de monumento histórico-artístico nacional se empezó a poner en valor. Así, fue restaurado entre 2006 y 2009 y hoy en día podemos apreciarlo como visitantes, por lo menos en su planta baja.
La fachada data de 1902 y es obra de Pedro Cerdán. Los dos ventanales que se abren a la calle son llamados popularmente "las peceras" y allí se reúnen los socios en animada tertulia. La abundancia está reflejada en las cornucopias que rodean a la figura femenina de la fachada y los elementos modernistas se entremezclan de manera delicada.
Pasemos dentro del Real Casino de Murcia para conocer todo lo que tiene para ofrecernos.
Por un momento, y tras pagar la entrada, podemos pensar que nos encontramos en un palacio nazarí granadino. Pues no, se trata del Patio Árabe que fue creación de Manuel Castaños y que se encuentra revestido por 35.000 láminas de pan de oro. La bóveda de hierro y cristal le proporciona suficiente luz y la decoración neo-nazarí nos traslada en el tiempo y el espacio. "Nada más grande que Alá" es el texto que se repite en el recinto.
Desde esta sala que hace de distribuidor tenemos que avanzar hasta la hermosa Galería Central. Otra bóveda acristalada (muy habitual en la arquitectura de finales del XIX) la cubre y el mármol de Macael y el de Cehegín la revisten. Parece una de esos bonitos pasajes comerciales que podemos encontrar en París, Londres o más cerca, en Albacete y Valladolid.
En el origen fue una calle interior que separaba las distintas edificaciones del Real Casino de Murcia. Hoy podemos entrar en distintas salas a través de las puertas que se abren a esta Galería.
Así, una de las estancias más interesantes es sin duda la Biblioteca Inglesa que parece traída de un club de caballeros ingleses. Fue realizada en 1913 siguiendo el proyecto de la firma Waring & Glow. En ella destaca el nivel superior de estuco imitando a madera líneas sinuosas y reminiscencias naturales (estamos a principios de siglo XX, época Art Decó). En ella se guardan más de 20.000 volúmenes de los siglos XVII, XVIII y XIX y un lucernario facilita la iluminación natural. Cuenta, por cierto, con 25 puestos de lectura.
El Congresillo es el lugar en el que se reunían las peñas de ciudadanos importantes en Murcia. Desde esta estancia se accede al impresionante Salón de Baile. En todo edificio decimonónico y señorial que se precie no puede faltar esta estancia. Fue construido entre 1870 y 1875 en estilo neobarroco y profusamente decorado a la manera francesa.
En el techo podemos ver un fastuoso lienzo pintado por varios autores; las alegorías de las artes y los paisajes exóticos son los temas principales que vemos entremezclados con personajes como Salzillo, Romea o el Conde de Floridablanca. Las lámparas nos deslumbran con su cristal de Bacarat, son cinco e iluminan profusamente el salón de baile en el que fácilmente podemos imaginarnos a las parejas de la burguesía murciana dando vueltas al son de un vals. Un salón de baile que me ha recordado mucho al que vi en el precioso y recomendable Museo Cerralbo de Madrid.
Y hasta aquí nuestro recorrido por este peculiar edificio que es el Real Casino de Murcia. ¿Os ha gustado? A continuación os dejo unos cuantos datos útiles para su visita. Merece mucho la pena pagar la entrada para hacer este recorrido historicista y singular.
Localización: Calle Trapería, 18 en Murcia
Horario: de lunes a domingo y de 10:00 a 19:00 horas (este es el horario de las visitas turísticas).
Tarifas:
- Entrada normal: 5€ por persona.
- Entrada reducida: 3€ por persona.
- Bono familiar (3 personas mínimo): 3€ por persona.
Vaya lujo de casino.
ResponderEliminarUna maravilla.
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