Sin embargo, París cuenta con rincones que a veces dejamos de lado, bien por falta de tiempo en nuestras visitas, bien por desconocimiento. Hoy traemos las recomendaciones de unos cuantos bloggers que, conocedores del París más famoso, se han querido fijar en lugares diferentes y que, una vez más, me han prestado sus palabras e imágenes para recomendar al viajero que va a París algo más que la Torre Eiffel y el Arco de Triunfo.
Aquí os dejo sus particulares recomendaciones:
1. Sandra, de The wandering S nos lleva hasta un lugar muy especial de Montmartre.
El Moulin de la Galette, en el barrio de Montmartre (83, Rue Lepic), es un rincón precioso que suele pasar desapercibido para la mayoría de turistas, al encontrarse algo alejado del abarrotadísimo Sacré Coeur.
Data de principios del siglo XVIII y, sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX cuando se convertiría en una de las salas de baile más conocidas de la ciudad y a la que acudirían personajes tan importantes como Renoir o Toulouse-Lautrec (entre otros muchos). Fueron estos quienes lo retrataron, tanto a él como a sus gentes, en numerosísimas ocasiones y en diversas situaciones, convirtiéndolo en un local emblemático para la ciudad de París.
Actualmente, el Molino alberga un restaurante pero todavía guarda la esencia de aquellos años dorados, lo que lo convierte en un lugar imprescindible si quieres conocer la Ciudad de la Luz en profundidad.
2. Dani de Viatges Pedraforca elige un lugar maravilloso que también es de mis favoritos de París.
Mi "idilio" con la Plaza de los Vosgos (Place des Vosges) empezó hace más de 25 años cuando la descubrí en el manual de Historia del Arte de COU (equivalente a segundo de bachillerato). Recuerdo que describía perfectamente la Plaza de los Vosgos como ejemplo de arquitectura francesa de inicios del siglo XVII, de estilo sobrio y preocupada por la funcionalidad.
El tono rojizo de sus casas, sus arcadas, sus coquetas buhardillas así como el arbolado y las amplias dimensiones la convierten en un conjunto de gran belleza. ¿Es posible que a causa de esta belleza los grandes escritores franceses Víctor Hugo y Daudet la hubiesen elegido como lugar de residencia?
A nivel histórico hay que destacar que la Plaza fue inaugurada en el año 1612 bajo el reinado del jovencísimo Luis XIII, que entonces sólo contaba con once años de edad; y fue bautizada oficialmente como Plaza Real (Place Royal). Sin embargo durante la Revolución Francesa pasó a denominarse tal cómo se la conoce ahora, debido a que el Departamento francés de los Vosgos fue el primero en pagar la tasa de contribución para el ejército revolucionario francés.
Imagen bajo licencia Creative Commons de Klovovi |
Puede que el cabaret más famoso de París sea el Moulin Rouge (Molino Rojo), todo el mundo se hace una foto delante de su fachada, pero pocos saben que el cabaret más antiguo de la capital francesa está en Montmartre, al lado de un pequeño viñedo, en una zona tranquila y poco visitada por turistas. Su nombre es Au Lapin Agile, y a pesar de esa imagen de casita de cuento, aún hoy el local sigue presentado a nuevos talentos en el mismo espacio donde, por ejemplo, Eric Satie se hizo amigo de Debussy.
Imagen bajo licencia Creative Commons: Negin Neghabat-Wolthoff |
4. María de Tu Hobbie Tu Viaje nos lleva hasta el Canal St-Martin, un lugar que muchos conocimos gracias a una famosa película.
Cuando vas a París intentas no perderte "lo más típico" de la ciudad. Sin embargo se pueden conocer otros sitios que no están en los circuitos turísticos, en concreto os recomendamos el Canal de Saint-Martin. Es un canal que se comunica con el río Sena y que está situado entre los distritos X y XI. Su primera función fue suministrar agua potable a la capital en 1825. Con el tiempo, cayó en el olvido hasta que en los años 2000 fue rehabilitado a lo que es hoy.
Un espacio completamente parisino, alternativo, bohemio y muy de barrio. Repleto de bonitos cafés, sitios emblemáticos (por ejemplo antiguas y famosas librerías, cines), restaurantes chic (en eso los franceses son punteros), etc. Nosotros pasamos una bonita velada en uno de esos restaurantes al aire libre con una comida muy buena y un ambiente ideal, luego dimos un bonito paseo por la "ribera" para poner broche de oro a la noche.
Años después, el Canal de Saint-Martin fue inmortalizado por "Amelie" en una preciosa escena donde la protagonista hace saltar las piedras sobre el agua en el canal desde uno de sus puentes. De hecho, hay una ruta urbana siguiendo los pasos de la protagonista.
Fuente de la imagen: http://girlsguidetoparis.com |
5. Mar Vara de A un Clic de la Aventura ha elegido una plaza no muy turística pero llena de historia: la Plaza René Cassin.
La última vez que visitamos París con nuestros hijos nos alojamos en un hotel en el centro del barrio de Les Halles. Todos los días al volver de nuestra maratoniana jornada de visitas por la ciudad, pasábamos por la Plaza René Cassin y aquí descansábamos un rato y los niños podían jugar. Es una plaza muy agradable con un bonito jardín y en ella se encuentra una de las iglesias más bonitas de París: la iglesia de Saint Eustache.
En alguna de nuestras visitas a la plaza aprovechamos también para visitar el interior de esta bonita iglesia. Data de 1532 y fue comenzada en estilo gótico tardío, pero su construcción se alargó tanto que presenta una combinación de varios estilos diferentes: gótico, renacentista, y tiene hasta columnas de estilos dórico, jónico y corintio.
Es una iglesia enorme, que parece más una catedral y cuyo interior te recuerda mucho al de Nôtre-Dame por sus dimensiones. Todos los domingos por la tarde ofrece conciertos gratuitos de órgano, ya que posee el órgano más grande de Francia y es famoso su organista.
A los parisinos les encanta sentarse en el césped del jardín de la plaza, cuando hace buen tiempo, y a los niños les chifla jugar con una curiosa escultura que se encuentra frente a la iglesia, obra de Henri de Miller y que se llama L'Ecoute (La Escucha). Es una cabeza enorme con una mano y atrae a todos los niños que se acercan hasta allí, así que para nuestros hijos era un imán y todos los días tenían que jugar un rato allí.
6. Carmelo y Eva de Dónde vamos Eva nos enseñan una iglesia parisina muy especial:
En el interior del bucólico jardín René Viviani, escondida, casi avergonzada ante la joya de París, la catedral de Nôtre-Dame que se sitúa a escasos metros, sobrevive la iglesia más antigua de París, Saint-Julien-Le-Pauvre, construida en el siglo XIII y que conserva su precioso carácter gótico.
El lugar es relajado y tranquilo frente a la vorágine turística que se produce unos metros más adelante frente a Nôtre-Dame y la famosa librería Shakespeare and Co. El hechizo y la magia del lugar hizo que nos detuviéramos a disfrutar del jardín y de la iglesia, descubriendo, además, el árbol más viejo de la ciudad, plantado en 1601.
En lugares así se encuentra ese París que tanto nos gusta.
7. Jordi, desde Mil Viatges, nos sugiere una visita muy artística y poco conocida. Uno de esos museos que pasan algo desapercibidos entre tanta maravilla: el Museo Rodin.
Cuando uno piensa en los museos de París, a menudo le es difícil ver más allá de los grandes. Louvre, Orsay y Pompidou están entre los imprescindibles, desde luego, pero la capital del Sena está llena de pequeños museos que vale la pena no pasar por alto. Uno de nuestros preferidos el Museo Rodin, localizado en el precioso Hotel Biron, que fue también su residencia en la capital parisina.
En este museo, donde se expone la obra de este fabuloso escultor, encontraremos algunas de sus más célebres obras, como "El Beso", una de las más famosas de la historia del arte.
Pero más allá del propio museo, sus jardines son ideales para poder descansar en un entorno relajado, entre parterres y fuentes. En este maravilloso entorno podremos disfrutar de algunas obras de bronce como "El Pensador" o el "Balzac".
8. Florencio, antes de Fmanega por el Mundo y ahora de Mundandy nos invita a fijarnos en un templo muy peculiar y muy céntrico, pero que a veces pasa desapercibido: la iglesia de la Madeleine.
París siempre ha sido un lugar que me ha despertado sensaciones contrapuestas. Por múltiples razones la considero una de las ciudades más atractivas del mundo pero también hay algunas cosas que no me atraen en ella. Quizás sea el excesivo chauvinismo, ya no de los franceses, sino de los parisinos, o quizás el hecho de ser demasiado turística (lo cual, por otra parte, dice mucho de sus cualidades), el hecho es que nunca he tenido demasiado "feeling" con la capital francesa.
Y menos mal que así ha sido, porque he estado al menos seis o siete veces en esta ciudad a la que siempre espero volver algún día. Una de las principales razones para ello es su poca previsibilidad, esa sensación de que aunque parezca que todo allí es muy conocido, siempre existe la posibilidad de descubrir nuevos y sorprendentes rincones. Ya bastante acostumbrado a la ciudad, no dejó de sorprenderme en mi tercera o cuarta visita la visión de lo que me pareció un templo clásico cerca de la plaza de la Concordia. Investigando un poco descubrí que se trataba de la iglesia de la Madeleine y que fue el mismísimo Napoleón quien impulsó su aspecto, similar al de la Maison Carrée de Nimes, a comienzos del siglo XIX. Sorprendente e imprevisible esta construcción neoclásica en una ciudad tan clásica como la parisina.
Hay un lugar cargado de historia en Paris que generalmente se queda fuera de las guías de viaje y tal vez es debido a que hay que usar mucho la imaginación para recrear lo que ahí hubo. Me refiero a las Arenas de Lutecia que fueron construidas en el siglo I.
En el siglo III Lutecia fue destruida por los barbaros y este lugar se preservo bajo tierra hasta que en el siglo XIX fue encontrado y rescatado (entre los cuales estuvo Víctor Hugo que abogo para que no fuera destruido). Hoy en día la gente puede ver este monumento que ha resistido el paso de los siglos gratuitamente. Eso sí, como dije antes hay que esforzarse para recrear lo que ahí hubo ya que de las gradas queda poco. Aun así, poder ver una construcción que tiene 20 siglos en pie merece la visita.
10. Maruxaina y su mochila nos propone una visita peculiar, aunque en París pocas cosas son peculiares: el Cementerio de Père-Lachaise.
Para mí es uno de los imprescindibles de París, el Cementerio de Père-Lachaise es un museo al aire libre en el que están enterradas personalidades como Oscar Wilde, Maria Callas, Comte, Jim Morrison o Edith Piaf.
La entrada es gratuita, aunque puedes hacer un donativo, y puedes guiarte con el plano porque son 44 hectáreas de tumbas de lo más curiosas y variopintas. Es un lugar perfecto para desconectar del bullicio de la ciudad y además conocer su historia.
11. Para terminar y si habéis llegado hasta aquí, no quiero cerrar sin recomendaros mi lugar. Se trata de un pequeño museo, no muy publicitado pero muy interesante, al que intento ir cada vez que visito París: el Museo de Cluny.
Está situado en el Barrio Latino en la maravillosa Orilla Izquierda y muy cerca del Boulevard Saint-Michel. Allí, en una mansión de origen gótico se encuentra una colección única de arte medieval entre cuyas joyas sobresalen los tapices de la "Dama del Unicornio" ante los cuales uno no puede menos de asombrarse y pasar el rato embobado con tanta belleza y misterios encerrados.
¿Os ha gustado el recorrido? eso espero. París es única y múltiple, una gran ciudad llena de facetas diferentes. A través de la mirada de estos viajeros he querido mostrar otros rincones fuera del circuito habitual que nos pueden servir a todos de sugerencias para cuando volvamos a la Ciudad de la Luz.
Siempre nos quedará París, siempre la tendremos en nuestro imaginario y siempre está presente en nuestra música, nuestro cine o nuestros álbumes de fotos. Y aquí os hemos dejado once rincones diferentes del París de siempre.
¿Y vosotros, tenéis un rincón de París que queráis compartir?
Para mí es uno de los imprescindibles de París, el Cementerio de Père-Lachaise es un museo al aire libre en el que están enterradas personalidades como Oscar Wilde, Maria Callas, Comte, Jim Morrison o Edith Piaf.
La entrada es gratuita, aunque puedes hacer un donativo, y puedes guiarte con el plano porque son 44 hectáreas de tumbas de lo más curiosas y variopintas. Es un lugar perfecto para desconectar del bullicio de la ciudad y además conocer su historia.
11. Para terminar y si habéis llegado hasta aquí, no quiero cerrar sin recomendaros mi lugar. Se trata de un pequeño museo, no muy publicitado pero muy interesante, al que intento ir cada vez que visito París: el Museo de Cluny.
Está situado en el Barrio Latino en la maravillosa Orilla Izquierda y muy cerca del Boulevard Saint-Michel. Allí, en una mansión de origen gótico se encuentra una colección única de arte medieval entre cuyas joyas sobresalen los tapices de la "Dama del Unicornio" ante los cuales uno no puede menos de asombrarse y pasar el rato embobado con tanta belleza y misterios encerrados.
¿Os ha gustado el recorrido? eso espero. París es única y múltiple, una gran ciudad llena de facetas diferentes. A través de la mirada de estos viajeros he querido mostrar otros rincones fuera del circuito habitual que nos pueden servir a todos de sugerencias para cuando volvamos a la Ciudad de la Luz.
Siempre nos quedará París, siempre la tendremos en nuestro imaginario y siempre está presente en nuestra música, nuestro cine o nuestros álbumes de fotos. Y aquí os hemos dejado once rincones diferentes del París de siempre.
¿Y vosotros, tenéis un rincón de París que queráis compartir?
Como ya te he dicho ha quedado genial! Muchas gracias por permitirme participar en él.
ResponderEliminarAunque hay lugares que ya conocía, otros es la primera vez que los oigo, así que ya tengo excusa para una próxima visita a París.
Besos!
Gracias a ti, Mar. París siempre sorprende y a veces tendemos a pensar que lo conocemos bien porque es muy visitado y todos lo tenemos en la memoria.. Pero París siempre se reinventa y ofrece al visitante rincones insospechados. Una ciudad única al fin y al cabo.
EliminarUna abrazo fuerte.
Cristina.
Como te comenté en face, has logrado labrar un precioso recorrido por París más allá del Louvre, la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo. Una de las ciudades top de Europa y que siempre tiene nievos rincones pos descubrir. Gracias por dejarme colaborar con mi pedacito de París!
ResponderEliminarUn pedacito maravilloso, Jordi. París siempre está ahí con miles de cosas que ofrecer. A veces pensamos que es un destino muy trillado, pero ni mucho menos. Se reinventa y cada vez que uno va descubre cosas nuevas. El Museo Rodin es un joya, por el continente y el contenido y muy, muy recomendable.
EliminarUn abrazo y gracias a ti.
Hola,
ResponderEliminarLa verdad es que son 10 propuestas magníficas. Sólo de haberte leído dan unas ganas horribles de coger inmediatamente el avión/tren/coche rumbo a París. Un placer haber colaborado en el post. Au revoir ;)
Gracias Dani por tu participación. Además, me encanta tu rincón. Siempre que voy a París intento pasarme por allí y se lo recomiendo a los amigos a los que ayudo con rutas por la ciudad. Una maravilla de lugar.
EliminarMe iría ya mismo de nuevo.
Un abrazo.
Qué chulo. Conozco todos los rincones pero tengo que aprovechar para mencionar otros dos que me encantan:el museo Nissin de Camondo y el museo Marmottan Monet. Es que me acordé después de decir el que me quedaba, que me gusta porque es muy peculiar.
ResponderEliminarPor cierto, felicidades por el cambio de imagen del blog.
Un abrazo
Pues no los conozco (los dos museos que dices), así que no me los perderé. Gracias Kris.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante, París tiene tantos lugares interesantes que siempre queda algún rincón por descubrir. A mí me gustan mucho los Jardines de Luxembourg, en pleno Barrio Latino y también el Jardín Japonés en el Bois de Boulogne.
ResponderEliminarUn abrazo
Los Jardines de Luxemburgo son otro de mis rincones favoritos de París, Teresa. En cambio al Bois de Boulogne nunca he llegado a ir. Ya ves, París es inagotable.
EliminarUn abrazo.
Cristina.
Magnífica recopilación de lugares poco conocidos de París. Debo admitir que desconocía la mayoría, por lo que me viene muy bien para cuando vuelva a la capital gala. Me ha sorprendido especialmente saber que todavía existe el Moulin de la Galette, lugar de culto para mí por mi afición al lienzo homónimo de Renoir que era mi favorito de niño. Tendré que ir a visitarlo y, si es posible, tomarme una absentha allí a la salud de uno de mis pintores preferidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Floren por tu participación. La iglesia de la Madeleine sí es conocida para mí, de hecho muchos de estos rincones son , curiosamente, también lugares favoritos en una ciudad tan cambiante y diferente como París. Sin embargo, el Moulin de la Galette no lo conozco, de hecho no sabía ni que siguiera en pie; sin duda es un rincón evocador. Evocador de arte e Impresionismo y como te pasa a ti el cuadro del maestro Renoir me encanta, así que ya tenemos razones para regresar (una vez más) a París.
EliminarUn abrazo.
Qué ganas de volver a París!!
ResponderEliminarDesconocía muchos de los sitios así que he tomado buena nota porque seguro que vuelvo antes o después.
Precioso el edificio del Museo de Cluny y el Moulin que recomienda Sandra.
Un beso grande y gracias por contar conmigo :)
Gracias a ti María. Te encantará el Museo de Cluny porque es un lugar muy especial y "fuera de ruta", como digo yo. París es lo que tiene, siempre nos apetece hacer aunque sea una escapada pequeña.
EliminarUn beso.
Que recorrido tan particular, especial que lograste con la colaboración de estos maravillosos bloggers..!! felicitaciones!!!
ResponderEliminarPues yo estoy de acuerdo en todo lo que ha comentado Florencio. París no es una de mis ciudades favoritas y me despierta sensaciones ambiguas. Y genial que rescatara la Iglesia de la Madeleine muchos la pasan de largo y bien vale una visita y, además, conocer su historia.
Saludos Viajeros.
Lilián Viajera
Gracias Lilián. Claro, París es lo que tiene. A veces tan manida que la dejamos de lado por destino super-frecuente, otras veces demasiado vista. Pero como toda gran capital esconde este tipo de rincones que me encanta descubrir cada vez que voy.
EliminarUn abrazo.
Creo que misión cumplida en los que respecta a París, porque solo dos de todos esos maravillosos rincones se me habían pasado totalmente por alto. Pero que no se diga, tomo nota y en cuanto vuelva por allí, que espero no sea demasiado tarde, los veo.
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen
Gracias mil Carmen, me alegro de que hayas descubierto rincones que no conocías. De eso se trata.
EliminarUn abrazo.
Gracias chicos por vuestra aportación. Es precisamente el único lugar de los mencionados, junto al Moulin de la Galette, que no conozco. Y me consta que he pasado cerca varias veces. Ya veis, París ofrece tanto que lo pasamos por alto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ohhh, que geniales rincones. Ojalá pueda ir pronto a visitar esta linda ciudad y descubrirlos con mis propios ojos. Me encantó este post. :D
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