Qué hacer en Oslo: diez visitas en Oslo que te sorprenderán
1. Edificio de la Ópera
Se trata de un edificio impresionante que se asemeja a un iceberg de cristal y mármol que surge del mar. Se encuentra junto al fiordo de Oslo, y aunque uno no vaya a ningún concierto ni representación, merece la pena mucho porque podremos recorrerlo a nuestro gusto por las rampas que acaban en el mar.
Sin duda uno de esos edificios contemporáneos, inaugurado en 2008, que llaman la atención del viajero por su belleza y originalidad.
2. Catedral
Se trata de la iglesia más importante de la diócesis. Se empezó a construir a finales del siglo XVII y no se concluyó hasta aproximadamente un siglo después.
Lo más impresionante del interior es el púlpito tallado y otros ornamentos, además de las vidrieras de Emanuel Vigeland y las puertas de bronce.
Contrastan con este interior sobrio las pinturas del techo, de Hugo Louis Mohr, realizadas entre 1936 y 1950. Para llevarlas a cabo se destruyeron las originales, lo que fue bastante discutido.
3. Radhuset o Ayuntamiento
En el año 1950, con motivo del 900 aniversario de Oslo, se inauguró este edificio que fue encargado bastantes años antes, concretamente en 1918.
Se trata de una construcción de ladrillo oscuro y trazas de fortaleza. En su interior se encuentra la decorada Sala Radhus, en la que cada año se entrega el Premio Nobel de la Paz. La obra llamada "Trabajo, arte y celebración" de Henrik Sorensen ocupa toda una pared y es la obra más famosa.
En el exterior del edificio se encuentran, mirando hacia el fiordo de Oslo, una sucesión de estatuas representativas de diferentes oficios. Además, la fuente con una obra dedicada a la maternidad es realmente bonita. Merece la pena acercarse a ver este edificio aunque esté cerrado, sólo por ver su emplazamiento y su original diseño.
4. Akerhus Slott
El castillo de Akerhus vigila la ciudad de Oslo, y quieras o no lo verás en tus recorridos por la ciudad. Se encuentra en la cabecera del fiordo y tiene más de 700 años a su espalda. En el año 1299 el rey Haakon V empezó a construirlo, y poco a poco se han ido añadiendo más edificaciones.
Desde el siglo XIX, su función defensiva ha caído en desuso y hoy en día se pueden visitar sus interiores, entre los que destaca la Sala Christian IV del siglo XVII, el Mausoleo Real o el Patio.
5. Bygdoy
Bygdoy significa "la isla habitada" ya que hasta el siglo XIX este barrio estaba en una isla, después se rellenó el brazo de mar que lo separaba. Hoy en día es un barrio residencial muy exclusivo y al que os recomiendo ir.
En primer lugar porque el recorrido hasta allí, en un corto trayecto en transbordador desde el puerto, es de lo más agradable, y en segundo lugar porque aquí se encuentran algunos de los museos más interesantes de Noruega.
Además, el recorrido que haréis entre las hermosas casas de madera blancas que lo conforman no os dejará indiferentes.
En Bygdoy tendrás donde elegir por la oferta museística. Yo, sin duda, elijo los dos siguientes.
6. Vikingskipshuset, Museo de los barcos vikingos
Si os gusta la historia, este museo os acercará como pocos a la época de los vikingos. Las dos naves vikingas mejor conservadas del mundo se encuentran aquí. Son absolutamente espectaculares, por sus medidas y por su buen estado de conservación.
Se encontraban en túmulos funerarios ubicados en campos de cultivo y fueron descubiertas a finales del siglo XIX y principios del XX.
Las podrás observar de cerca en un museo diseñado en 1914 expresamente para guardar estos dos barcos únicos. El Carruaje de Oseberg es otra de las obras increíbles que han llegado hasta nuestros días desde el siglo IX.
7. Norsk Folkemuseum, Museo del Pueblo Noruego
Este curioso museo, muy cercano al anterior, es otra de las cosas que ver en Oslo sin duda alguna. Al amparo de la ideología nacionalista del siglo XIX fue fundado por Hans Aall en 1894 y es el museo al aire libre más grande de Europa.
Acoge a más de 150 edificios provenientes de todo el país, y a través de ellos se puede conocer el modo de vida en las granjas, los fiordos o los pueblos que vivían de la pesca hasta hace pocos años.
Acoge a más de 150 edificios provenientes de todo el país, y a través de ellos se puede conocer el modo de vida en las granjas, los fiordos o los pueblos que vivían de la pesca hasta hace pocos años.
La iglesia de Gol es la joya del lugar. Es un ejemplo perfecto de iglesia escandinava con pinturas y tallas y un interior oscuro pero bien conservado. Data del año 1200, así que podéis imaginar la importancia que tiene.
También podrás visitar plazas rurales típicas de las granjas y distintas edificaciones dedicadas a oficios de antaño y en las que te recibirán para mostrarte cómo se vivía en la Noruega antigua.
Todo un paseo por la historia del país, por sus distintos paisajes y por sus costumbres. Muy recomendable vayáis o no con niños.
8. Puerto y calles del centro
Si hubo algo que nos sorprendió los días que estuvimos en Oslo fue que había poca gente por la calle para ser fin de semana. El tiempo, ya en la frontera entre la primavera y el verano, era espléndido y las horas de luz se alargaban hasta el infinito en esas noches de sol.
9. Fiordo de Oslo
Navegar por el Fiordo de Oslo es un placer. Nosotras lo hicimos en uno de los cruceros que lo surcan ya de cara al verano. Fue al "atardecer" de esos días infinitos y mientras cenábamos un menú a base de gambas algo insípidas.
Allí nos dimos cuenta de que todas las casas de pescadores, ahora reconvertidas, tenían a sus moradores a menudo tomando el sol en las rocas o haciendo barbacoas. La gente, la mar de simpática, saludaba a nuestro paso y disfrutaba del inicio del verano. Todo Oslo estaba allí.
Una experiencia preciosa en un entorno natural único.
10. Vigelandsparken
El último lugar de mi particular selección es este parque, situado a las afueras, y que es en sí una obra de arte.
Todo el imaginario escultórico de Gustav Vigeland está aquí presente. Él lo ideó y diseñó allá por 1924. En 1950, unos cuantos años después de fallecer, ya estaban casi todas las piezas en su sitio.
Vigeland esculpió las obras en barro, creando los modelos que otros realizaron mediante el vaciado de bronce o la talla de piedra.
Naturaleza, escultura y arquitectura se aúnan en este lugar en el que merece la pena pasar un buen rato.
La "Rueda de la Vida" y las esculturas que la rodean, el Monolito de 17 metros con 121 figuras humanas o las distintas estatuas de bronce de madres e hijos son sólo algunas de las muchas obras de las que se puede disfrutar.
En pocos lugares el arte y la vida van tan de la mano como en este lugar de Oslo. No os lo perdáis si viajáis a Oslo.
En pocos lugares el arte y la vida van tan de la mano como en este lugar de Oslo. No os lo perdáis si viajáis a Oslo.
Espero que después de estas recomendaciones veáis que Oslo tiene mucho que ofrecer. Merece como mínimo un par de días enteros para conocerla un poco. Si estás más tiempo seguramente descubras muchos más lugares, esta es mi particular selección.
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Un muy buen resumen. Yo creo que de lo que comentas no me dejé nada, excepto que no hice ninguna excursión por el Fiordo de Noruega. También me gustó visitar la Galería Nacional y el museo Munch, anque el Grito es de los pocos lienzos que me ha decepcionado un poco.
ResponderEliminarYo no visité la Galería Nacional, íbamos con prisas y optamos por el fiordo. Es una ciudad muy sorprendente y atractiva.
EliminarEs un destino que no contemplo a corto plazo así que tomo buena nota de tus recomendaciones.
ResponderEliminarLa historia del país la desconozco y el tema vikingos y cultural me parece de lo más interesante.
Un abrazo guapa!!
Anímate a ir algún día, estoy segura de que te sorprenderá.
EliminarOslo es un destino que tenemos muchas ganas de visitar pero por el frío en invierno y las carísimas tarifas aéreas en verano aún no hemos tenido ocasión de ir. Tu post nos ha servido como paseo virtual (y nos ha incrementado las ganas de viajar hasta allí 😂😂😂)
ResponderEliminarPues en esta época primaveral se está de lujo allí.
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