Visitar la Villa Romana de La Olmeda
Los orígenes
Como suele suceder con las muchas villas romanas que conservamos desde tiempos de la antigua Hispania, su hallazgo se suele producir de modo casual en trabajos de faenas agrícolas. En el año 1968 Javier Cortés se encontró con algo que entorpecía el trabajo de arado. Él y Avelino Palacios empezaron a quitar tierra para ver qué era aquello y se encontraron un muro de piedra. Excavaron un poco más y se encontraron mosaico de una de las galerías de la villa.
Así empezó todo. En 1969 se pudo definir mediante excavaciones el plano de la villa y en 1980, Javier Cortés donó la parcela la parcela y todo el conjunto a la Diputación de Palencia. Esto permitió continuar con los trabajos y la creación de un nuevo edificio que se inauguró en 2009. El señor Cortés hizo honor a su nombre y participó activamente tanto en los primeros trabajos arqueológicos como en la cooperación posterior, hasta su muerte en 2009.
Desde el año 1994 cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de Zona Arqueológica.
Dos espacios de distintas épocas del Imperio Romano
En la Villa Romana de La Olmeda se pueden distinguir dos espacios con diferente conservación y uso. El primero, el más antiguo, se sitúa al noroeste del edificio visitado y esta fechado entre finales del siglo I y comienzos del II. Sin embargo la conservación de este edifico deja mucho que desear al haber sido reutilizado como cementerio desde la época visigoda hasta la Baja Edad Media.
El segundo espacio corresponde a la lujosa villa que podemos visitar. Un edificio del siglo IV, propiedad de un aristócrata poderoso que contaba con un amplio territorio de explotación agrícola en torno a la mansión.
Del poder de este señor no sólo da cuenta la enorme villa, sino la presencia de cuatro cementerios con hasta seiscientas tumbas. También se han identificado casas de colonos y de esclavos, almacenes, talleres, hornos etc.
Recorrido por la Villa Romana de La Olmeda
Nada más y nada menos que 4400 metros cuadrados, 35 habitaciones y 26 de ellas con mosaicos componen la Villa; podríamos decir que es un palacio bien planificado con un eje norte-sur y las esquinas flanqueadas por cuatro torres.
Un modelo de construcción habitual en la zona occidental del Imperio Romano por aquella época. Nos queda constancia de la presencia de un segundo piso, por las escaleras de acceso, en las zonas norte y sur. Había además jardín con pérgola y, sobre todo, a efectos del estatus del propietario, unas termas de 900 metros cuadrados y 16 estancias de baños.
Así, podemos saber miles de años después lo poderosos que eran los propietarios de La Olmeda.
Poco a poco la villa cayó en desuso y abandono y como suele suceder, fue objeto de expolio y aunque no conocemos que hubiera en La Olmeda esculturas valiosas sí nos han llegado mosaicos de grandísima calidad, comparables a los de la Villa Romana del Casale en Sicilia.
Entre todas las estancias de la Villa Romana de La Olmeda nos llamaron la atención las que aparecen en las siguientes imágenes.
1. La Despensa
Tiene suelo de tierra y en él se han encontrado numerosas ánforas y jarras de gran tamaño. Entre todos los descubrimientos, los más importantes fueron ánforas destinadas al vino que procedían de Gaza y de Cartago.
2. Los mosaicos del pasillo este
Los mosaicos geométricos se reparten por los pasillos que van uniendo las distintas habitaciones y alas de la Villa. El muro está formado en este caso de la zona este, por elementos de aprovechamiento con ladrillos y piedras. El mosaico del pasillo está formado por elementos de origen africano: hexágonos alargados realizados por laureles entrelazados y en medio rombos, cuadrados y triángulos.
3. El Tablinum o biblioteca
En el ábside podemos ver una decoración de cenefa, una separación de decoración sogueada (con forma de soga trenzada) y después octógonos y cuadrados con flores.
4. El salón o oecus
El espacio más espectacular de la Villa Romana de La Olmeda es sin duda el salón o oecus de 175 metros cuadrados, casi nada. Se trata de un espacio de representación en el que el señor recibiría a clientes y familia así como dirigiría la gran propiedad agrícola.
Los mosaicos figurativos de La Olmeda más importantes se encuentran aquí pero debido a las enormes dimensiones es difícil sacar un fotografía completa. Un mosaico geométrico bordea toda la estancia y dentro de la zona marcada se encuentra el tema principal en el centro: el emblema o motivo que rige a la familia, en este caso una escena de la vida del héroe Aquiles en la que prevalece el honor y el deber.
La técnica musivaria está realizada con tanto detalle que se aprecian como si fuera una pintura detalles de la ropa, el movimiento de las figuras, las arquitecturas etc.
Alrededor de la escena se sitúan rostros humanos dentro de medallones; es seguro que se trata de una galería de retratos de la familia que aparecen representados de modo individual con ropajes y joyas diversas. En las esquinas están representadas las estaciones, aunque sólo está completa la dedicada al invierno, que podemos ver en la imagen inferior.
Debajo se encuentra el otro gran mosaico figurativo de la Villa dedicado a la caza. Jinetes y cazadores de a pie se enfrentan a la fauna autóctona y a otra fauna más salvaje y propia de África. El jabalí acosado por los perros o el jinete que lancea a una leona dan buena cuenta del realismo de la imagen y del movimiento de la escena. Más de 40 tonalidades aparecen en las teselas que también son de vidrio en esta compleja composición.
5. La habitación con hypocaustum
Esta habitación, con forma de ábside, es una de las dos en las que había hypocaustum, un sistema de calefacción ideado por los romanos parecido a nuestro suelo radiante. El aire caliente se distribuía por galerías subterráneas y todo un entramado de chimeneas encastradas en las paredes. Esta habitación se usaría con probabilidad como "triclinium" o comedor de invierno
6. Mosaico del pasillo norte
La decoración de este pasillo está formada por dos motivos que nos llaman mucho la atención: las esvásticas con orientación diversa y los nudos de Salomón.
El recorrido completo puede llevar perfectamente un par de horas de descubrimientos y asombro ante la capacidad artística de los maestros del mosaico romanos y de la económica de los moradores de esta Villa que ha llegado en tan magnífico estado al siglo XXI.
No puedo menos que recomendaros la visita, en cuanto podamos viajar y se reabran los monumentos. De momento, mucho ánimo a todos y tened en cuenta, que este es un día menos de confinamiento.
Datos prácticos para visitar la Villa Romana de La Olmeda
La Villa Romana de La Olmeda se encuentra a 62 km de Palencia por la carretera C-615.
Precios: 5€ entrada sencilla / reducida 3€
Horario: de martes a domingo de 10:30 a 18:30.
Los martes a partir de las 15:00 la entrada es gratuita.
Buenas tardes!!
ResponderEliminarEstaria bien que se comentase que esta en el término municipal de Pedrosa de la Vega a 62 km de Palencia. Nos duele mucho que siempre se omita esta información y no entendemos porque. También he de reflejar que el que descubrió el mosaico fue el vecino de mis abuelos Genaro Ramos,un obrero de la finca de Javier Cortés. Un saludo
Buenos días: pues no hay ningún problema, hoy mismo añado ambos datos. Bien merece ser reconocidas ambas cosas.
EliminarMuchas gracias por el comentario.